Dos años después de su cierre, los cines Roxy de la calle Fuencarral serán reconvertidos en un supermercado. Aunque, por el momento, no se sabe qué cadena será la que abra su nueva sede en el emplazamiento. El Ayuntamiento de la capital ha aprobado el proyecto tras someterlo a votación; en la misma, los votos a favor de los grupos Ahora Madrid y Partido Popular han dado luz verde a la reforma.
Lo que más choca de esta decisión es, quizás, el hecho de que no ha habido ninguna organización social ni grupo político que haya alzado la voz en oposición al proceso. Al menos así ha sido hasta que las obras han sido aprobadas; ayer, en el pleno municipal, y según informan desde Somos Malasaña, el Partido Socialista protestó por la cada vez más habitual desaparición de espacios culturales en Madrid, y alertó de que la capital se está convirtiendo en "en una ciudad de franquicias".
Por su parte, el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo (candidato a concejalía en la lista Más Madrid), ha calificado de "dramático" el hecho de que desaparezcan este tipo de espacios, pero ha defendido la postura de su grupo: según Calvo, ellos no están para juzgar el proceso, sino para trasladar un expediente que no es sino un "acto reglado que cumple con todas las prescripciones técnicas y jurídicas".
Los cines ceden ante otras prioridades
De este modo, son dos las salas que permanecerán en pie en la céntrica calle madrileña: el cine Proyecciones y el cine Paz, con el Palafox muy cerca. No obstante, casos como el de los cines Roxy tienen antecedentes cercanos. El año pasado, los cines Madrid de la plaza del Carmen fueron transformados en un gimnasio, igual que sucediese con los Cristal. Asimismo, el cine Benlliure reabría sus puertas a finales de 2014 con un interior muy cambiado y otro letrero: Media Markt.