Acudir a ver una nueva película de Pixar es una experiencia especial. Un evento en el que tanto niños como jóvenes y adultos tienen la certeza de que van a encontrarse con algo único y mágico. Sin embargo, no siempre recordamos que antes de que la compañía vuelva a dejarnos fascinados con su nuevo largometraje, hay un ritual previo: un corto.
Sin que hayamos reparado demasiado en ellos, los cortometrajes de Pixar siempre estuvieron ahí. Son esas pequeñas joyas animadas capaces de hacernos olvidar la película por la que hemos acudido a la sala. Porque nos hemos indignado con el retraso de 'Los Increíbles 2', pero no nos importará esperar 8 minutos más para descubrir 'Bao', el curioso nuevo cortometraje que acompaña a la secuela de nuestros superhéroes animados (y el primero de todos, por cierto, dirigido por una mujer).
Dieciocho pequeñas grandes historias ('Bao' será la número 19) que han acompañado a cada uno de los largometrajes de Pixar, con la salvedad de 'Coco', tras la polémica que obligó a Disney a retirar el insoportable y largo corto de Olaf. La gran virtud de muchos de ellos es conseguir que, pese a ser relatos contados en muy poco tiempo, no por ello nos emocionan menos o dejan menos poso que sus hermanos mayores.
Ampliando el Universo Pixar
Si los largometrajes de la compañía que dirigiera John Lasseter nos han mostrado los sentimientos de los juguetes, los monstruos, los peces o hasta las propias emociones, sus cortometrajes no se han quedado atrás. Sus historias han ido desde un travieso flexo saltarín (que acabaría convirtiéndose en el emblema de la compañía) hasta un pequeño bollo relleno (sí, ya hemos dicho que 'Bao' va a ser muy particular), pasando por pájaros, nubes, alienígenas y hasta volcanes. Nada escapa a la imaginación de Pixar.
Este es un homenaje a todos esos teloneros que en muchas ocasiones han superado a los grandes protagonistas de la función.
Los cortos de Pixar, de peor a mejor
'Saltando' (Bud Luckey)
Este pequeño cuento sobre una danzarina oveja esquilada a la que un conejílope (sí, un conejílope) hace recuperar el optimismo acaba resultando un poco irritante, quizás por la falta de costumbre que tenemos en la actualidad a esta forma de contar historias.
Acompañante de 'Los Increíbles' en 2004, se trata de un homenaje a las fábulas rimadas que caracterizaron la animación estadounidense en los años 50 y 60. El legendario animador y narrador Bud Luckey no sólo se encargó de la dirección, también puso voz a todos los personajes en la versión original, algo más soportable que la española.
'Lava' (James Ford Murphy)
De todos los conceptos locos que ha manejado Pixar, la historia de amor entre dos volcanes es probablemente el que más nos hace preguntarnos qué fue necesario para que surgiera y saliera adelante. Aunque pensándolo bien, más arriesgada si cabe era la idea de 'Del revés (Inside Out)', la película que 'Lava' precedía en 2015.
Al margen de esto, 'Lava' es una de las historias más simples que Pixar nos ha dejado. Está más cerca de ser el Lyric Video de la rítmica canción que lo acompaña que de los grandes cortometrajes de la compañía.
'Azulado (The Blue umbrella)' (Saschka Unseld)
A partir de aquí, todas las obras de la lista son como mínimo diminutas historias contadas de forma ingeniosa y divertida. Es el caso de 'Azulado (The Blue Umbrella)', estrenado junto a 'Monstruos University' en 2013. 'Azulado' es otra particular relación romántica entre objetos inanimados. En este caso dos paraguas en medio de una lluviosa noche en la gran ciudad.
El realismo de las imágenes y los contrastes entre la monotonía general con la luminosidad de los paraguas son los apuntes más destacables de un corto que no ofrece demasiado nuevo. Las sonrisas pervertidas de los objetos de la ciudad tampoco ayudan...
'Luxo Jr' (John Lasseter)
Este cortometraje es el primer gran hito de Pixar. Se trata del segundo que realizaron, tras 'Las aventuras de André y Wally B.', pero el primero que contaba una verdadera historia, el primero que animaba objetos y el que supuso un salto en la calidad de la animación. También les dio su primera nominación al Oscar.
Todo ello llevó al estudio a establecer a Luxo como la gran y ya mítica imagen de la compañía. Y también a estrenarlo en salas junto a 'Toy Story 2' en 1999, 13 años después de su lanzamiento original. 'Luxo Jr.' se centra en un travieso flexo que juguetea con su ¿padre?, ¿madre? Un entrañable y sencillo sketch animado.
