Hace dos años la película 'El congreso' nos planteaba una duda ética acerca de hasta dónde puede llegar Hollywood en lo que respecta al control de los actores. Robin Wright aceptaba un acuerdo con un estudio por el cuál este podía escanearla y emplear su imagen en sus películas, y aunque esa película fuera de ciencia ficción, parece que no dista demasiado de la realidad actual.
Sobre todo en lo que afecta a las grandes producciones, cuando un actor fallece sin haber terminado de filmar la película, a la tragedia inherente al evento se suma el enigma de qué se hará para que su personaje no se vea afectado o que sufra lo menos posible. La muerte de Paul Walker a finales de 2013 puso en un aprieto al director de 'Fast & Furious 7', James Wan, que recurrió a los hermanos del actor, Cody y Caleb, y a imágenes de anteriores películas para que Brian O'Conner no perdiera tanta presencia en el montaje final.
Pero eso no fue todo, porque, según informa The Hollywood Reporter, la veterana compañía Weta Digital habría sido la encargada de que no se notara la ausencia del actor real, es decir, tuvieron que emplear técnicas digitales para recrear al actor. Por lo que han comentado los críticos, si no fuera porque ya lo sabían antes de ver la película, no se habrían dado cuenta de la muerte de Walker. Por lo tanto el resultado ha sido muy positivo, planteando la duda de hasta qué punto los estudios podrán abusar de estas técnicas para su beneficio propio.
Pasando por el escáner
Aunque el objetivo no sea el de recrearles sin justificación, ya no es una práctica tan extraña la de escanear a los actores antes del comienzo de la producción por si es necesario más adelante recrearlos. Scott Squires, supervisor de efectos especiales, explica el uso de esta técnica: "Si hay algún indicio de que sea necesario un escáner, escanean al actor al comienzo de la producción. También he escuchado acerca de estudios que escanean a actores simplemente como algo de archivo." Este es un tema algo peliagudo, ya que si se desarrolla de la manera incorrecta los actores quedarían en un segundo plano y los estudios tendrían un control absoluto. Por ahora tendremos que alegrarnos de que al menos Philip Seymour Hoffman fue respetado y decidieron no recrearle en 'Los Juegos del Hambre'.
