El chiste políticamente incorrecto, la elección de Granada y más secretos de 'Tadeo Jones 2: El secreto del Rey Midas'

Posiblemente uno de los puntos más famosos de toda la Alhambra, el patio de los leones se les presentó como una puerta perfecta a uno de los santuarios de las reliquias de Midas que buscan nuestros protagonistas, inventadas, al igual que el relacionar la leyenda con la hija del monarca. Los directores dicen que tenían muchas escenas pensadas en la Alhambra, pero tuvieron que cortarlas para no alargar demasiado el metraje: "Cada sitio que veíamos apetecía rodar". Uno de los lugares que se quedaron con ganas de usar era la Sala de los Abencerrajes, que cuenta con una espectacular cúpula con forma de estrella de ocho puntas y unos juegos de luces que la hacen realmente mística. La escena que cayó aquí iba a suponer el primer intento de Tadeo en declararse a Sara, pero Momia se comía un gusano y a Tadeo le cortaba el rollo, y casi la digestión. Pero en animación cada minuto es muy caro, así que acabaron haciendo más directo el paso por la Alhambra.

También decidieron simplificar la forma en la que accedían al templo escondido. Al principio pensaron en usar los canales como un gran puzzle, pero al final decidieron tratarlo "como un juego de niños", explica Enrique Gato. El resultado es un "Twister con las cabezas de los leones" que si se giran correctamente, abren la entrada a la gruta escondida. El director de la Alhambra, Reynaldo Fernández Manzano, pide, eso sí, entre risas nerviosas, que ni pequeños ni mayores intenten descubrir esta entrada en la vida real.

Para el templo de Baal, inventado para la ocasión, basaron su decoración en escultura griega y, más concretamente, frigia. La estatua principal es una mezcla de varias culturas y épocas. Mantuvieron la importancia del agua, muy presente en la Alhambra, para conectar la superficie con el templo.

Aunque la leyenda normalmente atribuye a Dionisio el papel del dios que otorga a Midas el poder de convertir todo lo que toca en oro, ellos decidieron usar a Apolo, a veces también relacionado con el mito, para usarlo como hilo conductor entre los distintos lugares a los que viajan en la película, y porque daba más empaque a la historia que el dios griego del vino.

Enrique Gato explica que desde que empezaron a trabajar en la secuela de 'Tadeo Jones' quisieron montar una de esas típicas escenas de alocada persecución de las películas de acción americanas. De "pegar brincos en San Francisco" a cruzar las sinuosas calles del emblemático barrio en un mini taxi. La escena iba a comenzar en la iglesia de San Miguel el Alto, donde además iban a encontrar pistas para hallar la siguiente pieza, pero fue recortada para agilizar.

Para diseñar las calles del Albaicín en la película, crearon una especie de Lego en el que iban ensamblando las casas para hacer las calles como las necesitasen. La anchura es un poco mayor (ni el minúsculo vehículo del gitano al que da voz José Corbacho cabría por las calles reales), pero, como dicen, es la ventaja de la animación, "el poder tomar cosas reales y modificarlas a tu antojo". Todas las cosas "modernas" como grafitis o papeleras fueron eliminadas para que quedara un aspecto más limpio.

Enrique Gato se declara fan de Francisco Ibáñez y 'Mortadelo y Filemón', y por eso el gitano conduce un moto carro y no un coche, no por la estrechez de las calles sino a modo de cierto homenaje al dibujante.

Resulta sorprendente que en una película familiar tengan que llegar a auto censurarse, pero Enrique Gato y David Alonso llegaron a la conclusión de que uno de los chistes de la película era "demasiado bestia". Involucraba al taxista granaíno. Al final de la persecución, en vez de escapar, los protagonistas se enfrentaban a los hombres de Rackham, el vilano, subidos a un quad. Era como un duelo de un western. El gitano dice en un momento que lo tiene todo controlado. "Para resolver la situación, llamaba a sus primos", explica Gato, y Alonso continúa: "Cuando los malos empiezan a acelerar, solo tenían un plátano en la mano, los primos se lo habían llevado todo", desmantelando el quad. Un chiste, como dicen, "muy mortadeliense", pero que les pareció excesivo, y terminaron descartando, no solo por lo políticamente incorrecto, sino porque pausaba demasiado la conclusión de la persecución.