'Toy Story: Vacaciones en Hawaii' (Gary Rydstrom)
Es, hasta el momento, el único corto basado en una obra previa de Pixar de todos cuantos han acompañado sus nuevos lanzamientos (en este caso el de 'Cars 2', en 2011). Este hecho le hizo granjearse bastantes críticas en su estreno, pero lo cierto es que 'Vacaciones en Hawaii' es un corto ejemplar y muy divertido.
Nos cuenta cómo Woody, Buzz y toda la pandilla organizan unas vacaciones tropicales de ensueño para Ken y Barbie en plena habitación. El buen rato que hace pasar nos hace conservar la fe en 'Toy Story 4', la nueva secuela de la saga que llegará en 2019.
'Presto' (Doug Sweetland)
Un frenético cortometraje que narra la encarnizada lucha entre un mago y el conejo de su chistera en medio del escenario. Y todo porque el animal no puede comerse su añorada zanahoria...
'Presto' nos regala cinco trepidantes minutos de golpes y caídas en lo que supone un nuevo homenaje de Pixar: en este caso al slapstick clásico y a las alocadas aventuras de los Looney Tunes. El contraste con el contemplativo inicio de 'WALL-E: Batallón de limpieza', cinta a la que precedió en 2008, resulta cuanto menos chocante.
'Knick Knack' (John Lasseter)
Otro ejemplo de una aventura en la que el protagonista sufre todo tipo de rocambolescas desgracias. En este caso le toca a un pequeño muñeco de nieve atrapado en una bola de cristal, que quiere integrarse con objetos decorativos de la habitación mucho más veraniegos (en especial con una muñequita playera).
Un corto que crece en ingenio por momentos, y que en sus últimos segundos saca hasta la carcajada. La representación de la mujer quizá no sea la mejor para una obra destinada a los más pequeños, eso sí. La pieza data de 1989, pero no fue lanzada en salas hasta 2003, junto a 'Buscando a Nemo'.
'Pajaritos' (Ralph Eggleston)
Vinieron a por lana y salieron trasquilados. Así se resumen los tres minutos de este corto ganador del Oscar, uno de los más breves de la compañía. Una divertidísima historia sobre la importancia de aceptar lo diferente. Y sobre el poder del karma.
Un grupo de pequeños pajaritos dejan de parecernos monos cuando se empiezan a meter con un ave más grande que quiere unirse al grupo. Porque como nos demostró Sully en 'Monstruos, S.A.', la cinta a la que este cortometraje acompañó en los cines en 2001, los seres más grandes también son muchas veces los que tienen un corazón más grande. Sobre todo si son azules.
'Piper' (Alain Barillaro)
Se ve que los pájaros dan suerte a Pixar, ya que con 'Piper' la compañía acabó con una racha de 15 años sin lograr el Oscar al Mejor Cortometraje (desde, precisamente, 'Pajaritos'). Lo cierto es que este corto fue toda una sensación, una de las obras más entrañables y visualmente asombrosas que la compañía nos ha regalado.
El nivel de detalle roza la perfección en este relato de superación personal (bueno, animal) que protagoniza una pequeñita ave contra sus miedos. Acompañaba a 'Buscando a Dory' en 2016, y todos nos quedamos con las ganas de ver a Piper en un crossover con el pez de poca memoria.
'El hombre orquesta' (Mark Andrews & Andrew Jiménez)
Es increíble la cantidad de giros que nos deja este corto en apenas cuatro minutos. Primero vemos un músico comenzando a tocar en una plaza. Luego llega una pequeña niña dispuesta a tirar una moneda en la fuente, pero el músico tratará de ganársela. Y cuando parece que lo va a conseguir, un contrincante aparece. Pero no acabarán ahí las sorpresas...
Esta historia sobre el peligro de la codicia, construida como un vibrante crescendo musical, cosechó en 2006 bastantes más elogios que 'Cars', su supuesta hermana mayor.
'Abducido' (Gary Rydstrom)
Los alienígenas también tienen período de prueba. Ese es el concepto de este divertidísimo cortometraje, que precedía a 'Ratatouille' allá por 2007.
En él, una nave espacial no puede abducir a un hombre por la "negligente" labor de un alien que está siendo examinado de lo que parece ser el carné de conducir intergaláctico. No menos sorprendente es el profundísimo sueño del humano, a prueba de golpes y casi de aplastamientos. El gritito final es mejor que muchas escenas postcréditos.
'Tin Toy' (John Lasseter)
Si un cortometraje puede rivalizar con 'Luxo Jr.' en importancia histórica para Pixar, ese es 'Tin Toy'. Supuso la confirmación definitiva de que habían llegado para quedarse. Además de darles su primer Oscar, no puede entenderse 'Toy Story' sin este corto, su precursor directo en 1988 (siete años antes de su estreno).
