Si hay una película que pueda ser calificada de perfecta, digna de un lugar de honor en las mejores videotecas, ésa es 'Cinema Paradiso' ('Nuovo Cinema Paradiso', 1988), una de las cintas más destacadas del gran director italiano Giuseppe Tornatore y que durante sus dos horas de metraje será capaz de hacernos reír y llorar a partes iguales. Nos convertirá en testigos cómplices de todas las etapas de la vida de su protagonista, así como del nacimiento de una pasión que compartimos, el cine, tomando como referencia la simple relación entre un niño y un anciano. Su Oscar a Mejor película de habla no inglesa y su Globo de Oro a Mejor película extranjera lo avalan.
Gran historia bien contada
'Cinema Paradiso' cuenta la historia de Salvatore, un exitoso director de cine de finales de los años setenta, quien recibe la noticia del fallecimiento de un amigo de su infancia, Alfredo. Éste viajará hasta su pueblo natal treinta años después de abandonarlo, la pequeña localidad siciliana de Giancaldo, para darle el último adiós a quien fue su maestro, mentor y confidente; demostrando así que ni el tiempo ni la distancia pueden hacer olvidar. Durante este viaje conoceremos la vida de Salvatore desde su más tierna infancia, cuando era conocido como Totó, y su relación con Alfredo (Philippe Noiret). Esta muerte le traerá a la memoria multitud de buenos recuerdos, los principales pasajes de su vida marcados por la figura del cascarrabias, aunque bondadoso, operador del cine local.
Tornatore utiliza de una manera magistral la relación entre un niño y un anciano proyeccionista de cine para tratar temas tan básicos de la existencia humana como la amistad, la inocencia, el amor adolescente, la madurez, la añoranza, la vida y la muerte; sin caer en ningún momento en el tópico, en los estereotipos o en la obviedad. El director retrata de manera sublime la vida de un pequeño pueblo italiano marcado por la postguerra con multitud de elementos característicos de aquel periodo, como el poder de la Iglesia, la censura, la educación, las relaciones familiares o la emigración a Alemania en busca de un futuro mejor.
Se divide en tres actos. El primero de ellos está marcado por la infancia de Totó (Salvatore Cascio), un niño huérfano de padre que encontrará en Alfredo su figura paterna y que, a pesar de los esfuerzos del proyeccionista por apartarse de él, se hará un hueco en la vida de Alfredo sin que él mismo se diera cuenta. El segundo, por su parte, lo marca su adolescencia (interpretado por Marco Leonardi) y con él los problemas típicos de la edad y su desarrollo emocional, proceso en el que Alfredo tendrá un importante papel como amigo, guía y mentor. En el tercer y último acto, aunque de menos relevancia y protagonizado por el Salvatore adulto (Jacques Perrin), se caracteriza por englobar todo ese sentimiento de añoranza con el recuerdo del que un día fue su hogar y que ahora apenas reconoce, echando así el director el resto de sus recursos en un alarde de sentimientos reencontrados de magnitud desmedida.
Elenco de lujo
La cinta cuenta con dos protagonistas principales, Alfredo y Totó, y con un enorme elenco de actores secundarios que respaldan de una manera perfecta la labor de los primeros. El gran Philippe Noiret (Alfredo) realiza en 'Cinema Paradiso' uno de sus mejores papeles, pues gracias a su carácter cálido y próximo consigue encarnar una figura amable y protectora digna de ser recordada y elogiada. En cuanto a los tres actores que interpretan a Totó en sus diferentes edades, hay que destacar al pequeño Salvatore Cascio y al joven Marco Leonardi, sobre todo al primero pues su inocencia protagoniza la mayor y más significativa parte de la película en la que consigue embaucarnos y conmovernos al crear un primer vínculo tan fuerte con el personaje de Noiret. Quizás Jacques Perrin goza de menor relevancia pues su papel es corto y algo falto de carisma en comparación con los anteriores actores.
Con todo ello, 'Cinema Paradiso' es una auténtica oda al cine con la que los más detallistas disfrutarán en demasía. Esta cinta hace referencia a un gran número de títulos del cine clásico ('La diligencia' de 1939, 'El jeque Blanco' de 1953, 'Ladrón de Bicicletas' de 1948 o 'Germania Año Cero' de 1947) así como a las figuras más representativas de la historia del cine (Charles Chaplin, Buster Keaton, Henry Fonda, Clark Gable, John Wayne, Marilyn Monroe o Brigitte Bardo). Además, el propio cine del pueblo y los diferentes hechos que en él suceden, son una genial metáfora de la evolución del cine en sí mismo.
Sobre todo, y sería una gran afrenta no hacerlo, hay que destacar la sublime banda sonora realizada por Ennio Morricone (junto a Andrea Morricone) cuyas notas suenan en total consonancia con los hechos que suceden y crean un ambiente de especial emotividad.
En definitiva, 'Cinema Paradiso' es una obra de arte del cine, pues en él tienen cabida multitud de elementos de la existencia humana en las diferentes etapas de la vida, relaciones personales, aprendizaje y reflexión. Todo ello con el cine como hilo conductor, la historia de Italia como telón de fondo y una trama que absorbe, propia de cuento, digna de ser contada. Muy difícil nos lo pone Giuseppe Tornatore para que no soltemos más de una lágrima al final de la película.
Club de Cine: Próximas entregas
Con motivo del 40 aniversario del estreno de 'El Padrino', vamos a repasar en los próximos capítulos de esta sección las tres películas de la famosa trilogía de Francis Ford Coppola.
20 de marzo: 'El Padrino'
22 de marzo: 'El Padrino: Parte II'
27 de marzo: 'El Padrino: Parte III'