Una de las sagas de animación más exitosas de la compañía DreamWorks es 'Cómo entrenar a tu dragón'. La franquicia ha conseguido muy buenas recaudaciones a nivel mundial teniendo en cuenta que la primera película logró hacer 494 millones de dólares y, la secuela, que se estrenó en 2014, recaudó 621 millones de dólares. De esta forma, era de esperar que todo el mundo estuviera expectante por la tercera entrega de la saga que llegará a los cines en 2019, y que además aparentemente será la entrega final, según señalan algunos medios.
Y es que esta noticia nos viene dada antes del adelanto de la película que unos pocos podrán disfrutar durante el Annecy International Animation Film Festival el próximo 14 de junio. La cinta concluirá la historia de Hiccup y Toothless y tanto Jay Baruchel como Cate Blanchett, Gerard Butler y Craig Ferguson regresarán a la franquicia para poner sus voces a los personajes de la saga.
Todavía no se saben más detalles de la trama de la tercera entrega de la franquicia titulada en inglés 'How to Train Your Dragon: The Hidden World' ('Cómo entrenar a tu dragón: El mundo oculto'), por lo que tendremos que esperar un poco más hasta que se revelen nuevos datos de la cinta prevista para su estreno en Estados Unidos el próximo 1 de marzo de 2019.
Guillermo del Toro y su contrato con DreamWorks
Aunque 'Cómo entrenar a tu dragón 3' pueda ser el final de la saga, eso no significa que DreamWorks no tenga otros proyectos en mente para un futuro no muy lejano, ya que Guillermo del Toro ha firmado un contrato con DreamWorks Animation para escribir, producir y dirigir películas de animación para el estudio, según informa Variety.
"La animación es un arte que me ha influenciado gratamente en mi trabajo desde mi infancia. Para mí, es el medio perfecto para dar vida a todo tipo de ideas, sin importar lo extrañas o salvajes que sean. Estoy ansioso por trabajar con Chris y los talentosos artistas de DreamWorks, algunas de las personas más talentosas del negocio, para hacer que estas imágenes se hagan realidad. He trabajado con DreamWorks aproximadamente durante una década y el horizonte se sigue ensanchando", decía así Del Toro.
Por su parte, Chris deFaria, el presidente de DreamWorks Animation, señalaba lo siguiente en un comunicado: "Guillermo tiene un talento único para crear mundos y personajes memorables, y creemos que las películas que creemos con él resonarán con las audiencias durante las muchas generaciones que están por venir".
Los mejores personajes de DreamWorks
El gato con botas
Conviene ser sinceros desde el comienzo, sin medias tintas. La película de 'El gato con botas' no es divertida. El felino que dinamitó la saga 'Shrek' comenzando como secundario en su segunda parte y robando todas las escenas en las que aparecía quedó retratado en este spin off que no hacía justicia al valor real de un personaje memorable cuya primera aparición en 'Shrek 2' sigue siendo uno de los momentos cómicos más redondos del género en los últimos años. Con su inolvidable mirada de ojos grandes, el gato con botas consiguió apoderarse de la función en su totalidad, elevando el nivel de los gags, suponiendo una de esas presencias capaces de arrasar con todo. Por desgracia, al mencionado spin off se le sumó la falta de chispa en las dos últimas entregas del ogro verde, disminuyendo esa aura de creación antológica. Apuntaba a lo más alto y el tiempo lo quemó. Y no, ya no nos valen esos ojitos.
Z
Con esta hormiga comenzó todo. Estrenada el mismo año que 'Bichos', el otro asalto al mundo de los insectos propuesto por Pixar, la convirtió en la opción intelectual y adulta, algo que terminó pasando factura en la taquilla. Una pena porque el punto de partida de 'Hormigaz' era tan apasionante como arriesgado. Traspasar el universo de Woody Allen al cine de animación, con las mismas dosis de pesimismo, hipocondrías y romanticismo, podría haber salido realmente mal, pero no fue así. Por supuesto, los mayores se lo pasaron mejor que los pequeños, pero eso no es impedimento para que las aventuras de Z no puedan ser disfrutadas por toda la familia. Fue el inicio, la primera piedra, el salto que dejaba claro que, a falta de la emoción de Lasseter y compañía, Dreamworks intentaría ofrecer algo distinto. Z fue uno de los mejores ejemplos.
Desdentado
Si nos centramos exclusivamente en términos de respuesta crítica, 'Cómo entrenar a tu dragón' y su secuela son el mayor triunfo de Dreamworks, con la excepción del primer 'Shrek'. El público también conectó con esta historia ambientada en una época medieval deslumbrante y centrada en la amistad entre un joven y un dragón. Con ecos que van desde la serie de 'Dragones y mazmorras' hasta 'Braveheart', pasando por la evidente 'Dragonheart', el gran triunfo de esta saga es el diseño, básico pero totalmente efectivo, de Desdentado. Una creación alejada de la grandilocuencia y que apostaba por los rasgos sencillos, capaz de despertar ternura con cualquiera de sus gestos. Desde que lo descubrimos, y después de su imponente confirmación como gran personaje en la sobresaliente secuela, Desdentado nos ha ganado a todos. Ojalá los reencuentros que nos quedan con él, que no serán pocos, estén a su altura.
Barry Benson
Al igual que ocurría con Woody Allen y Z en 'Hormigaz', la abeja Barry Benson tenía los rasgos, personalidad y sentido del humor de Jerry Seinfeld, un gigante cómico que se tomó muy en serio su salto al cine de animación. Su discurso ecológico, el cual roza el dramatismo apocalíptico en más de una ocasión, termina ligeramente desenfocado gracias a toneladas de gags redondos que consiguen que la película brille como la gran comedia a la que aspira ser. Ray Liotta como hilarante villano termina de redondear una jugada que, como ocurrió con casi todas las películas en las que Dreamworks realmente decidió arriesgar, terminó sin el apoyo del público. Una auténtica pena. 'Bee Movie' merecía mejor suerte. Y Barry Benson, más.
