El título de la última propuesta de Oliver Hirschbiegel es bastante claro para hacernos una idea de qué tipo de película nos vamos a encontrar. Es lo que vendría a ser un título spoiler, sin concesiones de ningún tipo.
Quizás su nombre casi impronunciable (para aquellos que no tengamos soltura con el alemán), os diga bien poco a muchos, pero si hablamos de 'El hundimiento', aquella película que abordaba las últimas horas del vil Adolf Hitler, al cosa cambia. El cineasta germano ha vuelto a terrenos más confortables después de sus batacazos en el mercado anglosajón con la desafortunada 'Invasión' (de hecho fue despedido antes de finalizar el rodaje) con Nicole Kidman, o con 'Diana', aquella cinta que relataba el romance secreto de la que fuera Princesa de Gales en los meses previos a su fatal accidente. La vuelta al hogar le ha traído un proyecto mucho más cómodo.
Y puede que ese sea el principal problema de '13 minutos para matar a Hitler', que es demasiado cómoda. Es una cinta que está muy bien hecha, porque el director sabe manejarse en estos escenarios con mucha soltura, pero nos deja fríos al final. Su estilo, historia, y hasta mensaje, ya lo hemos visto en bastantes ocasiones; la película no encierra grandes sorpresas.
Hirschbiegel ha demostrado en varias oportunidades que a nivel psicológico, en el tratamiento de personajes, sobre todo en relatos de corte más oscuro (no tenéis más que echar un vistazo a 'El Experimento') se desenvuelve con mucha soltura, pero aquí, más allá de algunas escenas (sobre todo las de las torturas nazis, las más crudas), no atisbamos gran cosa. El spoiler del título lo soluciona en los 10-15 primeros minutos del film. Después de eso nos metemos de lleno en el periplo que vive el protagonista a manos de los nazis.
La película arranca con el atentado, el grueso son las torturas y demás, y entre medias nos va contando la historia personal del protagonista, Georg Elser, a modo de flashback, introduciendo un romance por ahí y otros aspectos privados que se quedan un poco escasos. Es un retrato muy personalista, pero el gran fondo de la película se queda sin explorar. Es más interesante lo que no estamos viendo que lo que se muestra en pantalla.
La resistencia germana
Ahondando en esta idea de que tiene más interés lo que no se narra que lo que sí, resulta ilustrativo el salto temporal que se produce hacia el tercio final de la película. Esta nos describe un intento de atentado contra Hitler acometido por una única persona por su cuenta y riesgo, sin nada que ver con la operación Valikiria (esa que retrataron hace unos años los señores Singer y Cruise), pero al final la historia que nos ocupa acaba enlazando con esta otra historia. Es un título correcto, pero se queda ahí, no da para mucho más. Hay tramas e historias por debajo de esta sobre el hombre que quiere matar a Hitler por sus propios principios. Es muy interesante esa trama de los nazis que le han capturado y le torturan para intentar sonsacarle para quién trabaja o quiénes le han ayudado, pero al final es una película de desarrollo muy previsible, se ve venir todo a la legua y no da para mucho más.
'13 minutos para matar a Hitler' es una cinta que intenta hacer justicia a la figura de Georg Elser. Es una película basada en hechos reales en la que, más allá del ejercicio de homenaje a una figura desconocida para muchos, no reviste mayor interés. Es muy conservadora a la hora de desarrollar la trama. Hay un momento, por ejemplo, en el que el protagonista coquetea con los comunistas alemanes y se deja entrever el clima enrarecido del país, con las luchas sociales que se iban gestando en la propia Alemania mientras el nazismo vivía su momento de auge. Pero no terminamos de entrar en ninguno de esos aspectos. Tal como está planteada, es obvio que entrar en estos temas no es el objetivo de la película, y sí el ensalzar la figura del héroe, pero quiere ser tan respetuosa con la figura que se moja poco en otros aspectos y la crudeza se palpa sobre todo en la forma, no en el contenido.
Nota: 6/10
Lo mejor: La reivindicación de una figura olvidada de la lucha contra el nazismo.
Lo peor: El exceso de comodidad mostrada por su director.