Cuando HBO España empezó a anunciar sus primeros proyectos y desveló que dos cineastas tan consagrados e irregulares como Isabel Coixet y Álex de la Iglesia iban a hacer dos series para la plataforma parecía una decisión arriesgada. 'Los Soprano', 'The Wire' o 'Sexo en Nueva York', por ejemplo, no eran proyectos de autores del cine sino de guionistas muy experimentados en la televisión. Pero ahora que ya hemos visto 'Foodie Love' y '30 monedas' podemos decir que la apuesta ha salido bien: ambos directores han volcado sus obsesiones, sus experiencias y también sus vicios en ambos proyectos, convirtiéndolos a la vez en obras aglutinadoras de sus trayectorias y erigiendo, en ambos casos, las mejores producciones de sendas carreras en los últimos años.
Porque '30 monedas', la serie que se estrena este domingo 29 de noviembre, es el mejor Álex de la Iglesia desde, quizá, 'Las brujas de Zugarramurdi'. Y tiene todos los elementos que el vasco ha ido hilando a lo largo de su carrera: religión y satanismo ('El día de la bestia'), brujería, terror sobrenatural ('La habitación del niño') y, esa constante de sus historias, la maldad y la locura que surgen del grupo, el monstruo de mil cabezas, la crueldad y la violencia que pueden nacer en una comunidad de vecinos, un bar confinado o un grupo de amigos que descubren que son perfectos desconocidos.
Aquí todo ello surge de un pequeño pueblo de Segovia donde empiezan a pasar cosas paranormales. Una vaca da a luz a un bebé humano, una adolescente desaparece jugando a la ouija con sus amigos, un espejo devuelve en su reflejo cosas que no deberían estar ahí... y en medio de todo está el cura de la localidad, el Padre Vergara (Eduard Fernández), un expresidiario, boxeador y exorcista con pinta de héroe de acción y brazos de culturista. Él, junto al alcalde del pueblo, Paco (Miguel Ángel Silvestre), y la veterinaria, Elena (Megan Montaner), irán uniendo las piezas del puzzle para descubrir que todo está relacionado con una conspiración religiosa y sobrenatural unida a las 30 monedas que Judas recibió cuando traicionó a Jesucristo.
Las monedas, una de las cuales está en el pueblo donde ocurre la acción de la serie, son un MacGuffin perfecto para introducir el caos, el conflicto y la desconfianza entre los lugareños. Poco a poco los vecinos irán volviéndose los unos contra los otros, y aunque los tres personajes centrales son los absolutos protagonistas, '30 monedas' sigue la estela de 'Twin Peaks' y otras ficciones basadas en pequeñas localidades que plantean una variedad de personajes secundarios que irán involucrándose más o menos en la acción dependiendo del episodio (algo que le sirve al director para rescatar a actores con los que ya ha trabajado en varias ocasiones como Macarena Gómez, Pepón Nieto, Carmen Machi, Jaime Ordóñez o Secun de la Rosa). En ese sentido Álex de la Iglesia ha hecho algo parecido a la 'True Blood' española, por tirar de un ejemplo reciente y que sale de la propia HBO.
Los primeros episodios plantean premisas bastante independientes, aunque todas relacionadas, casos episódicos que recuerdan a la estructura de "monstruo de la semana" que se sigue en tantos cómics de superhéroes y series como 'Expediente X', 'Fringe (Al límite)' o 'Embrujadas', pero todo ello echando mano de imaginería cristiana y los monstruos de John Carpenter. '30 monedas' empieza como algo parecido a 'Buffy, cazavampiros' en un pueblo de Segovia, y no hay nada malo en esta mezcla; aunque conforme la serie avanza hacia su octavo y último episodio la trama se vuelve más lineal y se centra en el misterio principal. Uno se pregunta cómo habría sido esta serie ajustándose a un modelo más tradicional de más episodios y temporadas: probablemente más irregular, pero también habría tenido espacio para crecer más y de una forma más orgánica, pues el guion abusa de giros y decisiones de personajes muy poco sutiles y algo tramposas.
Es toda una hazaña que De la Iglesia haya escrito y dirigido todos los episodios, por supuesto contando con la ayuda en el guion de Jorge Guerricaechevarría, colaborador en la mayoría de sus películas. También ha repetido en la música con Roque Baños, quien fuera nominado al Goya por sus partituras para 'La comunidad', '800 balas', 'Los crímenes de Oxford' y 'Balada triste de trompeta'; y en el maquillaje y la peluquería con Lola Gómez, que ganó el cabezón por 'Las brujas de Zugarramurdi'. Para la fotografía se estrena con Pablo Rosso, que nunca ha trabajado con él pero es recurrente en el cine de terror español a través de su trabajo en la saga '[REC]' y el resto de películas de Paco Plaza y Jaume Balagueró. Contando con estos nombres de primera clase, se le pueden sacar pocos fallos técnicos a '30 monedas', una producción que ha rodado escenas en varios países y que, a excepción de algunos efectos especiales de acabado demasiado digital, es ostentosa y espectacular.
Como suele ocurrir con De la Iglesia, el reparto mezcla actores de moda y atractivos con "monstruos" de la interpretación de carácter de nuestro país y caras nuevas y desconocidas. Eduard Fernández está tan imponente como era de esperar en un ganador de tres Goyas, pero del trío protagonista lo más interesante es lo que el director hace con Miguel Ángel Silvestre. Como ya hizo con Hugo Silva y Mario Casas en su día, De la Iglesia utiliza a un actor atractivo y de menor prestigio para construir un personaje muy distinto a los galanes que suele encarnar: este alcalde de pueblo de físico esculpido, de la escuela de políticos vistosos como Pedro Sánchez y Albert Rivera, es a la vez un buenazo y un panoli que acaba cada episodio con heridas y moretones nuevos que se le van acumulando. Un juego muy divertido y subversivo de la imagen del actor del que está claro que están participando tanto él como el director. De entre los secundarios destaca la fantástica Macarena Gómez, que vuelve a construir una mujer histriónica y tragicómica en Merche, la esposa del alcalde, una empresaria ambiciosa y algo clasista que tiene una ambigua relación con su marido basada en el poder que ambos ostentan.
Puro Álex de la Iglesia
'30 monedas' es una propuesta híbrida que mezcla los referentes de fantasía, ciencia ficción, terror y cómic que tanto apasionan al director de 'Acción mutante' con su maña para retratar la España más fea y despiadada. El resultado es una delicia para los amantes del género, una propuesta muy lúdica y autoconsciente con un espíritu gamberro y cutre muy divertido y a su vez con la ambición de un espectáculo épico.
Sorprendentemente, teniendo en cuenta cómo se le han ido de las manos todos los terceros actos de sus últimas películas, Álex de la Iglesia mantiene el control de '30 monedas' hasta el final y su clímax, por supuesto en las alturas, es relativamente lógico y contenido. También da pie a una posible segunda temporada, que recibiríamos con los brazos abiertos.
Nota: 8
Lo mejor: La mezcla perfecta entre cine de género y retrato de la España rural
Lo peor: Abusa de giros de guion poco sutiles y decisiones de personajes algo tramposas
