Atención, contiene spoilers de 'Cats'
Desde la publicación de su primer trailer, 'Cats', la adaptación que Universal Pictures ha realizado sobre el homónimo musical de Broadway creado por Andrew Lloyd Webber (compositor, escritor y productor británico), ha centrado todas las miradas en la peculiar, y un tanto estrafalaria, caracterización de sus actores. La transformación en felinos humanoides a dado pie a que la gente, haciendo gala del implacable humor negro que reina en las redes sociales, empiece a comparar y sacar referencias de la película con el género furry, una subcultura basada en el interés que muestran sus miembros por los animales y/o criaturas antropomórficas (forma u apariencia humana). Y si Disney ya desató la polémica por la apariencia del genio de Will Smith ('Men in Black') en el remake de 'Aladdín', la cinta dirigida por Tom Hooper ('El discurso del Rey') parece que no va a quedarse atrás.
Y es que en medio de las cat-astroficas críticas que la película está recibiendo, que ya la coronan como una de las peores películas del 2019, la revista Vulture ha creado, en clave de humor, un juego de beber para amenizar la proyección a aquellos valientes que, a pesar de las nefastas opiniones que sigue sumando la cinta, se animen a verla en la pantalla grande. Entre las diversas reglas que conforman este hilarante e ingenioso juego, que os detallaremos a continuación, encontramos algunas que claramente reflejan el aspecto bizarro y la incoherencia que reinan en este proyecto. Porque seamos sinceros si en un juego de beber tienes que tomar un chupito cada vez que no le veas los pies a un gato o que te sientas "atraído" por una de estas criaturas, está claro que el material original del que nace está propuesta es de todo menos normal.
Cats: el juego de beber
"Bebe cuando te excite un gato. Bebe de nuevo para olvidar que te sientes atraído por un gato.
Bebe cada vez que veas un par de dedos y te horrorices. También puedes beber cuando veas un gato con zapatos y te sientas aliviado por ello.
Bebe cuando te des cuenta de que en realidad no conoces ninguna de las palabras que se usan para describir a los gatos gelatinosos. (Ej. Gatos prácticos, gatos dramáticos, gatos pragmáticos, gatos fanáticos, gatos oratorios, gatos escépticos, gatos dispépticos...)
Bebe cada vez que haya una escena de una barcaza por el Támesis. Este chupito es únicamente para matar el tiempo ya que estas escenas son aburridas e innecesarias.
Bebe cuando el pelaje generado por CGI te moleste.
Bebe cada vez que Jason Derulo (cantante y compositor americano) olvide su "acento británico" (Está regla solo es aplicable si se ve la película en Versión Original).
Bebe cuando la película te transmita alguna emoción real.
Bebe cada vez que creas que un gato está a punto de besarse con otro gato, pero luego solo se acarician de manera hipersexualizada.
Bebe cada vez que un plano imite la escena de Anne Hathaway cantando 'I Dreamed a Dream' en 'Los Miserables'.
Bebe cada vez que una frase de Rebel Wilson te haga desear tu muerte.
Bebe cada vez que te cuestiones el tamaño de un gato en la película, porque ninguno de los objetos humanos que aparecen en ella es proporcional a su tamaño.
Bebe cuando empieces a preguntarte por qué Idris Elba es el único gato con abdominales de la película.
Bebe cuando te des cuenta de que los personajes de Judi Dench e Ian McKellen se han acostado
Bebe cada vez que la trama no tenga sentido (Ej. Un gato teletransportando a otro usando magia que lo convierte en polvo)
Bebe durante el exquisito gruñido de Jennifer Hudson mientras canta 'Memory' y dice "es tan fácil dejarme".
Bebe cuando Judi Dench rompa la cuarta pared y descubras que los gatos sabían que los estabas observando todo el tiempo.
Terminate tu copa cuando te des cuenta de que no sabes qué es realmente un gato gelatinoso (Jellicle Cat)."
Placeres culpables
El mundo del cine, como cualquier otra rama del arte, está sujeto a las preferencias, gustos e interpretaciones de los usuarios que lo consumen. Por ello, a pesar de una mala recepción por parte de la crítica, una cinta aún puede tener la suerte de convertirse en un éxito de taquilla o incluso en una película de culto. Y si no que se lo digan a Tommy Wiseau, quien tras dirigir y protagonizar la que quizá sea una de las peores películas de la historia ('The Room'), vio cómo está acabo convirtiéndose en un fenómeno cultural que a día de hoy sigue atrayendo a los cinéfilos a su soporífera, pero hipnótica, trama surrealista que poco tiene que envidiar a cualquier película de serie B.
Y es que aunque parezca increíble, dentro de la industria cinematográfica existe una subcultura que alaba y disfruta de este tipo de películas, cuyo principal atractivo reside en la ridiculez de su conjunto, que en vez de espantar al espectador consigue atraerlo debido a esa morbosa necesidad de averiguar hasta qué punto la historia y sus personajes han desconectado por completo con la realidad. Lo que convierte a estos proyectos en una perfecta válvula de escape para cuando lo único que necesitas es relajarte, reír y distraerte. De hecho, la popularidad de estas cintas entre el público ha provocado que cada vez surjan más eventos dedicados a celebrar la existencia de este tipo de largometrajes, que todos juramos aborrecer pero que en nuestra intimidad disfrutamos consumir de vez en cuando.