Parece mentira, pero hace más de una década, nadie fuera de la comunidad friki de lectores de cómics asiduos sabía quién era Iron Man. Marvel aún no había dado el gran salto a la gran pantalla más allá del Spider-Man de Sam Raimi y la más o menos exitosa saga de 'X-Men', y la mera noción de un universo cinematográfico de películas de superhéroes marvelitas era una idea tan extraña como que Aquaman pudiera ser el héroe más guay de DC.
Ahora, diez años y 21 películas más tarde, el Universo Cinematográfico Marvel no solo es una realidad, sino que se ha convertido en la franquicia más exitosa del s. XXI, porque el UCM ha hecho historia, definiendo un modelo de negocio y consumo cinematográfico que impera en la actualidad.
Antes y después del UCM
No, no estamos diciendo que el UCM sea el primer ejemplo de un universo cinematográfico. Cineastas como Kevin Smith o Quentin Tarantino ya habían creado narrativas interconectadas en los 90 y estudios como Universal o Toho lo hicieron mucho antes con sus respectivos monstruos: Drácula, el Hombre Lobo o la Criatura de la Laguna Negra; además del lagarto radiactivo de Japón al que todos hemos conocido como Godzilla, el Rey de los Monstruos.
Lo que sí podemos asegurar es que el UCM ha sido el ejemplo a seguir en la tendencia actual de universos conectados. Después del éxito de Marvel Studios, las majors descubrieron que este modelo de producción era el futuro y todos los estudios se lanzaron a la carrera por crear sus propias mega-franquicias: Universal intentó relanzar su franquicia de monstruos con el 'Dark Universe', Sony trató de crear todo un universo en torno a Spider-Man y Warner Bros. (que allá por 2008 seguía anclada en la fantástica trilogía de 'El Caballero Oscuro' de Christopher Nolan) hizo lo mismo con sus propiedades DC, además de dar pie a un universo de terror lanzado por James Wan tras el éxito de 'Expediente Warren', y estos son solo algunos de los ejemplos que podríamos nombrar, porque la lista es amplia, muy amplia.
Pero lo cierto es que ninguno de estos macro-proyectos han conseguido alcanzar las cifras de éxito del UCM en taquilla, que ha recaudado más de 7 mil millones de dólares en taquilla (y eso sin contar con el estreno de 'Vengadores: Endgame', que promete reventar todos los récords taquilleros). Pero, ¿por qué no han conseguido los demás estudios replicar la fórmula del éxito de Marvel Studios? Esta pregunta no tiene fácil respuesta, porque si la tuviera no haría falta preguntárselo. La verdad es que la figura del "gran arquitecto" ha sido una pieza clave del éxito del UCM, y ese puesto solo tiene un nombre: Kevin Feige, el hombre responsable de que la franquicia marvelita sea lo que es hoy. Un productor ejecutivo familiarizado con el material original que ha buscado otros talentos para colaborar con él, con cineastas como Jon Favreau, Joss Whedon, Ryan Coogler, James Gunn o Anthony Russo y Joe Russo, directores que han sabido amoldarse al "modelo Marvel" añadiendo sus propios estilos y gustos personales a la receta de Feige.
Del frikismo al mainstream
Mucha gente piensa que el éxito del UCM se debe al favor de los fans de los cómics marvelitas (aquellos lectores de cómics asiduos de los que hablábamos antes). Pero la verdad es que el auténtico público objetivo de Marvel ha sido el gran público, porque, seamos sinceros, solo una minoría sabía quién era Iron Man antes de 2008 o qué eran las Gemas del Infinito antes de la llegada de Thanos. El mérito de Marvel ha sido saber trabajar a dos niveles, contentando a los "fans originales" (esos que coleccionan cómics y se saben el nombre de cada personaje y localización del Universo Marvel de las viñetas) y ganándose a los "fans de segunda generación" (que, sin necesidad de leer un cómic, han podido sumarse a este viaje superheroico).
