Desde que en 2013 James Wan iniciase con 'Expediente Warren' su universo de terror, la saga ya acumula, además de una secuela, varios spin-offs estrenados y en producción. 'Annabelle: Creation' es uno de esos satélites que orbítan alrededor de la figura de los demonólogos Ed y Lorraine Warren y nos narra la primera posesión de la muñeca Annabelle, personaje que conocimos en 'The Conjuring' y tuvo su propia película tan solo un año después.
Ambientada en algún momento de la década de los 50, nos trasladamos a la residencia de los Mullins donde, 12 años después de la trágica muerte de su hija Bee, un antiguo juguetero y su mujer acogen a las niñas de un orfanato femenino y a la monja que cuida de ellas. En la casa solo hay dos normas: no entrar en la habitación de su mujer ni en la de su difunta hija. Evidentemente, una puerta cerrada es una invitación implícita para un niño, una de las huérfanas se salta esas normas convirtiendo a todos los nuevos inquilinos en el objetivo de un ente demoniaco que ha poseído a muñeca Annabelle.
Si la primera entrega de 'Annabelle' fue algo decepcionante por su falta de tensión y lo poco que aparecía la propia muñeca, su precuela ha aprendido de estos errores y no da tregua al espectador con constantes sobresaltos sonoros e imaginativos sustos. Pero poco más. David F. Sandberg ('Nunca apagues la luz') parece haber construido toda la narración en base a la pista de sonido delegando el motor del terror en los golpes musicales y su banda sonora. El resultado es una película de terror efectiva, sí, pero que se ha rendido ante los artificios más ordinarios del género y ni siquiera se molesta en dar un paso más allá.
El casting más joven, especialmente Lulu Wilson y Talitha Bateman como las sufridoras niñas protagonistas, es todo un acierto pero la historia no tiene interés en estas huérfanas más allá de convertirlas en sabrosas almas para Annabelle. Ningún personaje de la película parece tener la inteligencia suficiente para tomar una decisión de sentido común para supervivencia, pero es que además la lógica interna de la posesión demoniaca nunca queda clara: ¿qué puertas son las que puede abrir y cuáles no este demonio? ¿Por qué abduce a Janine y la devuelve solo con un par de chichones para terminar poseyéndola dos días después en el granero? ¿Todos en esa casa se quedan sordos por la noche? A pesar de su pobre guión, Sandberg consigue acertar e incluso sorprender con algunos de sus "jump scares" y su reiterado uso del fuera de campo, jugando a dar miedo con todo lo que no vemos, con sombras y susurros.
*Desde aquí hay algunos spoilers
Pese a haber recibido la clasificación R en Estados Unidos y para mayores de 16 en España, el espíritu que habita en la muñeca solo mata al señor y la señora Mullins, dejándonos dos únicos momentos realmente explícitos: Esther Mullins (Miranda Otto) sin ojo y con medio cuerpo arrancado, crucificada en la pared, y un Anthony LaPaglia al que han succionado la vida (aunque tampoco podemos decir que Samuel Mullins con sus gruñidos fuese un juguetero exactamente vigoroso).
Si de algo es consciente 'Annabelle: Creation', aparte de sus propias carencias argumentales, es de su naturaleza accesoria dentro de la franquicia a la que pertenece. No faltan tanto guiños tanto a la auténtica muñeca encantada como a 'La monja' (siguiente entrega de la antología), además de un veloz epílogo que conecta directamente con la primera entrega de 'Annabelle', restando aún más sentido al confuso planeamiento de aquella precuela.
Vieja escuela
Puede que el director se atenga durante todo el metraje a las artimañas del cine de terror que tantas veces hemos visto ya, como pasos que se acercan, puertas que se cierran de golpe y, cómo no, muñecas que se mueven solas; pero lo hace con la suficiente destreza, timing y conocimiento del género para no dar tregua incluso al espectador más curtido en esto de pasar miedo.
Es cierto que el resultado está muy por encima de su predecesora, pero se queda muy lejos de alcanzar el nivel de ambas entregas de 'Expediente Warren' y a años luz de las magníficas dos primeras partes de 'Insidious'. Para los fans del género que busquen su buena dosis de sobresaltos y diversión sin pretensiones 'Annabelle: Creation' es su película, aunque su maldición termine cuando se encienden las luces de la sala.
Nota: 5
Lo mejor: Es efectista y da exactamente lo que promete.
Lo peor: No tiene nada nuevo que aportar y se limita a repetir la fórmula infalible.