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CRÍTICA

'La reconquista': Brillante crónica de un tiempo perdido

Jonás Trueba firma con este drama romántico que narra un reencuentro su mejor película hasta la fecha.

Por Iván Ginés Fernández 30 de Septiembre 2016 | 16:22

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Jonás Trueba es uno de los cineastas más interesantes de nuestra cinematografía. A pesar de su juventud (no olvidemos que únicamente tiene 35 años), el hijo de Fernando y sobrino de David ha dirigido cuatro largometrajes más que interesantes. Y sí, el mejor de ellos es el que motiva este texto, 'La reconquista', que viene de competir en la Sección Oficial del Festival de San Sebastián, donde generó una desconcertante división de opiniones.

Tras dirigir el pasado año la fresca, libérrima e intrascendente 'Los exiliados románticos', las intenciones y el resultado de su nueva película eran una verdadera incógnita. Afortunadamente, Trueba recupera el espíritu de 'Todas las canciones hablan de mí' y 'Los ilusos', sus primeras obras; sin embargo, 'La reconquista' es un trabajo único, tanto dentro de su filmografía como en el panorama cinematográfico. Y también es la confirmación de un autor que crea sus películas con total libertad, pensando más en sí mismo que en el espectador (algo que, a fin de cuentas, es una manera más de llegar al espectador).

'La reconquista' #1

Noche de reencuentro

'La reconquista' narra el reencuentro de una pareja que en plena adolescencia se prometió amor eterno, la atípica crónica de una noche de fiesta. 15 años más tarde, cuando se reencuentran, Olmo (Francesco Carril) vive con su novia (Aura Garrido) y Manuela (Itsaso Arana), que ha estado un tiempo viviendo en Buenos Aires, dice acostarse con un hombre distinto cada noche desde que ha vuelto a Madrid. Aunque sus vidas no se parecen en nada a las que habían imaginado cuando tenían 15 años, una carta, escrita por Olmo para Manuela y conservada por ella durante todo este tiempo, sirve para que ambos echen la mirada atrás y asuman lo perdido y lo vivido, lo irrecuperable; todo lo que pudieron ser y no fueron, lo que son.

En el reencuentro se leen cartas y escuchan canciones (su presencia en la película se convierte en un estado de ánimo) que nos hablan -a nosotros y a la pareja protagonista- en todo momento de un tiempo pasado. En este sentido, el viaje que ofrece 'La reconquista' es completamente opuesto al de 'Los exiliados románticos', por la carga y el peso que lleva consigo el primero y lo liberador que es el segundo.

'La reconquista' #2

Un viaje con final

Cuando concluye el viaje de Olmo, en una maravillosa secuencia en moto mientras suena 'Arcadia en Flor' de Rafael Berrio, Trueba utiliza otra carta, en este caso escrita por Manuela, para volver en forma de flashback al momento en que surgió ese primer amor. Acusada sin justificación de ser pedante y cursi (los propios personajes se ríen de lo que escribían de adolescentes), 'La reconquista' aporta en su segunda mitad el complemento necesario para entender la primera, para hacer de ella algo mucho más verdadero y especial, más emotivo. Porque, al fin y al cabo, esta grandísima película se siente como una vieja emoción.

La importancia que juega aquí la memoria es muy distinta a la que tiene en 'Los ilusos'. Si aquella era una película sobre el cine pero sin el cine, esta es una sobre el amor pero sin el amor (al menos el de 15 años atrás). La primera, a pesar de recrear de forma muy veraz la vida de algunos "ilusos", no dejaba de tener cierto tono de ensoñación, de ficción pura y dura. Sin embargo, 'La reconquista' transmite en su final un sentimiento de vacío irreparable. La belleza de la historia, de algunos de los momentos vividos por la pareja antes y ahora, se desvanece en el preciso instante que asumes que determinadas cosas, por no decir todas, son efímeras.

'La reconquista' #3

Las tradiciones de Jonás

En cuanto al reparto, Jonás Trueba vuelve a confiar en Francesco Carril para interpretar al protagonista, acompañado esta vez por Itsaso Arana, su complemento ideal para este trabajo. Trueba acostumbra a rodearse de amigos y nunca de grandes actores, consciente de que sus historias, el cine que quiere hacer y los personajes que quiere mostrarnos, únicamente necesitan verdad. Haciendo más hincapié en esto, se podría acusar a la segunda mitad de la cinta de artificiosa, pues sus jóvenes e inexpertos actores, que interpretan a Olmo y Manuela cuando tenían 15 años, se limitan a clavar los gestos de los personajes y actores adultos, a, en definitiva, representarlos. Quizá era necesario ese parecido exterior, que choca inevitablemente con los cambios internos, imperceptibles a los ojos del que mira.

'La reconquista' es una de las mejores películas españolas de lo que llevamos de década, y la confirmación de Jonás Trueba como un cineasta tan inteligente e interesante como efectivo y brillante. Esta es su obra más melancólica, verdadera y emotiva, la que más posibilidades tiene de permanecer en nuestra memoria con el paso del tiempo. Un memorable reencuentro cargado de ideas, silencios, palabras y canciones. Una feliz (re)conquista.

Nota: 8

Lo mejor: Su capacidad para generar empatía en el espectador y despertarle multitud de emociones.

Lo peor: La artificiosidad (necesaria y buscada) de la segunda mitad

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