El pasado 20 de junio pudimos asistir a la segunda proyección del Programa 1 de cortos, con el que pudimos disfrutar de piezas de varios países. Los que quieran asistir a las sesiones de cortometrajes deben tener en cuenta que estas son las últimas veces que se repetirán, por lo que estad muy atentos a la programación y apuntaos lo que queréis ver.
Sasha
La niña protagonista da nombre al cortometraje, en el que ésta sale de excursión con su padre y su nueva novia, tras divorciarse de su madre. La pequeña intentará hacer como si todo fuera bien, pero nada parece estarlo. No hay demasiado que añadir, puesto que esto es lo que pasa, y no está contado con ninguna originalidad ni brillantez. Una especie de mezcla de denuncia y cine social bastante fallido, en la que es difícil creerse a casi cualquier personaje.
Nota: 4/10
Lo peor: La irracionalidad de los personajes y sus absurdas motivaciones.
Lo mejor: Una ambientación correcta.
Annas augen
Una mujer, que también da nombre al corto, deambula por la ciudad durante 9 minutos observando de forma mortecina todo lo que la rodea. Lo metafísico, cuando se usa para legitimar un argumento estúpido pasa a ser el culmen de la pretenciosidad y la estulticia. Poco más que decir sobre un cortometraje sin nada que contar y con tremendas ganas de bajar drásticamente la calidad de un festival de estas características.
Nota: 2/10
Lo peor: La rabia que produce tener la sensación de perder el tiempo en algo vacuo e idiota.
Lo mejor: Que solo dura 9 minutos.
The Very Great Search for Nothing
Llegamos al punto más bajo; a lo peor de lo que llevamos de festival de lejos. Un montón de imágenes inconexas agrupadas para mostrar que la pretenciosidad siguen llevándola algunos por bandera, aunque ello suponga tomar a los espectadores por completos idiotas. Lo peor del videoarte expresado en 12 fatídicos minutos. De auténtica vergüenza.
Nota: 0/10
Lo peor: Absolutamente todo.
Lo mejor: Absolutamente nada.
Nuestro Mar
Subimos el listón, aunque tampoco demasiado alto, para hablar de un film suizo que, sin embargo, está ambientado en La Habana. Allí, un hombre vive su tranquila vida junto a su madre y sus personas de confianza, mientras espera que llegue un huracán. Realmente, no está contando nada demasiado interesante ni original, pero está realizado con sosiego y con buen hacer con sus planos coloridos y bellos.
Nota: 5/10
Lo peor: Demasiado poco que contar.
Lo mejor: Sus bellos planos y paisajes.
La chair et les volcans
Seguimos con un cortometraje que vale la pena, en el que Laura, una adolescente francesa que vive con su padre, debe ingeniárselas día a día para sobrevivir en un pequeño pueblo en el que nada parece ser fácil. Lo curioso de esta pieza es que, al igual que muchos otros competidores, no está contando ninguna historia fascinante, pero tiene algo especial en ella que lo hace mejor. Quizá sean sus imágenes, o unos personajes que despiertan mucho más interés que otros, pero los 20 minutos de este corto se ven con agrado.
Nota: 6/10
Lo peor: No saber más cosas de Laura.
Lo mejor: Su atractivo "je ne sais quoi".
Prey
Es gracioso que con todos los buenos realizadores que hay en Europa haya tenido que venir una coreana para ponerle la nota discordante a un pase de cortos, por lo general, frío, pero así ha sido. De Corea del Sur llega una pieza de animación en la que un pez sueña con salirse de la pecera, donde espera encontrarse con un paraíso acuático, pero la decepción será gigantesca. Con poco más de 4 minutos, Boyoung Kim demuestra tener el ingenio que le está faltando a muchos en este festival, aderezado con una animación artesanal curiosa. Un corto con gracia, vaya.
Nota: 7/10
Lo peor: Le cuesta arrancar al principio.
Lo mejor: Contiene el sentido del humor que le ha faltado a los europeos.
El cerdo
Por último, tenemos una decepción, de la que esperábamos mucho más teniendo a Javier Cámara en el reparto. El actor se pone en la piel de un padre tan desesperado por obtener dinero que intenta romper el cerdito de su hijo. Lo que podría haber sido quizá hilarante, llega a ser tan repetitivo y frío como para cansar en sus 9 minutos. Una auténtica pena.
Nota: 5/10
Lo peor: Un Javier Cámara completamente desaprovechado.
Lo mejor: Una idea divertida (aunque finalmente fallida).