Hay que tener mucha imaginación para llegar a mezclar dos géneros tan antagónicos como es el western y la ciencia ficción. O quizás no, sólo hay que darse cuenta de que estamos acostumbrados a pensar que, de existir los alienígenas, llegarán en algún momento del futuro. La colección de cómics en la que se basa la película nos presenta la teoría de que han podido estar aquí en cualquier momento.
Así, 'Cowboys & Aliens' se convierte en la típica película de ciencia ficción pero con la diferencia de estar ambientada en el pasado. Tomando esa premisa como base ocurren dos cosas. La primera, que Jon Favreau sabe perfectamente cómo trabajar con ese género. Y la segunda, que se le abre un amplio mundo de posibilidades para los seres espaciales con la época del Lejano Oeste.
Las ideas básicas funcionan de la misma manera para cualquier cinta sobre extraterrestres. Lugar tranquilo y normal se ve invadido por naves espaciales. Nosotros los llamaríamos ya aliens, ellos lo llaman demonios, por la época en la que se encuentran y la importancia del cielo y el infierno. Los hombres intentan sobrevivir a la invasión. Hasta ahí, excepto en la terminología, no hay mucha diferencia con respecto a cualquier otra.
El héroe sin embargo ya tiene que mezclar lo que se necesita para acabar con un bicho verde y ser ya de por sí un cowboy en toda regla, con ese porte a caballo y sus rudos modales. Daniel Craig funciona bastante bien entre dos aguas, que de clase ya aprendió en el MI6.
El hecho de haber perdido la memoria nos mantendrá con la incertidumbre y así, por fascículos, enterarnos del por qué de la llegada de los extraterrestres, y también justificará el brazalete que lleva en la muñeca y que le ayudará a ganar un poco de ventaja en el ataque. A Craig cuerpo no le falta para ser el héroe, sabe ponerse misterioso y seco, o demostrar que pueden aparecer sentimientos hacia otras personas.
Olivia Wilde sin embargo le supera con creces en misterio pero no consigue que su personaje case bien con el de Craig, una relación algo forzada que desvía la atención de la acción, clave de la película. Sin embargo, Harrison Ford sigue siendo uno de los grandes, sobre todo cuando tiene que hacer de rudo y aún más como abuelo cascarrabias. No estará para muchos trotes, pero en 'Cowboys & Aliens' deja claro que ni está acabado ni mucho menos ha perdido el grandísimo talento que tiene. Uno de los puntos fuertes de la cinta sin duda es verle actuar en el Far West como sólo él sabe.
Como anillo al dedo
Precisamente el Salvaje Oeste es otro punto a favor, con un pueblo muy logrado y sobre todo con una mentalidad acorde con esa época, tanto en las reacciones como en las caracterizaciones. Salvo algún descarado momento "siglo XXI" en ciertas expresiones, esta película no tiene nada que envidiar a otros western de ayer y de hoy, con el aliciente de que la incursión alienígena nos resultará cuanto menos sorprendente y dotará de agilidad a un género algo lento.
Pero al terminar llegaremos a pensar que no dista tanto de otra película de acción, y que los OVNIS pegan muy bien con los caballos. También el objetivo de la invasión es algo que nos podíamos esperar pero que nunca nos habríamos parado a pensar en él. La cinta llega en el momento perfecto para verla, una calurosa tarde de verano en la que nos apetezca una buena dosis de acción pero dirigida por un guión y no por escenas encadenadas sin ningún tipo de historia.
Realmente, 'Cowboys & Aliens' es una película sorprendente. No nos hubiéramos esperado ni la mezcla de géneros y tampoco de primeras puede resultar muy apetecible, simplemente por el rechazo a lo extraño, pero si nos atrevemos a probar lo que no conocemos nos podemos encontrar con una película muy entretenida, con el balance suficientemente ajustado de acción y guión y con buenos efectos especiales. Una superproducción que, tras los cientos de superhéroes que sobrevuelan nuestras cabezas, al menos se puede conformar (perfectamente) con el premio a la originalidad. No despuntará por mucho, como muchos blockbusters veraniegos, pero al menos cumple su cometido. Algo distinto que nos recuerda, aunque esté basado en un cómic, que el cine nos puede seguir sorprendiendo.
