La politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann, en su teoría sobre la Espiral del Silencio, que expuso en 'La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social', publicado en 1977, dice lo siguiente: "Si hay una divergencia en la evaluación de la fuerza de un punto de vista en particular en el presente y el futuro, es la expectación de la posición futura la que determina el grado en el que el individuo está dispuesto a exponerse. Esto se produce a partir de la hipótesis de que la causa de los diferentes grados de voluntad es el miedo de la persona de su aislamiento y de su confianza en sí mismo siendo agitada si su punto de vista no es confirmado por la mayoría o por las tendencias de opinión. Si se convence de que las tendencias se mueven en su dirección, el riesgo de aislamiento es de poca importancia".
La cineasta alemana Maria Schrader se ha preparado a conciencia en su salto a Hollywood. Con experiencia tanto en biopics, como el caso de la estupenda 'Stefan Zweig - Adiós a Europa'; como con títulos de autor, con la estupenda e innovadora 'El hombre perfecto'; esta vez, la realizadora se atreve a dirigir la versión cinematográfica del que fue el reportaje más relevante del periodismo actual, el que publicaron Jodi Kantor, Megan Twohey y Rebecca Corbett en el New York Times en octubre de 2017, con el que destaparon los abusos sexuales perpetrados por Harvey Weinstein, el famoso magnate del cine. Una investigación que impulsó el movimiento Me Too.
'Al descubierto', cuyo título original hace referencia a la expresión sobre las citas de una fuente ["ella dijo"], tenía un importante reto: reflejar el valor del periodismo en pleno siglo XXI. Aunque tiene el espíritu de títulos recientes magníficos como 'Spotlight' o 'Los archivos del Pentágono', ambos largometrajes escenificaban una manera de entender la Sociedad de la Comunicación de maneras muy distintas, hasta el punto de servir más bien como retratos históricos de cómo era el periodismo a inicios de los 2000 y cómo funcionaba en la era Nixon, respectivamente. Dada la irrupción de la prensa digital, así como también las redes sociales han transformado completamente la manera de acercarse a la opinión pública, ninguno de ellos refleja ni los valores actuales de la prensa ni los retos a los que se enfrenta.
Por el contrario, 'Al descubierto' sí lo hace, al poner en primera línea una investigación periodística realizada en 2017, cinco años atrás, tiempo suficiente como para ver el caso con cierta perspectiva, sin que haya perdido un ápice de actualidad -es más, la ha ganado tras la reciente sentencia en Los Ángeles en la que Harvey Weinstein ha sido declarado culpable de violación, copulación oral forzada y otro cargo de comportamiento sexual indebido. Una condena que se suma a la ya emitida en Nueva York-; además de plasmar la realidad actual de la investigación periodística, con las redes sociales presentes.
Un film que reivindica la labor periodística en la era digital
De ahí que el largometraje tenga ese sentido de importancia histórica que tan bien sabe llevar. Schrader, quien dirige un guion escrito por Rebecca Lenkiewicz, opta por un tono sobrio en el que hace énfasis en la investigación periodística, dejando que las declaraciones de las víctimas sean retratadas como narraciones, evitando caer en sensacionalismos sin sentido, enfocándose puramente en la labor de las dos reporteras que investigaron los hechos y en cómo consiguieron acceder a documentación, declaraciones y archivos que las hicieron enfrentarse a una institución cuyo líder supo crear una red de silencio que, además, refleja también un modus operandi judicial que, en lo referente a la justicia estadounidense, protege al agresor frente a una víctima que se ve desamparada por la ley.
El film hace especial hincapié en los famosos acuerdos extrajudiciales, dejando una sibilina crítica a cómo estos solo favorecen a los bufetes de abogados, quienes se llevan su comisión y así evitan entrar en un litigio en el que hay un claro ganador y perdedor. Precisamente, ese procedimiento ha creado una especie de omertà judicial, en la que se compra el silencio del damnificado, tanto en casos tan graves como al acoso sexual o la violación como otros de distinta índole.
