Los largometrajes documentales sobre una figura célebre del música, sea un solista, una banda o un músico, siempre despiertan curiosidad, especialmente cuando el protagonista del filme aparece en pantalla. Recientemente, se han podido ver títulos que han permitido al público conocer más a fondo la vida y obra, por ejemplo, de los Sparks en 'The Spark Brothers', dirigida por Edgar Wright, o Julien Temple, experimentado documentalista musical, que retrató la decadencia del rockero Shane MacGowan en 'Crock of Gold'. En una línea diferente, se estrena ahora 'A-ha: La película', con la que los tres miembros del grupo pop-rock hacen una especie de retrospectiva y saldan cuentas pendientes.
Dirigido por Aslaugh Holm y Thomas Robsahm, el documental es un repaso completo de la banda, desde sus inicios en su Noruega hasta su consolidación como icono de los 80, con temas míticos como 'Take On Me' o 'The Sun Always Shine on TV', sin olvidar cómo en los 90 su fama comenzó a decaer y cómo supieron levantarse y ser uno de los grupos nostálgicos que es capaz aún de llenar estadios. Lo virtuoso del filme es que aborda la vida de A-ha desde una perspectiva artística, informativa y personal. Combinación que, con los ingredientes tradicional del documental musical, permiten ofrecer un perfil bastante completo tanto de A-ha como de sus tres miembros: Magne Furuholmen, Morten Harket y Paul Waaktaar-Savoy.
Y es un aspecto positivo que debe resaltarse, dado que en varios documentales musicales actuales, especialmente los pensados para televisión, se suele dejar de lado el aspecto más importante por el que se hacen estas producciones: la carrera artística del o de los protagonistas. En esta propuesta, es interesante ver cómo tres chavales noruegos soñaban con convertirse en estrellas de rock, en un país en el que -hasta ese momento- nadie había logrado tener una carrera internacional. Esos sueños se transforman en pesadilla después del éxito de 'Take On Me', de su álbum debut 'Hunting High and Low'.
'Take On Me' es el himno oficioso de los 80, aquél que los marcó como una boyband al estilo de Soft Cell. Es interesante ver cómo la juventud y el deseo de destacar de los tres terminó por convertirles en un producto de discográficas. Igual de fascinante es ver cómo la banda luchó por encontrar su identidad en posteriores discos de estudio hasta erigirse en una de las fundamentales bandas de pop-rock de los 80 e inicios de los 90. Aunque se enfoque principalmente en su faceta musical, otro aspecto que destaca del documental es que también sirve para que sus protagonistas resuelvan sus cuentas pendientes.
Un legado musical que va más allá de 'Take On Me'
Aquí se ve cómo Magne, Morten y Paul viven una constante lucha de egos, que fueron los causantes de las diferentes separaciones que ha tenido el grupo. Aunque parezca un cúmulo de quejas, el filme retrata la relación de los tres de forma similar a la de un matrimonio que se conoce desde hace varias décadas, solo que a tres bandas. Puede verse que se tienen respeto y admiración mutua, pero que su relación profesional, algo que comentan frente las cámaras, no surgió con una amistad de adolescencia, sino que fue más bien un acuerdo pragmático que devino en una amistad, un elemento clave que permite ver por qué han podido reunirse varias veces.
El filme omite sagazmente ahondar en la vida personal de los tres, dejando una experiencia musical fascinante, que permite ver al grupo entre bambalinas. Aunque vivan un constante 'contigo pero sin ti', el grupo parece resistirse a separarse definitivamente. Es más, este mismo 2022 será cuando publique su undécimo álbum de estudio, además de haber reiniciado la gira que tuvieron que paralizar en 2020 debido a la pandemia del COVID-19. Una demostración de que, al menos de momento, no parece que las rivalidades y las rencillas personales hayan terminando separando a la banda para siempre.
'A-ha: La película' sabe rendir tributo al legado de una banda que, a pesar de sus contribuciones a la música, quedó en un discreto segundo plano. Un documental que también sirve para conocer más a fondo a tres artistas y sus egos y de cómo estos han sido los que han terminado forjando el destino del grupo. Una propuesta fascinante que, gracias a su equilibrio, ofrece un acertado retrato de una de las bandas más emblemáticas de los 80.
Nota: 8
Lo mejor: Rompe el prejuicio que existe sobre la banda, pues es mucho más que el aparente One-hit wonder.
Lo peor: Dado que van a publicar un nuevo álbum, su final queda un poco desactualizado.
