'Cosas que perdimos en el fuego' supone el salto a Hollywood de la cineasta danesa Susanne Bier, en una película protagonizada por Halle Berry, Benicio del Toro, David Duchovny, Alison Lohman y Omar Benson Miller entre otros.
La película cuenta la historia de Audrey Burke, quien pierde a su marido en un violento accidente. Acostumbrada a una vida llena de amor y comodidad después de once años de matrimonio, Audrey se siente perdida, por lo que pide ayuda a Jerry, un drogadicto amigo de su marido desde la infancia. Desesperada por llenar el vacío dejado por la muerte de su marido, Audrey le ofrece la habitación al lado del garaje con la esperanza de que pueda ayudarles, a ella y a los niños, a enfrentarse a tan inesperada pérdida. Jerry libra una batalla diaria para alejarse de las drogas, pero su inesperado papel como padre sustituto y amigo del hijo y de la hija de Audrey le aporta una desconocida capacidad de recuperación. Los frágiles lazos que unen a Jerry y Audrey amenazan constantemente con romperse mientras intentan sobrevivir al dolor y a la renuncia.
Lo cierto es que leyendo la trama de 'Cosas que perdimos en el fuego', uno diría que se encuentra ante el típico telefilm de sobremesa, en el que las tragedias humanas sirven de detonante para ahogar al espectador en un mar de sensiblería y lágrima fácil, y en realidad puede que éste sea precisamente el caso, pues la primera película fuera de Europa de Susanne Bier no va a dejar a nadie indiferente, debido a una verdadera saturación de drama en estado puro. Por el contrario, la diferencia entre un producto de segunda y una buena película radica tanto en el buen quehacer del director tras las cámaras como el de los actores ante ellas, y quizá por ello 'Cosas que perdimos en el fuego' resulta ser una película a tener en cuenta por ambos aspectos.
En el primero de ellos tenemos, por un lado, una dirección artística notable que, sumada a un guión cuya principal virtud radica en que divaga alrededor de sus personajes, y no a la inversa, hace de 'Cosas que perdimos en el fuego' algo más que un mero melodrama al uso. A eso hay que añadirle una fotografía nada convencional, repleta de encuadres poco ortodoxos, cortes en el metraje y primeros planos de ojos y manos en un ejercicio de estilo que apenas en ningún momento llega a recrearse en sí mismo.
Grande Del Toro
En cuanto al apartado interpretativo, tan sólo hay un nombre que merezca ser mencionado, el de Benicio Del Toro: el actor llena la pantalla con cada una de sus apariciones, con un lenguaje gestual incontestable y una interpretación verdaderamente portentosa que, pese al buen quehacer tanto de Halle Berry como de David Duchovny, no encuentra una pareja a su nivel a lo largo del metraje. Como decíamos, el resto del reparto cumple sobradamente, pero lo cierto es que 'Cosas que perdimos en el fuego' merece ser vista por el mero hecho de contemplar al atormentado personaje al que da vida Benicio Del Toro, por otro lado, muy en su línea, y que en cierta manera nos recuerda a su papel en 21 gramos.
Así pues, 'Cosas que perdimos en el fuego' es una película casi notable, que adolece quizá de cierta falta de originalidad en su historia, pero que se distancia de los productos habituales por su calidad tanto delante como detrás de la cámara.