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CRÍTICA

'Alegría': La desconocida España de las tres religiones

Crítica de 'Alegría', ópera prima de la cineasga granadina Violeta Salama. Protagonizada por Cecilia Suárez, Laia Manzanares, Sarah Perles, Mara Guil y Leonardo Sbaraglia.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 10 de Diciembre 2021 | 09:39
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Mostrada fuera de concurso en la Selección Oficial del 18 Festival de Sevilla, 'Alegría' llega a salas españolas como nuevo ejemplo de ópera prima realizada por una mujer cineasta, pues la granadina Violeta Salama sigue los pasos de otras voces femeninas como Carol Rodríguez Colás, Clara Roquet o Júlia de Paz Solvas. Un relato que trae a la ficción española una realidad desconocida sobre la convivencia de cristianos, musulmanes y judíos en Melilla.

Alegría

Salama, cuyo padre es de origen judío, aprovecha su propia experiencia familiar e interreligiosa para narrar un relato de convivencia cuya máxima virtud es su honestidad. La cineasta aprovecha la celebración de una boda para poner en cuestión la vida de su protagonista, Cecilia Suárez sorprendiendo con un trabajado acento español, la cual ha renegado de sus raíces debido a conflictos internos sobre lo que significa ser judía sefardí en una sociedad donde se es minoría.

Aunque la premisa daba para una apuesta arriesgada, cabe recordar que la realidad de los judíos residentes en España es la gran desconocida de la ficción española, en materia de reflexión social y teológica, Salama opta por un relato más amable, apostando por una mirada costumbrista y personal, en una historia coral que destaca por una mirada femenina que apuesta por el diálogo y la convivencia, sin olvidar los propios orígenes y destacando que en esa diversidad, se halla la riqueza cultural.

Alegría

Un debut honesto que plasma una realidad pocas veces vista en la ficción española

Es interesante cómo Salama plasma, de forma sutil, cómo las tradiciones e imposiciones religiosas, más evidentes en los personajes judíos y musulmanes, son más fuertes en las mujeres y cómo son estas las que ofrecen la esperanza de la concordia. No obstante, esto se vislumbra superficialmente, pues Salama no busca posicionarse, centrándose en sus protagonistas y de cómo van derrumbando sus propios prejuicios a través de la convivencia.

El resultado en un filme amable, de espíritu feel-good, que logra encantar por la pasión y el esmero de la realizadora por crear un relato coral personal. Y sí, consigue dejar buenas vibraciones, gracias a varias secuencias, como la noche berberisca o el mikve, el baño de purificación que se dan las novias en las vísperas del casamiento, en las que lo que prima es la fraternidad femenina y que esta va más allá de la fe religiosa. Un debut que vuelve a demostrar que las propias vivencias son una fuente magnífica para relatos cinematográficos.

Nota: 6

Lo mejor: Conocer la realidad judía española en el cine.

Lo peor: Evita tanto los temas más espinosos, que termina en tierra de nadie. Quizás hubiera estado bien menos coralidad.