Megamind
Vuelta de tuerca de la figura del villano en clave de comedia romántica, 'Megamind' es otro de esos personajes cuya caída en el olvido general constituye toda una injusticia. Aquí tenemos traumas infantiles, complejidad psicológica y la necesidad real que tenemos todos los seres humanos de tener un rival al que enfrentarnos, que podemos ser perfectamente nosotros mismos. Todo ello, acompañado por unos gags que funcionan como un reloj, una montaña rusa de acción imparable y un clímax final de los que demuestran una inspiración especial. No hay en toda la filmografía de Dreamworks, un villano tan genial como Megamind. Conviene recordarlo más a menudo.
Creador de Sueños
En las fiestas navideñas de 2012, Dreamworks presentó su cuento navideño con 'El origen de los guardianes', adaptación del libro de William Joyce en el que se fundían dos universos tan cercanos y alejados al mismo tiempo como el de Guillermo del Toro y la maestría artística del director Peter Ramsey que se estrenaba como director en la gran pantalla tras trabajar con David Fincher, Steven Spielberg o Francis Ford Coppola, entre otros. Esta historia tiene su mayor logro en los personajes que nos presenta, el Creador de Sueños, al Hada de los Dientes, al Conejo de Pascua, Papa Noel y Jack Frost, transformados en una especie de Equipo A dispuesto a acabar con el coco. El punto de partida, tan original y brillante, desplegaba tal cantidad de posibilidades narrativas y visuales que, al final, uno echaba en falta algo más de sustancia, una pizca más de oscuridad y profundidad en un relato que intentaba ser adulto sin dejar de guiñar el ojo al público más infantil. A pesar de todo, 'El origen de los guardines' otorgaba su momento de lucimiento a cada uno de los personajes consiguiendo que, más allá de la simpatía que cada uno sienta por alguno de ellos, todos tengan el mismo nivel de importancia. Puestos a elegir, nos quedaremos con el Creador de Sueños, uno de esos personajes que te encantaría llevarte a casa.
Los pingüinos de Madagascar
Los secundarios cómicos son casi tan importantes (o más) que los protagonistas. Esta afirmación es una ley no escrita del cine de animación asentada de manera firme en la evidencia. Auténticos especialistas en eso de robar planos, y hasta la función entera, Dreamworks no se desmarca de la tónica general y ha presentado a lo largo de su existencia algunos de los secundarios más valiosos del género. La saga de 'Madagascar', un extraño ejemplo de franquicia que mejora con sus secuelas tras una primera entrega algo descafeinada, consiguió desde el comienzo un golpe de genio con su equipo de pingüinos espías/militares. Auténtico festival de destreza animada, frases ingeniosas y espíritu clásico, estos personajes conseguían acaparar toda la atención del espectador con su sola aparición, algo que les propició un spin off, 'Los pingüinos de Madagascar' que confirmaba su valía.
Roddy
Tras el éxito crítico de 'Chicken Run', los genios de Aardman Animations se unieron de nuevo al departamento de animación de Dreamworks para dar forma a 'Ratónpolis', un homenaje vibrante y brillante al cine de espías. Cambiamos a OO7 por Roddy, los palacios y grandes ciudades por cuartos de baño y cloacas y lo que nos queda es una de las comedias más trepidantes facturadas por el género en la pasada década. Injustamente ignorada en el momento de su estreno, ni siquiera el tiempo ha conseguido convertirla en lo que es, una joya escondida dentro del catálogo del estudio. No importa, sus defensores seguiremos disfrutando del carisma de Roddy y la diversión constante de un tesoro por reivindicar.
Po
A pesar de las reticencias que podía crear una base argumental tan original como, a priori, destinada al público infantil, la primera entrega de 'Kung Fu Panda' supuso una más que grata sorpresa, gracias a un protagonista carismático, un humor para toda la familia que, como casi nunca sucede, realmente podía disfrutar público de todas las edades, unas escenas de acción deslumbrantes y, en especial, un encanto contagioso que rodeaba toda la ambientación de la trama. Crítica y taquilla coincidieron y, tres años después, regresaron los Guerreros del Dragón con una secuela que superaba a su predecesora en todos los aspectos. A la espera de que su tercera entrega consiga seguir elevando el listón, lo que tenemos por seguro es el reencuentro con un protagonista que hace de la honestidad y la bondad su mejor arma. Así es Po. El corazón de una saga estupenda.
Shrek y asno
En un hipotético equipo de las estrellas de Dreamworks, aquí estarían los líderes, los referentes. Este ogro verde acomplejado y ermitaño y su compañero de andanzas consiguieron lo que parecía imposible, arrebatar durante un considerable tiempo el foco de atención a Pixar. Sus armas esenciales son un humor gamberro y desenfadado que pensaba más en los adultos acompañantes que en los pequeños de la casa. Una vuelta de tuerca a las tradiciones y la magia clásica de Disney ante la que la taquilla y la crítica se rindieron con devoción. Su primera entrega, vigorosa, trepidante, desternillante, es un clásico animado en toda regla. Por desgracia, más allá de su notable segunda entrega, aquella maravillosa 'Shrek' se convirtió en una fábrica de secuelas que pasaron de lo irregular ('Shrek Tercero') al desastre ('Shrek: felices para siempre'). Pero ese primer encuentro con su ciénaga y miles de personajes de cuentos transformados en secundarios de oro, todavía mantiene intacto un encanto apabullante. No importa que su reinado se haya visto traicionado, siguen siendo los reyes.