Son varios los casos de óperas primas que han conquistado a la crítica, encumbrando a sus realizadores, como Spike Jonze y su 'Cómo ser John Malkovich' (1999), Satoshi Kon y su 'Perfect Blue' (1997) o, más reciente aún, Xavier Legrand con 'Custodia compartida' (2017). Podría decirse que, en esa línea, llega el argelino Amin Sidi-Boumédiène con la atrevida 'Abou Leila' (2019), ganadora del galardón a la mejor película en la sección Nuevas Olas en el 16º Festival de Cine Europeo de Sevilla, premio de la crítica del D'A Film Festival de 2020 y mostrada en la Semana de la Crítica del 72º Festival de Cannes.
'Abou Leila' ya advierte al inicio de su metraje, citando un poema de William Blake. Lo que parece ser un thriller social, al narrar la Guerra Civil que asoló Argelia en los años 90, llamada la Década Negra. Un tiroteo en una zona residencial de clase media abre la mirada a esta historia de violencia. Se desconocen los motivos, solamente se muestra un asesinato y una afrenta entre agentes de la ley y un grupo de terroristas. De forma seca, tajante, se entra en un mundo asolado por el horror y el conflicto fraticida por motivos religiosos.
Después, la intriga continúa, con dos protagonistas, amigos de toda la vida, que van en busca de un peligroso terrorista, de nombre Abou Leila. Los hombres se detienen en un motel, en medio del desierto. Hasta ese momento, la película camina por lo esperado en el cine de género, con un trasfondo social que recuerda el pasado más reciente de Argelia y una realidad no tan alejada de la actualidad, en la que un país, con una población mayoritaria de fe musulmana, acaba asolado por el horror del terrorismo islámico. Aunque apenas se ve, se percibe esa peligrosa incertidumbre de una atmósfera de violencia.
El debut de un cineasta prometedor
Sin embargo, Sidi-Boumédiènne opta por tomar una vía completamente distinta (pese que narrar un hecho dramático de esta naturaleza ya le hubiera granjeado un aplauso rotundo de la crítica). Y así, el thriller acaba tornándose en una experiencia surrealista, en la que la aridez del desierto envuelve a los protagonistas, llevando al público a sus psiques, especialmente a la de S. (interpretado estupendamente por Slimane Benouari). Ahí, el realizador, que firma el guion, retrata la magnitud de la violencia, de la tortura de la ansiedad y el estrés (aún no postraumático), de la muerte.
Hay quien señala que la mezcla de ensoñaciones, realismo mágico y thriller social enlaza con cintas tan dispares como 'Zabriskie Point' (1970), de Michelangelo Antonioni, y 'Terciopelo azul' (1986), de David Lynch. Pero, en el fondo, 'Abou Leila' va más en sintonía con el cine de João Pedro Rodrigues, Ari Folman y Naomi Kawase. Sin embargo, Sidi-Boumédiènne muestra una firma propia, al saber narrar las consecuencias del terror de una manera única y excepcional, gracias, en gran parte, a una formidable puesta en escena y una impecable dirección de fotografía, obra del japonés Kaname Onoyama. Todo ello, convierte a 'Abou Leila' en una de las películas más cautivadoras de este extraño 2020 y pone el foco un cineasta que promete ofrece una mirada completamente distinta del cine del Magreb.
Nota: 8
Lo mejor: La natural puesta en escena en la que realidad y sueños se entremezclan.
Lo peor: Se extiende un poco de más, su apuesta por una mirada contemplativa no está hecha para cierto tipo de público.