Aunque aquí no vemos a los juguetes actuando de forma claramente humana, somos testigos de muchas emociones por las que atraviesa un muñeco de hojalata "acosado" por un bebé. Y en un brillante giro descubrimos que no es el único.
'Sanjay's Super Team' (Sanjay Patel)
Un niño recrea en su cabeza una espectacular batalla en la que tres dioses hindúes, que su padre venera pero que a él no le interesan, se convierten en sus superhéroes favoritos y se enfrentan a un terrible enemigo. Inspirado en los orígenes del propio director, el despliegue visual y la combinación de distintas técnicas de animación hacen que contemplarlo sea una gozada.
Quizá el corto más personal y diferente de la lista, 'Sanjay's Super Team' nos muestra el poder de la imaginación a la vez que se percibe una defensa de la fe y la religión siempre y cuando avancen y se modernicen. Se trata de una obra injustamente poco reivindicada, quizá porque se estrenó junto a la ya olvidada 'El viaje de Arlo', en 2015.
'El juego de Geri' (Jan Pinkava)
Una década antes de inundar de lágrimas las salas de todo el mundo con 'Up', Pixar ya abordó con ingenio y humor un tema tan espinoso como la soledad de la vejez. 'El juego de Geri', uno de los cuatro cortos de la compañía ganadores del Oscar, lo hace a través de una partida de ajedrez en la que un anciano se desdobla para jugar contra sí mismo.
De nuevo, Pixar afronta un reto más difícil todavía y nos deja con la boca abierta (nunca mejor dicho) con la recompensa que hay en juego. La mejor muestra de su capacidad para hacer accesibles temas tan adultos. Acompañó en salas a la estupenda 'Bichos' en el año 1998.
'Parcialmente nublado' (Peter Sohn)
Todos sabíamos ya que los niños los traen las cigüeñas, pero tuvo que llegar 'Parcialmente nublado' para descubrirnos que los fabrican las nubes. Pero no todos los retoños son adorables y amorosos. Una nube negra tiene la dura tarea de crear las crías de las más temibles especies, y claro, la cigüeña que tiene asignada está un poco harta de sufrir todo tipo de percances.
Un nuevo canto de Pixar al valor y la necesidad de lo diferente, que además en su final invita a conservar la esperanza en las personas. O en las cigüeñas. En 2009 surcamos el cielo con Pixar por duplicado, ya que después nos subimos a la casa voladora de 'Up'.
'Lou' (Dave Mullins)
En este cortometraje Pixar incide en su denuncia contra los acosos. Esta vez, antes de adentrarnos en una aventura más distendida como la de 'Cars 3' (2017), esta obra toca un tema tan peliagudo como el abuso escolar.
Una especie de "ente misterioso" se encarga de recoger todos los objetos perdidos del patio de un colegio. Un día decide darle su merecido a un abusón, disfrazándose con los objetos que ha ido recopilando. Será el comienzo de un duelo digno del mejor western.
'La Luna' (Enrico Casarosa)
¿Qué es la infancia sino un continuo proceso de aprendizaje? Crecemos fijándonos en nuestro alrededor, somos lo que somos (especialmente durante nuestros primeros años) por imitación a nuestros padres, abuelos... Nuestros primeros referentes. Pero claro, no todos nuestros ídolos piensan igual, y ahí es cuando surgen los primeros conflictos internos.
Todo esto y más está presente en 'La Luna', el corto que acompañó a 'Brave (Indomable)' en 2012 y una de las creaciones más hermosas de cuantas nos ha regalado Pixar. Dos formas, lo nuevo y lo viejo, se enfrentan a la hora de enseñarle a un chico cómo se hace el trabajo al que está destinado. Es posible que sea el más hermoso del mundo: barrer la Luna.
'Día y noche' (Teddy Newton)
Este cortometraje tenía el reto de acompañar en 2010 a la esperadísima 'Toy Story 3', la por aquel entonces considerada conclusión de la saga. Una película impresionante que significó el final de la infancia para una generación. 'Día y noche' no sólo está a la altura de semejante desafío, sino que resulta un complemento idóneo al unir, precisamente, dos generaciones: la de la animación tradicional y la de la animación generada por ordenador. Ambas se dan la mano en esta obra técnica y temáticamente compleja, riquísima en detalles e interpretaciones.
El 2D se utiliza en las figuras de Día y Noche, los dos personajes protagonistas, mientras que el 3D ilustra la vida que guardan en su interior (vida diurna en el caso del primero y nocturna en el del segundo). Dos personajes que parecen muy distintos y al principio no se caen bien, hasta que entienden que no pueden vivir el uno sin el otro. Como nosotros sin Pixar.