En septiembre de 2006, cuando Jon Favreau anunció que Robert Downey Jr. sería su Tony Stark la mitad de Hollywood perdió la cabeza (Marvel Studios y Kevin Feige incluidos). La cinta acerca del, por aquel entonces, desconocido superhéroe ya se consideraba un riesgo y fichar a Downey Jr. como protagonista parecía abocar el proyecto al fracaso. Favreau, sin embargo, lo tenía muy claro, tal y como le contó a USAToday por aquel entonces: "No queríamos escoger una opción fácil o segura. Los mejores y los peores momentos de la vida de Robert han estado a la vista pública. Ha tenido que encontrar un equilibrio interior para superar ciertos obstáculos que iban más allá de su carrera. [...] Ese es Tony Stark".
Dos años después, la película llegó a las salas y el éxito de 'Iron Man' (en gran parte gracias a la interpretación de Downey Jr.) asentó las bases de lo que se convertiría en la franquicia más exitosa de la historia del cine. El resto, como se suele decir, es historia. Lo que tal vez no muchos fans marvelitas sepan es que, antes de convertirse en su "genio-millonario-playboy-filántropo" favorito, el actor pasó por una oscura época marcada por el abuso de drogas y problemas con la ley.
Sin embargo, los problemas de RDJ (como es popularmente llamado en Hollywood) comenzaron mucho antes. La tóxica relación del actor con las drogas comenzó durante su infancia, que estuvo marcada por la figura de su padre: Robert Downey Sr., otro actor y cineasta con un oscuro pasado ligado a los narcóticos. En una entrevista a People, Downey Jr. confesó que creció rodeado de drogas: "Siempre había mucha maría y coca por ahí. Las drogas se convirtieron en un lazo emocional. Cuando mi padre y yo consumíamos juntos era como si él intentara expresarme su amor de la única forma en la que sabía".
A pesar de no tener su vida encauzada, y contra todo pronóstico, la carrera de RDJ floreció durante los años, gracias a su inmenso talento delante de la cámara. Durante los 80, el actor comenzó a despuntar trabajando en comedias románticas adolescentes como 'La mujer explosiva' de John Hughes o 'Escándalo en el plató', donde compartió reparto junto a Whoopi Goldberg, Kevin Kline o Sally Field, la entrañable madre de Forrest Gump.
Pero fue en 1992 cuando Downey Jr. ficharía por un film que no solo demostró su potencial interpretativo, también le consagraría como uno de los mejores actores del momento. Hablamos de 'Chaplin', el biopic sobre el legendario Charles Chaplin. Su interpretación como Charlot le valió una nominación al Oscar, galardón que aquel año recayó en Al Pacino, que había protagonizado 'Esencia de mujer'.
Por desgracia, la nominación al Oscar no sirvió como motivación para resolver sus problemas y el actor pasó por uno de los peores momentos de su vida personal y profesional; entrando y saliendo de rehabilitación, siendo arrestado en múltiples ocasiones y llegando a pasar por prisión, lo que le costó su papel en la serie 'Ally McBeal', un rol que le habia valido un Globo de Oro. Durante una de sus visitas a los juzgados, el actor se vio obligado a desvelar un oscuro secreto: había estado tomando drogas (marihuana y cocaína principalmente) desde los 8 años.
Una vez que el actor tocó fondo, por fin se decidió a pedir ayuda para cambiar su vida, tal y como le confesó a Oprah Winfrey: "Me dije: «¿Sabes qué? No creo que pueda seguir haciendo esto». Y pedí ayuda, y salí adelante. Puedes pedir ayuda a medias, te ayudarán pero no harás nada al respecto. No es difícil superar estos problemas supuestamente invencibles... lo difícil es tomar la decisión de hacerlo de verdad".
El regreso
No fue fácil volver a poner en marcha su carrera. Hollywood no le recibió con los brazos abiertos precisamente, en su vuelta a la industria, RDJ se topó con multitud de obstáculos relacionados a su problemática imagen. Cuando trabajó en 'Gothika', por ejemplo, los productores del film le obligaron contractualmente a renunciar al 40% de su salario, que serviría como "seguro" en caso de que su errático comportamiento interviniera con el rodaje del proyecto.
Pero poco a poco, gracias a cintas más pequeñas como 'Kiss Kiss, Bang Bang', joya de culto que marcó el debut de Shane Black como director, RDJ consiguió relanzar su carrera y ganarse el respeto y confianza de sus compañeros de oficio y los ejecutivos de Hollywood. Una auténtica resurrección profesional que se consolidó cuando fichó por Marvel.
Desde entonces, Robert Downey Jr. se ha convertido en el héroe de infinidad de niños y niñas, que desconocen la historia del actor y que tan solo ven a Tony Stark cuando miran a los ojos del protagonista absoluto del UCM y de una de las historias de superación más inspiradoras de la historia reciente del cine. Tony Stark y RDJ son esa figura polémica, personas que han combatido adicciones y han enmendado errores. Porque a veces, la realidad supera a la ficción y el arte sí que imita a la vida.