'American Gods', la ficción basada en la novela de Neil Gaiman y tan aclamada por los medios, se ha topado con un bache en pleno camino hacia la segunda temporada. Los creadores y showrunners de la serie, Bryan Fuller y Michael Green han decidido abandonar el proyecto. Según confirmó una fuente relacionada con la producción de la serie a Variety, la salida vino después de varias discrepancias respecto al presupuesto de la nueva temporada.
La misma fuente aseguró que este presupuesto llegaría a a alcanzar los 10 millones de dólares por capítulo. Aún no se han confirmado las sustituciones, pero tanto Bryan Fuller ('Hanniball') como Michael Green ('Logan') tienen proyectos futuros a los que dedicarse. Green se encarga actualmente de la dirección de la serie de Netflix 'Raising Dion' además de otros proyectos televisivos y Bryan Fuller está trabajando en el reboot de 'Amazing Stories' de Steven Spielberg.
Chris Albrecht, jefe de la cadena Starz donde se emite la ficción, aseguró el pasado julio que mantendrán el desarrollo de 'American Gods' durante el tiempo que tenga sentido. "Es una serie muy difícil de hacer, hay muchas disputas, así que no puedo confirmar cuándo llegará la segunda temporada. Estamos intentando asegurarnos de que sea lo más pronto posible". Parece que tendremos que esperar un poco más de la cuenta para lo nuevo de la serie.
La serie del momento
'American Gods' ha sido denominada muchas veces como "la serie del momento". En el momento en el que Shadow Moon (Ricky Whittle) es puesto en libertad, se encuentra con Mr. Wednesday (Ian McShane), que le ofrece un trabajo para ser su guardaespaldas. A medida que comienza su viaje, Shadow descubre una América oculta donde la magia y la lucha entre los dioses viejos y nuevos es real. El éxito de la ficción hizo que renovase por una segunda temporada con tan sólo la emisión de los dos primeros capítulos, anunciado en mayo. La serie está disponible en Amazon Prime España.
Quién es quién en 'American Gods'
Mr. Wednesday
También conocido como Wotan, de cuya versión arcaica sale el palabra "wednesday", por eso los miércoles son los "Días de Odín". Igual que los jueves son los días de su hijo Thor y los viernes los de su mujer Freya. Los idiomas sajones sacan de la mitología nórdica los nombres de los días de la semana igual que nosotros sacamos los meses del años de la mitología romana.
Pero olvidaos del majestuoso padre de Thor que nos presentó Sir Anthony Hopkins en 'Thor'. La versión que vemos en la serie, magistralmente interpretada por Ian McShane, se acerca más a los relatos más antiguos del dios. Odín, antes de ser considerado el jefe de su panteón era lo que los estudiosos llaman un "trickster", un dios del engaño y de la habilidad, como luego fue Loki o entre los griegos era Hermes. Pero Odín es de los primeros dioses que tienen una evolución, se colgó nueve días del árbol Ygdrassil y perdió un ojo para ganar el conocimiento del universo y el poder supremo que le auparon a la cima de su panteón. Los más avispados ya se habrán dado cuenta de que Mr. Wednesday a veces tiene un ojo velado y de que a algún otro personaje de la serie le han ahorcado de un árbol para empezar su búsqueda de conocimiento.
Antes de que Marvel se metiera en nuestras vidas la representación más común era la de un viejo harapiento, con parche en el ojo, un gran sombrero, un cayado y siempre acompañado por sus cuervos Huginn y Muninn, que representan a pensamiento y a memoria. Puede que veamos una versión de estos poderosos animales en la serie, tened fe.
Mad Sweeney
No solo de dioses vive esta serie. Las creencias de la mayoría de países no son tan organizadas como las griegas o las nórdicas, con sus familias de dioses con atributos concretos. Este personaje es ejemplo de ello. El nombre de Mad Sweeney se extrae de la tradición oral irlandesa, pero bien podría tratarse de un apodo o de una broma que el propio personaje hace tomando el nombre de un rey castigado por la maldición de un santo. Y es que el propio Mad confiesa nada más aparecer ser un Leprechaun. Estos simpáticos duendecillos vestidos de verde cuyas chisteras se pasean por las calles para celebrar con orgullo y alcohol el día de San Patricio tienen una fijación por las monedas de oro, como las que supuestamente guardan en un caldero al final del arco iris, o las monedas con las que tanto juega Mad. Pero no os dejéis engañar por la versión mas edulcorada del Leprechaun, este personaje no es un simpático señor bajito con barba. Más bien parece representar todos los tópicos que se atribuyen a los irlandeses de manera brutal y temible, aunque su conexión con los temas de la buena y mala suerte sigue presente.