La sexualidad de la Momia (con la voz de Luis Posada) nunca ha terminado de quedar muy clara, y los directores creen que es un plus que tiene el personaje: "Siempre hemos tenido la cosa de que hemos hecho el personaje más atípico de la historia: una momia de quinientos años, travesti, sexualmente ambigua y que está como una auténtica regadera", dice Enrique Gato, que confiesa que el actor británico que presta su voz en inglés ha llegado a decirles que lo que más le sorprende es que le salga tan natural el papel. David Alonso dice que muchos niños les han preguntado por el sexo de la Momia, pero lo tienen claro: "Para nosotros es asexual y nos gusta mucho jugar con eso".

El equipo decidió recuperarla como alivio cómico de la secuela porque, a pesar de que no sale mucho en la primera entrega, el público se quedó prendado de ella. "Tiene algo muy especial", comenta Gato.

El personaje de Rackham fue el más difícil de crear. Hicieron decenas de diseños antes de dar con el definitivo. Pasó de ser una señora parecida a la madre de los Fratelli de 'Los Goonies', un anciano, uno que se parecía al dictador norcoreano Kim Jong Un en versión más bajita, a "un malo que diera miedo de verdad, que no fuera cómico", como explica el director. Buscaron algo más clásico, "más gentleman", con un toque de los villanos de James Bond y con inspiración en algunos personajes de Disney como Gaston de 'La bella y la bestia'. "Un villano que te creyeras", dice Gato.

¿Fue casualidad que Tiffany, la tercera en discordia en esta película, fuera una becaria resentida? Los directores quieren dejar claro que sí, que no tiene nada de relación con la actual situación en la que, por desgracia, muchos estudiantes trabajan como becarios con poco sueldo y pocas probabilidades de quedarse después con un puesto de trabajo. "Empezamos la película hace tres años, el tema no estaba tan candente", explica David Alonso. Pero sí han sabido captar bien la frustración del personaje de Adriana Ugarte, harta de ser siempre una segundona a la sombra de Sara, aunque admiten que en un primer borrador "la transformación de Tiffany iba a más". Por si acaso, aseguran que en su estudio cuidan muy bien a los becarios que tienen.

También le dieron muchas vueltas a la especie de triángulo amoroso que se forma entre Tadeo, Sara y Tiffany. "Es la parte del guion que más ha ido cambiando", dice Enrique Gato, que añade que Tiffany al principio era más una femme fatale pero que no encajaba con Tadeo y casi fue eliminada. Cuando la hicieron más similar al protagonista, le encontraron ese contrapunto a la vocación y los valores de Tadeo con una mayor ambición y pocos miramientos a la hora de ascender de Tiffany.

Sin duda, lo que resultó más complicado a niveles técnicos fue todo lo relacionado con el oro y la conversión de los objetos en oro con el poder de Midas. Tardaron entre cuatro y cinco meses en desarrollar el efecto visual de la conversión, de elegir la velocidad de transformación y de que tuviera sentido. Se decantaron por un efecto de escamas. David Alonso añade que querían que tuviera identidad y que no lo hubiéramos visto antes.

Para la secuela han intentado acercarse más a una historia más solida y más compleja, y al equilibrio entre la parte más infantil y la parte para adultos. Como dice David Alonso: "Siempre buscamos el balance tan chulo que tienen las películas de Pixar, que es a lo que aspiramos, dentro de la modestia de una película española". Otra de las inspiraciones fue, obviamente, Indiana Jones.

En la rueda de prensa de presentación de la película en Granada se confirmó que estaban preparando dos secuelas más con el personaje. Pero Enrique Gato y David Alonso son capaces de imaginar cómo su arqueólogo amateur conquista más tipos de entretenimiento. Aunque ya ha hecho sus pinitos en los videojuegos, por ahí podrían ir los tiros, soñando despiertos. "Los videojuegos y el cine están cada vez más pegados", explica Gato, que cree que llegará un momento en el que ambos mundos se fusionarán. También están alucinados con la evolución de la realidad virtual, que creen que "tiene una fuerza salvaje" y que "ha venido para quedarse". ¿'Tadeo Jones' en realidad virtual? ¿Por qué no? David Alonso apuesta por una experiencia de realidad virtual en la que viéramos todo con la perspectiva del perrete Jeff. Según cuentan, hubo planes para sacar un juego para móviles con el estreno de la película, pero el desarrollo era muy caro y se descartó.