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CRÍTICA

'2001: Una odisea del espacio': Una oda a la ciencia ficción

El jueves 16 de abril vuelve a los cines una de las obras maestras de Stanley Kubrick, '2001: Una odisea del espacio', que marcó un antes y un después en el cine de ciencia ficción.

Por Diego Alfonso Pizarro Da Costa 14 de Abril 2015 | 10:42

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'2001: Una odisea del espacio' se ha convertido en una de las obras maestras de la historia del cine. Stanley Kubrick, uno de los maestros del Séptimo Arte, trajo esta cinta de ciencia ficción y misterio a los cines en el año 1968. La estética y el impacto visual que contiene el largometraje la catapultaron como una de las mejores películas de ciencia ficción de la historia por su calidad artística y visual.

 '2001: Una odisea del espacio'

La película cosechó una mezcla de críticas muy dispares, catalogando al film como una de esas películas que amas o que odias, sin término medio. Pese a ello, el film de Kubrick consiguió alzarse con cuatro nominaciones a los premios de la Academia, del cual se llevó el Oscar a los mejores efectos especiales, realizados por el propio Kubrick. En los premios BAFTA tuvo mayor suerte y se llevó tres galardones, a la mejor fotografía, al mejor sonido y al mejor diseño de producción, quedándose a las puertas de llevarse el BAFTA a la mejor película y al mejor director.

Una de las curiosidades más significativas del film y que mostraron la implicación de Kubrick en el proyecto fue que se encargó no únicamente en cuerpo y alma a la dirección de la película, sino que supervisó personalmente tanto los efectos especiales, la producción, además de escribir el guion junto a Arthur C. Clarke, autor de la obra 'El Centinela', en la que se inspiraron para sacar la primera idea.

Lo que hace tan rica y tan preciada esta película es que tras su visionado no parece un clásico antiguo, sino que podría ser perfectamente una obra maestra contemporánea. La imagen cuidada y el impacto que produce la gran realización de la ambientación, hace que se convierta en una película atrayente y que pese a su gran duración no se haga cargante. La rapidez y el dinamismo que presenta el film, viene apoyada de la gran consistencia narrativa que hay detrás, es una muestra de que el estilo narrativo complejo de una historia no tiene que estar marcada por el número de diálogos o la duración de éstos, sino que la influencia de lo visual como de lo auditivo ensalzan las historias y permiten seguir el hilo narrativo de manera más fácil.

 '2001: Una odisea del espacio'

Hay que subrayar que la historia que decide abordar Kubrick con este film es bastante compleja, sobre todo por qué no se limita a analizar o mostrar únicamente una parte, sino que crea una transición coherente para poder esclarecer cómo funcionaría una evolución de la humanidad hasta esa llegada a ese infinito que ocasionará una de las secuencias más famosas del film, acompañada del poema sinfónico 'Así habló Zarathustra' de Richard Strauss.

Otro de los elementos más destacables es la capacidad que ha tenido Kubrick para dar pie a la reflexión, y no mostrarnos su intención en la película, es decir, que seamos nosotros mismos los que podamos sacar conclusiones de lo que vemos, como es el caso del monolito que aparece en la película, pese a que muchos lo catalogan como una red informática establecida por una civilización extraterrestre, hay personas que han conseguido establecer unas nuevas teorías, por lo que cada persona puede establecer su percepción en la mayor parte de la película, permitiendo la reflexión después de verla, algo complicado cinematográficamente hablando, ya que en muchos casos la reflexión se termina nada más finalizar la película.

 '2001: Una odisea del espacio'

La armonía que acompaña a la obra

Uno de los factores que elevan esta película a la categoría de obra maestra, no es únicamente por su dificultad técnica sino también por la manera en la que ha sido montada para el público. Kubrick ha sabido unir la música, la imagen y la coherencia narrativa en uno solo para dar mayor connotación al film. Las obras clásicas que acompañan al film como música de Richard Strauss, Johann Strauss hijo o György Ligeti dan esa sensación de estar viendo un escenario épico, dándonos algunas de las secuencias más memorables del cine y consideradas en sí un portento de edición y grabación.

Además, el montaje realizado junto a los efectos especiales hacen del film de ciencia ficción un antes y un después en las películas de este género, otorgando un legado cinematográfico nunca visto antes. Ha sido inspiración para otras películas como la saga de 'Star Wars' o 'Alien, el octavo pasajero'. Es una de esas películas que por mucho que pasen los años siguen causando curiosidad y exaltación en las personas que la ve, no solamente por su contenido visual, sino porque se ha considerado como una de las películas de ciencia ficción que respetan las leyes de la física. Un ejemplo de que lo clásico nunca pasa de moda.

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