Bilquis
Esta diosa es en realidad la representación de muchas diosas. Ishtar, Afrodita, todas las diosas que han representado un poder femenino muy concreto, el de la seducción. Pero en este caso es una seductora famosísima de la historia, ni más ni menos que la reina de Saba, la tentadora de Salomón de la Biblia, considerada como medio humana medio demonio. Como vemos no son solo dioses lo que pueblan esta historia, sino todos los personajes de leyenda que han conseguido ser venerados en algún momento. Bilquis, al contrario que otros dioses que han encontrado otro modo de vida, sigue buscando la adoración y reverencia de los humanos, y a través de sus escalofriantes encuentros sexuales consigue las pequeñas dosis de fe que necesita para sobrevivir. No es la primera vez que Gaiman nos cuenta esta historia, en el tomo 'Vidas Breves' de 'The Sandman' ya teníamos a Ashanti haciendo algo muy similar, ejerciendo de stripper. La historia de Ashanti tiene una evolución tremenda, y veremos si la de Bilquis va por esos mismos derroteros, lo que nos reservaría momentazos en la serie.
Lowkey Lyesmith
Ya os habíais dado cuenta de que el compañero de Shadow en prisión era un dios, ¿verdad? Los trucos de magia, la extraña sonrisa y sobre todo su nombre son pistas esenciales. Estamos delante de Loki, el dios de los engaños, otro "trickster" que esta vez se ríe de todos nosotros ya desde la elección de su nombre humano. Lowkey Lyesimth se puede traducir como "hacedor de mentiras de bajo tono", vamos, que se está riendo de nosotros en nuestra cara. Loki pertenece al panteón de Odín, pero no tiene por qué ser hijo de este, la versión Marvel no es canon. Lo que sí nos enseña la existencia de este dios es la tendencia que hemos tenido los humanos a adorar a figuras moralmente ambiguas de gran ingenio. Figuras que pasan a ser dioses como Odín, protagonistas de fábulas como Jack el de las habichuelas mágicas, o supervillanos como el Loki de Tom Hiddleston. Loki aún no ha enseñado sus cartas en esta serie (perdón por la metáfora) pero no es el único dios del engaño que vamos a conocer.
Mr. Nancy
Éste es otro dios "trickster", en este caso de la mitología africana y caribeña. Ya sea como humano, zorro o en su representación más famosa, como araña, Anansi siempre está engañando y confundiendo a sus enemigos, que a veces, son nuestros enemigos también, de ahí la adoración.
Anansi engañó al dios del cielo para regalarle a la humanidad la capacidad de contar historias, y aunque aún sólo lo hemos visto en su alucinante segmento de introducción, Anansi acabará siendo parte fundamental de la guerra que prepara Odín.
Czernobog
Las mitologías no están escritas en piedra, y Gaiman juega con ellas y con sus similitudes. Hay temas y arquetipos que se mueven de un panteón a otro. Este es el caso de Czernobog, al que Mr. Wednesday quiere reclutar con su poderoso martillo de matarife, como si estuviéramos hablando de Thor, hijo de Odín. Pero no, es el dios eslavo Czernobog, la parte oscura de Belobog. Son los dos dioses eslavos de la oscuridad y la luz, respectivamente. De Belobog no sabemos nada todavía, puede que esté ausente, y sea el hermano del que hablan con nostalgia en esa casa. O puede que Belobog sea la manifestación oscura de un mismo dios que ahora mismo se presenta en esta faceta. Belobog no es un dios malvado, representa la noche, únicamente, pero la tradición cristiana lo consideró peligroso, de ahí su mala fama. La asociación con el martillo parece ser licencia de Gaiman, por ahora.