Porque atraer a los primeros a las salas de medio mundo era una misión más o menos sencilla, al fin y al cabo, siempre quisieron ver grandes producciones protagonizadas por sus personajes favoritos. Pero, ¿cómo se consigue que el gran público acepte a un personaje como Ant-Man o que un mapache pueda hablar y sea amigo de un árbol que solo dice tres palabras? Poco a poco. Marvel sabía que no podía apresurarse. Necesitaban un héroe más o menos "realista" que cautivara a la audiencia y Iron Man era el personaje perfecto para convertirse en la cara de la franquicia, es un tipo carismático, con conflictos dramáticos que explorar y una historia de redención clásica: un vendedor de armas millonario y engreído que se convierte en héroe al descubrir el horror de sus actos.
Con el tiempo, Marvel fue ganándose al público y pudo arriesgar más con personajes como Thor, que fue allanando el camino para cosas más excéntricas como 'Guardianes de la Galaxia'. Pero Marvel no podía llegar hasta ahí sin un primer mega-éxito, un hito que cambiara las cosas, un gran evento: 'Los Vengadores', la entrega del UCM que lo cambió todo. Si la primera entrega vengadora no era un éxito, Marvel nunca podría llegar a 'Vengadores: Infinity War' o 'Endgame'.
Marvel ha cambiado el cine porque ha conseguido que la gente acepte a sus personajes como iconos modernos, con paciencia y mimo, el estudio ha convertido a Los Vengadores y el cine de superhéroes en la moda actual. Las adaptaciones de cómic ya eran populares antes, gracias a títulos como 'Superman', 'Batman' o 'X-Men', pero Marvel ha sido el principal responsable de la actual época dorada de los superhéroes en la gran pantalla.
En la variedad está el gusto
Es verdad que todas las entregas del UCM siguen ciertas convenciones que le dan a todas las películas una seña de identidad inconfundible. Las películas de Marvel son lo que son por su sentido del humor para toda la familia, su épica, sus personajes maravillosos y sus escenas post-crédios (una moda que también era anterior al UCM, pero que ha sido popularizada por Marvel).
Pero dentro de esta aparente fórmula hay muchos matices distintos. Marvel sabe darle a cada película un toque único, y el bueno del Capi es el mejor ejemplo: 'Capitán América: El primer vengador' es una cinta bélica de época con una esencia anticuada (en el mejor sentido de la palabra) y clásica, 'Capitán América: El soldado de invierno' es un thriller de espionaje e intriga sociopolítica al estilo de los años 70 (popularizada por cintas como 'Los tres días del cóndor') y 'Capitán América: Civil War' es un el gran evento que funciona como punto de giro de saga, dividiendo a los héroes y al fandom, cambiando el rumbo del UCM.
Y aquellos seriéfilos y seriéfilas que buscaran un contenido más adulto, lleno de violencia y drama, podían acudir a Netflix para disfrutar de 'Daredevil', 'Jessica Jones', 'Luke Cage', 'The Punisher' y el resto de proyectos marvelitas de la plataforma de streaming, al menos hasta que el titán del video on demand decidió deshacerse de todas estas series.
Un nuevo modelo de producción y consumo
Cuando una nueva entrega de su saga comiquera llega a las carteleras se produce un fenómeno similar a lo que pasa cuando HBO por fin sube el siguiente episodio de 'Juego de Tronos'. ¿La razón? El UCM nunca ha sido una saga cinematográfica para Marvel Studios, que ha enfocado su franquicia como si se tratara de una serie, no puedes perderte ningún "capítulo". Esto genera una sensación de ansiedad en sus fans, que no pueden perderse la próxima película de Marvel, porque podrían perder el hilo de lo que está pasando y si deciden arriesgarse a saltarse una de las películas marvelitas, la próxima entrega podría estar llena de spoilers, y eso le quitaría toda la gracia.
¿Cuántas personas van a ver 'Endgame' sin haber visto 'Infinity War'? Nadie, tal vez haya alguien, pero todos sabemos que esa minoría es tan pequeña que es seguro asumir que puede que ni siquiera exista. En resumen, el UCM ha cambiado el cine porque ha creado un modelo de negocio único que ha tratado de ser replicado por la industria cinematográfica, pero que no ha conseguido capturar la imaginación de la audiencia de la forma que lo han hecho los Vengadores. Porque, 21 películas y más de una década después, vamos a ir corriendo a ver 'Endgame'.