Aunque lleva confirmada dade 2018, lo de 'Gladiator 2' es un proyecto tan extraño y que avanza tan lento que siempre parece que nunca verá la luz. Sin embargo, en una entrevista para Entertaiment Weekly, Connie Nielsen, Lucilla en la película, ha vuelto a confirmar que la secuela sigue en marcha y que espera recuperar su papel: "Ya hemos tenido noticias de los productores. Creo que es solo una cuestión de qué película va primera en la apretada agenda de Ridley (Scott). Después ya es cuestión del COVID y de cuándo volveremos l trabajo. Pero claro que estaría interesada en hacerla, seguro, obviamente es un proyecto maravilloso así que por supuesto me interesa".
La entrevista es parte de la celebración del 20 aniversario de 'Gladiator', película que le dio a Russell Crowe su único Oscar hasta la fecha. Lo que no está claro es que el actor que dio vida a Máximo vaya a volver en esta entrega, pues parece que el argumento giraría en torno a la figura de Lucius, hijo de Lucilla y sobrino de Cómodo (Joaquin Phoenix).
Lucila fue la segunda hija del emperador Marco Aurelio y hermana de Cómodo, con el que tuvo una relación incestuosa que la película evade. Según la historia, murió asesinada en su destierro en la isla de Capri por orden de Cómodo, sin embargo, en la versión de Scott sobrevive tanto al emperador como a Máximo y termina honrando la memoria del gladiador junto a su cuerpo en la propia arena. La película también insinúa una relación romántica entre Lucila y Máximo por la que, según la actriz, Crowe luchó para que permaneciese platónica: "el romance podría haber sido más explícito, podríamos haber ido por ese camino o aludir a lo que habría sido, pero él tenía que permanecer puro, como un esposo aún en duelo, para representar verdaderamente los valores y el heroísmo de su personaje".
El mejor momento
El artículo de Entertaiment se centra en recordar también los mejores momentos de Nielsen durante el rodaje y la actriz no tiene dudas de cuál es su recuerdo favorito: "probablemente fue mi llegada al fuerte en Malta. [Ridley Scott] venía a mi encuentro en medio de la plaza, que estaba al pie de la reproducción del Coliseo. Él estaba masticando su cigarro, como siempre, y sonreía, parecía absolutamente feliz en medio de lo que probablemente era una situación desastrosa, pero era imposible que lo adivinases".