Hace unos días se anunció una polémica iniciativa de Netflix para evitar, o como mínimo monetizar, que compartamos nuestra cuenta con personas que no viven en nuestra casa. La plataforma de streaming ha iniciado una prueba en tres países, Chile, Costa Rica y Perú, instaurando un recargo de algo menos de 3 euros al cambio por cada cuenta extra que se quiera añadir a una principal, pudiendo hacerse hasta dos perfiles "no familiares" por cuenta. ¿Pero cómo va a hacer Netflix para comprobar que alguien ajeno a la unidad familiar está utilizando la cuenta y no somos, por ejemplo, nosotros mismos cuando estamos fuera de casa?
Variety recoge varios detalles sobre este sistema. Cuando un nuevo dispositivo o nueva IP intenta conectarse a una cuenta de Netflix, pedirá un código que solo recibirá el propietario, algo parecido a lo que ya habían probado hace unos meses, pero esa vez sin que supusiera un coste adicional para nadie. El dueño de la cuenta tendría que mandar ese código para señalar el dispositivo o IP como parte de la unidad familiar. Y en realidad eso sería todo, porque una vez se ha activado el dispositivo, Netflix no volvería a pedir verificación. Según indica Variety, el nuevo sistema de verificación en realidad estaría dirigido a conseguir que personas con poca confianza con el dueño de la cuenta acaben prefiriendo hacerse una cuenta propia en vez de avisar al propietario de la cuenta cada vez que quieran iniciar sesión en un lugar o dispositivo nuevo. Pero para los que comparten la cuenta con amigos o familiares, que probablemente tengan hasta un grupo de WhatsApp conjunto, no debería haber mucho problema en pedir un código de verificación de vez en cuando.
Hay que tener en cuenta de que se trata simplemente de un testeo por parte de Netflix y que podría no salir de esos tres países en los que se está probando. No es, tampoco, un sistema excesivamente restrictivo como sí sería, por ejemplo, reducir el número de dispositivos que se pueden utilizar al mismo tiempo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que Netflix tiene el precio más caro por suscripción dentro de las streaming wars y puede que no siente muy bien a sus suscriptores un cambio de sus condiciones que no implique una bajada de precio.
El contenido cuesta dinero
Pero claramente en la compañía de Reed Hastings están preocupados por una práctica, la de compartir cuentas, que les cuesta millones de dólares, y por una caída en la velocidad de crecimiento de usuarios y que su posición hegemónica entre las plataformas llegue a estar en peligro. También la apuesta por tanto contenido original nuevo supone un desembolso de dinero enorme, y esa es la excusa que ponen siempre que hacen cambios como este cargo extra o una subida general de precios: "afecta a nuestra capacidad de invertir en nuevas series y películas" es como han justificado este cargo extra. En España, la última subida de precios tuvo lugar en octubre del año pasado. Ahora mismo el plan básico (solo un dispositivo y sin HD) cuesta 7,99 euros, el estándar (hasta dos pantallas a la vez) cuesta 12,99 euros, y el premium (hasta cuatro pantallas a la vez y calidad Ultra HD) cuesta ya 17,99 euros.