La última vez que le vimos tras las cámaras, Clint Eastwood necesitó 208 segundos para convertir a Tom Hanks en un héroe americano, el capitán Sullenberge, que había hecho un amerizaje milagroso en el río Hudson salvando la vida de todos los pasajeros a bordo. Esta vez, sin estrellas de por medio, el director habla de otra tragedia interrumpida por la mano del hombre: la tentativa de atentado ocurrida en agosto de 2015 en un tren Thalys Ámsterdam-París, donde Ayoub El Khazzani intentó abrir fuego con un fusil automático.
Dos militares norteamericanos, Spencer Stone y Alek Skarlatos, junto a su amigo Anthony Sadler, redujeron al terrorista en minutos y evitaron la masacre. Una premisa espectacular y potente que, al estilo de 'Sully' y fiel al sello Clint Eastwood, rinde un homenaje cinematográfico a esos tres héroes americanos que arriesgaron su vida por evitar un atentado. El responsable de 'Gran Torino' nos sube a ese tren con un destino claro pero obligado a hacer paradas innecesarias y sin interés para el espectador por hacer hincapié en lo mismo, una y otra vez.
De nuevo, Eastwood quiere sacar lustre patriótico a una gran hazaña, la que llevaron a cabo esos tres amigos de la infancia, de viaje por Europa, el 21 de agosto de 2015. Alejándose de lo que hizo en su anterior largometraje, al recrear el accidente de avión y situar la trama en lo que pasó después, '15:17 Tren a Paris' nos sitúa en el momento del atentado y aúna todos los esfuerzos de la trama en retratar la vida de los personajes desde que son niños hasta que inician y recorren el viaje por el continente europeo que les llevaría a ser noticia. El principal problema de la película es que, más allá de ese momento crítico en el que El Khazzani se descubre armado en medio del vagón y Spencer Stone se levanta para derribarlo, no hay historia. O mejor dicho, sí hay una historia, poco efectiva, que se empeña en cebar el paso decisivo que van a dar los personajes cuando se vean al límite.
El cineasta huye de lo que habría sido un muermo mayor, el situar buena parte de la acción dentro del tren y trabajar el guión sobre ese escenario, mostrándonos desde pequeños a los protagonistas, unos personajes que están interpretados por los actores reales que impidieron el atentado. Contar con los verdaderos protagonistas y no recurrir a intérpretes profesionales es, quizás, la decisión más inteligente de esta producción. Lo que nos quiere contar Eastwood parte con dos niños que enuncian que la guerra es lo más por la fraternidad que se crea en las trincheras y el compañerismo que une a los soldados. Hace referencia a esos niños americanos que entran en contacto con las armas a muy temprana edad y ven en las Fuerzas Armadas a sus héroes.
Además, los personajes se construyen como dos chavales que, desde el principio, estaban llamados a fracasar pero que, ante las dudas, han optado por sacrificarse y sufrir para alcanzar sus sueños: alistarse e ir al frente. La narración se empeña mucho en manifestar que a Spencer le espera algo grande, además de marcar con una calavera París para alertar a los protagonistas de que es mala idea viajar hacia Francia. Luego también se da cabida a un discurso que pone en alza el destino prefijado y que empuja al protagonista a ser consciente de ese gran momento que va a vivir, el de maniobrar con el terrorista para esquivar a la muerte y salvar vidas, la 'obsesión' de estos dos militares.
Nacidos para esta 'misión'
Sin duda, '15:17 Tren a París' causa impresión con la escena de acción, que es espectacular y una reproducción de los movimientos de los pasajeros en esos minutos de pánico. No obstante, hasta llegar a ese momento que te ha llevado a sentarte en la butaca de cine, tienes la sensación de que Clint Eastwood está mareando la perdiz. Sabemos a donde vamos, que la historia va a derivar en ese frustrado atentado, pero tantas idas y venidas al final sólo buscan incidir en lo heroicos y abnegados que son los protagonistas, concretamente Spencer Stone.
Le falta sentido a ese perfil que hace el metraje de los amigos y que se queda más en la paja que en algo verdaderamente interesante. No hace falta que te recrees contándonos la vida de los personajes ya que es algo que carece de interés cuando todavía no hemos visto el punto de inflexión que marca el viaje en tren a París en sus vidas. Al revés de lo que sucedía con el héroe anónimo de 'Sully', que intrigaba durante toda la investigación de la película, el guión de '15:17 Tren a París' fracasa en este aspecto. Invierte todo su metraje en una historia poco centrada, con saltos temporales y escenas sueltas en una parte concreta de la película, para 'abandonarse' en un final esperado pero al que llegas con decepción. Hay un trabajo curioso para rematar esa escena y nada más. Entonces, cuando aparecen los créditos finales, el haber hecho un largometraje de 90 minutos para tan poca gloria de tu héroe particular parece demasiado.
Nota: 4
Lo mejor: El atractivo de que sean los protagonistas reales, la escena del atentado y alguna nota de humor.
Lo peor: Es un viaje redundante y poco interesante.