Los problemas que en un principio preocupaban a Sony, como la filtración de varios de sus estrenos navideños o la publicación de emails de sus directivos, parecen haber pasado a un segundo plano cuando el estandarte de la libertad de expresión, representado por 'The Interview', se ha colocado en primer lugar.
Lo que en un primer momento parecía un simple problema de seguridad informática en un gran estudio de cine, se ha convertido en un conflicto internacional cuando el Presidente Obama, y el FBI, culparon directamente a Corea del Norte del hackeo y se negó a que "un país con un dictador impusiera la censura aquí (Estados Unidos)". Pues bien, Corea del Norte, como no iba a ser menos, ha contestado a las acusaciones, primero asegurando que ellos no fueron los piratas informáticos y proponiendo una investigación conjunta, y después insultando a Obama. Muy de su estilo, vamos.
"Obama siempre es un imprudente con sus palabras y sus hechos, como un mono en un bosque tropical", declara uno de los portavoces de la Comisión de la Defensa Nacional del país asiático a la Associated Press. Además de culpar a Obama del estreno de 'The Interview', a la que califican de "ilegal, deshonesta y ultraderechista", y al FBI de los parones de internet sufridos durante los últimos días en el país. Una venganza muy del estilo estadounidense, también.
Mientras tanto en los cines...
Mientras que el hackeo del estudio ha pasado a palabras mayores entre los dos países, la comedia que ha causado la polémica consiguió llegar a los cines a pesar de las amenazas, donde recaudó casi un millón de dólares en su primer día en las salas, que recordemos, fue el pasado 25 de diciembre, Navidad. Además todavía falta por hacer el recuento de las ganancias de los portales de internet de VOD que también decidieron estrenarla.