Como todos sabréis, Netflix está haciendo un gran esfuerzo para traer productos propios a las pantallas de todo el mundo, y les está yendo de maravilla. Pero no solo eso, sino que, en ocasiones, han tomado producciones antiguas para darles un lavado de cara y mostrárselas a una nueva audiencia.
Una de esas producciones es 'Madres forzosas': el spin-off de la clásica serie cómica 'Padres forzosos'. Jeff Franklin, responsable del show (que acaba de estrenar la primera parte de su tercera temporada en la plataforma de streaming), siempre ha querido que un importante activo se incorpore a las nuevas entregas: las gemelas Olsen. Sin embargo, tras tantas negativas, Franklin ya no parece tenerlo tan claro. Estas han sido sus palabras:
"Personalmente, me he cansado de pedírselo. La puerta está abierta, pero no voy a llamarlas más para invitarlas. No parecen interesadas en venir. Han sido tres años de invitaciones, así que saben que la puerta está abierta. Es decisión suya decidir si quieren venir o no".
Así es 'Madres Forzosas'
La serie retoma las pericias y desventuras de la famosa familia Tanner. Años después y ya bastante crecidita, la hija de Danny Tanner, D.J es una mujer que ejerce como veterinaria y que se encuentra en la misma situación que experimentó su padre cuando era joven: se ha quedado viuda y debe cuidar de sus tres hijos pequeños. Para poder hacer frente a tal situación, DJ recurrirá a su hermana Stephanie que quiere hacerse con un espacio en la industria musical, a su mejor amiga soltera Kimmy Gibbler y a su disparatada hija Ramona, que se encuentra en plena pubertad. Todas ellas compartirán piso, risas e incidentes mientras intentan sacar adelante a la familia. Aunque los tres hijos de DJ se lo pondrán complicado.