Zorya Vechernyaya y sus hermanas
La estrella de la tarde, la que abre las puertas al dios sol para que descanse en sus aposentos, esa es Zorya, que se reparte el resto del día con sus dos hermanas, echando de menos cuando fueron adoradas y contaban con el poder emanado de su conexión con el dios sol. Ahora a las hermanas sólo les quedan las obligaciones: una de ellas, y la más importante, es vigilar las estrellas que encadenan a Simargl, la bestia del final del mundo, que de escapar supondría un Apocalipsis que no queremos ver. O a lo mejor algún dios que otro está deseando justo eso, quién sabe. Por cierto, aunque los textos eslavos alguna vez citan a tres hermanas, lo habitual es que sean dos. Al incluir a la tercera hermana, Gaiman hace una clara referencia al trío Anciana-Madre-Doncella que se repite en la iconografía de todas las religiones del mundo.
El Jinn
A los Jinns, o D'Jinns los conocéis de toda la vida sin saberlo. La versión edulcorada de la que se queja el propio Jinn de la serie no es otra que el genio de la lámpara de 'Aladdín. De hecho, de ahí proviene en última instancia la palabra. En occidente conocemos a estos poderosos seres por 'Las mil y una noches' y ahí ya se intuía que el ser que vivía en la lámpara era una entidad poderosísima atrapada contra su voluntad. En la tradición más antigua, los D'Jinns, junto con los Ifrits y otros, son seres que se quedaron fuera del plan de Dios, ni hombres, ni ángeles, ni demonios. Seres que vagaban por los desiertos míticos y entablaban complicadas relaciones con los humanos a base de acertijos y hechizos. Pero como nos recuerda el que aparece en la serie, no están aquí para concederte deseos. O a lo mejor sólo uno, veremos a qué coste.
Mr. Ibis y Mr. Jackal
Estos dos dioses egipcios son los únicos representantes de su panteón en la serie, y al primero le hemos visto muy poco, por ahora. Al igual que otros dioses, Mr. Ibis ha encontrado una profesión que se ajusta a los atributos por los que era venerado, en este caso la sabiduría, con lo que de ha convertido en el cronista y narrador de las historias de los dioses. Suya es la mano que escribe al principio de cada capítulo. No le vemos con su forma original de dios con cabeza de pájaro, al igual que no vemos a Mr. Jackal como Anubis, el dios con cabeza de chacal, dueño del inframundo egipcio y responsable de pesarte el corazón a tu muerte para ver si mereces entrar en el reino de la vida eterna.
Easter
Esta antigua diosa germánica ha conseguido aunar en su ser a muchas otras diosas para seguir viviendo de la veneración que provocan. Y es que siempre va haber una forma u otra en la que los humanos celebremos la llegada de la primavera. Llámale Pascua cristiana o el Pesàj hebreo. Esto es lo que simboliza esta diosa, el momento de paso en el que la luz empieza a vencer a la oscuridad. Positividad y optimismo, pero también sacrificios y ciclo de la vida. Todos estos poderes ha acumulado esta diosa de diosas.
Vulcano
Como dios romano puede que sea uno de los más conocidos de todos los dioses que pasean por esta serie. Deformado y repudiado por el resto, el hijo de Juno, la reina de los dioses, pero no de Júpiter, se encargaba de crear las armas legendarias que blandían sus parientes, rayos, escudos y espadas mágicos y todopoderosos. De ahí que en esta realidad se haya convertido en parte de la industria armamentística de Estados Unidos. Poco más sabemos de este personaje en la serie, es el único dios de esta temporada que no aparecía en el libro. Toda una sorpresa.
Media, Mundo y Technical Boy
Gillian Anderson, Crispin Glover y Bruce Langley son las caras visibles de los Nuevos Dioses contra los que está maquinando Odín, y que de paso han puesto también su mirada en Shadow Moon. No son dioses como tales, pero son las representaciones antropomórficas de las obsesiones de la gente de este milenio, su concepto del mundo, su dependencia de la tecnología y su obsesión con los medios de comunicación. Son entes poderosos que están en la cima de su poder y que desean borrar del mapa a todos los dioses antiguos para sostener sus nuevas religiones. Son nuestros dioses sin religión.