A pesar de que el público reconocerá principalmente a Jordi Sánchez como el insoportable Antonio Recio de 'La que se avecina', el actor catalán tiene una amplia carrera en el teatro, tanto como intérprete como dramaturgo. Una carrera que se ha erigido junto con Pep Antón Gómez, con quien ha coescrito varias obras y con quien ha trabajado bajo sus directrices. Conocido ampliamente tanto dentro de la escena catalana como madrileña, ambos escogen una de sus primeras piezas, 'Mitad y mitad', para transformarla en su ópera prima.
Surge así 'Alimañas', la cual sólo su origen mantiene la base de la pieza teatral, al narrar cómo dos hermanos completamente opuestos están esperando a la muerte de su madre para heredar un amplio piso en el centro de Madrid, con el que ganar mucho dinero en pleno proceso de especulación y gentrificación de la capital. En esa espera, con una madre agonizando y a la que creían originalmente muerte, surge una producción de rápida evolución, en la que una comunidad de vecinos entra en una espiral de delirio y en la que se muestra el rostro más avaricioso de una persona.
Aquí puede verse el manejo de Sánchez por las historias de vecinos, con una serie de personajes carismáticos con los que capta la atención del público. Los hermanos bien pueden recordar a la ambición desmedida que tenía Julia, la agente inmobiliaria que encarnaba Carmen Maura en la magnífica 'La comunidad' de Álex de la Iglesia. Ellos se entremezclan con una serie de situaciones que bien evocan a las míticas sitcoms creadas por los hermanos Caballero, especialmente por el protagonismo que tiene un trío de vecinas de cierta edad, encaradas por tres estupendas Loles León, Carmina Barrios y Pilar Bergés, las cuales bien podrían ser herederas del trío de 'las Supernenas' que interpretaban Emma Penella, Gemma Cuervo y Mariví Bilbao en la icónica 'Aquí no hay quien viva'.
Con personajes propios de la actualidad como una pareja de okupas (con los que Sánchez y Gómez tienen el detalle de caricaturizar con un matrimonio de pijos venido a menos que se ha instalado en el edificio, para así evitar entrar en terrenos más pantanosos, en los que sí entra en referencia a otros temas); el tándem Sánchez-Gómez crea una comedia frenética que acentúa su tono de humor negro con un apartado técnico en el que consigue transmitir una sensación de edificio lúgubre de pleno centro de Madrid.
Comedia con ritmo frenético que encantará por su vocación comercial con sus justas dosis de humor negro
Un edificio en el que terminan mostrándose los deseos más egoístas y en los que Sánchez y Gómez parecen haber encontrado una mezcla entre el humor más bestia del cine de Álex de la Iglesia con un enfoque más comercial y propio de los Caballero. El resultado en una comedia que fluye muy rápido y en la que es su amplio reparto el que sabe brillar. Aquí se ve que Sánchez, magnífico actor y experimentado en lo referente a papeles de 'empresario despiadado, conservador y machista', ha sabido crear una buena 'troupé' de intérpretes cómicos.
Puesto que Sánchez derrocha con Carlos Areces, con quien coincide actualmente en 'La que se avecina'. Mención aparte a Silvia Abril. El dúo Sánchez-Abril ya es mítico. Ambos forman una de las parejas cinematográficas más reconocidas del cine español, también en materia de series. A ellos se suman las mencionadas Loles León, Carmina Barrios y Pilar Bergés. Además de contar con apariciones estelares como la de Antonio Resines, quien tiene da ese momento guinda de la cinta.
Como ópera prima, 'Alimañas' muestra a dos directores que saben tener buen manejo de la comedia comercial, con sus dosis justas de humor negro para captar a ese público más atrevido. Con una duración que favorece también una rápida digestión, como toma de contacto, funciona, aunque en su parte final se sienta que el guion se precipita demasiado rápido a un desenlace que hubiera podido quedar más redondo.