Por otro lado, Schrader ha sabido calibrar las dosis dramáticas centrándose en la investigación. Dado lo actual del tema y que es lo suficientemente doloroso para que se ahonde explícitamente en lo sucedido, la cineasta y la guionista optan porque las referencias a Weinstein sean lo más elípticas posibles. Eso sí, que apenas aparezca o que solo se le escuche, no significa que su presencia no se sienta. Es más, diríase que la cinta tiene una atmósfera que poco a poco va tornándose en asfixiante, dado que las dos protagonistas van acercándose cada vez más a la verdad, lo que implica que las presiones y amenazas son mayores.
Precisamente, al enfocarse en las debilidades de la justicia y en cómo esta ha creado redes de impunidad, el film logra ser un extraordinario drama periodístico, que sabe exponer la importancia del periodismo de investigación en pleno siglo XXI y en cómo es imprescindible mantener los valores propios de las Ciencias de la Información en un momento en el que se exigen titulares que provoquen visitas y la inmediatez.
Un título de rabiosa actualidad
Frente a esos problemas, 'Al descubierto' expone la importancia sobre el descubrimiento de la verdad, de investigar, preguntar, contrastar fuentes, recorrer la calle. Acciones que parecían haber quedado en un segundo plano en plena era digital y que aquí reivindican su importancia. A ello se suma cierta crítica velada a cómo su reportaje, el cual llevó más tiempo en gestarse, tuvo que lidiar con la sombra del artículo publicado por Ronan Farrow en el New Yorker, el cual gozó de mayor popularidad, dado su halo de espectáculo.
Ya lo dijo Niklas Luhmann, reconocido por las Teorías de Sistemas: "Lo que sabemos del mundo es aquello que sabemos por los medios masivos de comunicación". Y ahí destaca Schrader en su labor de poner en primer plano a esas dos mujeres que trabajaron en un amplio reportaje que se ganó por derecho propio el Premio Pulitzer, Megan Twohey y Jodi Kantor. Frente al narcisismo, trabajo en equipo y deontología profesional. Además, el film sabe darles a ambas un trasfondo personal que, además, incide en la importancia de la conciliación laboral, al ser también madres y tener parejas sentimentales.
Aunque 'Al descubierto' tenga espíritu coral. Finalmente, se trata de un trabajo actoral a dúo, al más puro estilo de 'Todos los hombres del presidente'. Carey Mulligan y Zoe Kazan se convierten en las Robert Redford y Dustin Hoffman contemporáneas. Ambas defienden espléndidamente sus papeles de reporteras en busca de la verdad, con el añadido de la perspectiva femenina, recordando que en estos crímenes hay un claro sistema de violencia machista. Desde ese enfoque, bien podría decirse que la película está más emparentada con la obra maestra de Alan J. Pakula, estrenada en 1976, solo dos años después de la dimisión de Nixon como presidente de los Estados Unidos, que con títulos actuales.
'Al descubierto' es el largometraje que sabe darle su sitio al Me Too y que huye de cualquier sensacionalismo. Su estilo sobrio y serio transmiten una serenidad que recuerda la importancia de ver los hechos tal cual se denuncian, dejando de lado cualquier atisbo de mirada política ante una denuncia de carácter transversal. Ya lo expresó Marshall McLuhan, quien acuñó el término 'aldea global': "Un punto de vista puede ser un lujo peligroso cuando sustituye a la inteligencia y la comprensión". 'Al descubierto' es un ejercicio, precisamente, de sagacidad y entendimiento, uno de los mejores dramas periodísticos de los últimos tiempos y un título imprescindible de denuncia social. Sin duda, ellas dijeron.
Nota: 9
Lo mejor: El cuidado que se hace a saber transmitir la importancia de la investigación periodística en la actualidad.
Lo peor: Rechazar la película por prejuicios.
