Lo de Netflix y la ciencia ficción es una historia de amor. La plataforma puede jactarse de poseer en su catálogo varias de las producciones más exitosas del género en los últimos años. 'Stranger Things' o 'Sense8' son algunos ejemplos, pero tampoco podemos olvidar la reciente 'Dark' o la gran adquisición que hicieron al quedarse con la producción de 'Black Mirror', que debe a Netflix su globalización. De todas ellas y de otras fuentes bebe 'Altered Carbon', la nueva propuesta de la plataforma, de la que hemos podido ver los dos primeros episodios.
La historia nos lleva directos a un futuro muy lejano en el que la muerte ya no es más que un viejo recuerdo. Ahora los cuerpos son simples fundas, un accesorio fácilmente reemplazable tras fallecer. Con ecos a algunos capítulos de 'Black Mirror', la serie propone que nuestra conciencia se puede trasladar entre cuerpos gracias a un aparato que todos llevamos instalado en el cráneo. Laeta Kalogridis, guionista de 'Shutter Island' y productora ejecutiva de 'Avatar', es la showrunner, y los dos primeros episodios tienen directores de alto nivel. Miguel Sapochnik, que dirigió 'La batalla de los bastardos' y 'Vientos de Invierno' en 'Juego de Tronos' (ahí es nada), firma el primer capítulo. El segundo está a cargo de Nick Hurran, que ha trabajado en 'Sherlock' y 'Doctor Who'. Netflix apunta bien arriba con esta serie empezando por el equipo.
Lo primero que impacta de 'Altered Carbon' es su factura visual. Nos encontramos ante un thriller de ciencia ficción que se inspira en la estética neo-noir y cyberpunk. Una de las secuencias más impactantes del primer capítulo es esa "resurrección" de Kovacs, nuestro protagonista, en una nueva funda. La serie no escatima a la hora de presentarnos detalles, por muy escabrosos que sean, de este renacimiento que no tiene nada de idílico.
Es imposible no recordar a 'Blade Runner', porque la serie no se molesta en ocultar esta inspiración: en este futuro hay lluvia, neones y prostitución, todo lo que cabe esperar de una ficción del género. La trama central no es nada nuevo: nuestro protagonista debe resolver un asesinato. Sin embargo, este misterio es más bien una excusa para explorar cómo afectaría a la sociedad del futuro la ausencia de la muerte, y aquí es donde 'Altered Carbon' gana muchos puntos. La ficción lleva este planteamiento hasta sus últimas consecuencias y pone sobre la mesa una vez más el eterno debate ético sobre la inmortalidad.
¿Resucitar o no resucitar?
Porque aquí llega lo interesante: no a todos les gusta lo de volver de entre los muertos. La sociedad no ha olvidado la religión y esta sigue teniendo mucha influencia en las vidas de las personas. Los nuevos cristianos han dejado de manifestarse contra el aborto y ahora se manifiestan contra la resurrección. Todo apunta a que este grupo de "neocristianos" ganará protagonismo en próximos episodios, porque es uno de los aspectos más interesantes que plantea la historia.
Igual de impactante es la indiferencia con la que los personajes se enfrentan a la muerte. Nadie se preocupa mucho porque le apunten con una pistola, porque, al fin y al cabo, el disparo no sería irreversible. Igual de impactante es ver a una niña volver de la muerte en el cuerpo de una mujer anciana porque la familia no puede pagar una funda joven. La propuesta funciona y consigue desconcertarnos a la vez que nos fascina. Nos cuentan lo justo para dejarnos con ganas de saber más.
La naturalidad a la hora de presentar tecnologías del futuro es uno de los grandes atractivos de 'Black Mirror', y 'Altered Carbon' consigue sus momentos más brillantes cuando sigue esa línea. Aun así, no renuncia al componente de teatralidad y fuegos artificiales, sobre todo en las secuencias de acción, que harán las delicias de los más aficionados a este género. Las coreografías son frenéticas y obligan a no apartar los ojos de la pantalla.
En cuanto a los personajes, el protagonista, interpretado por Joel Kinnaman, es todo un misterio. Un verdadero antihéroe con un pasado que no conocemos y con el que cuesta conectar, al menos en este primer vistazo. La verdadera robaescenas es la policía Kristin Ortega, la protagonista femenina interpretada por Martha Higareda. Sin duda, ha sido todo un acierto incluir a un personaje latino en este mundo tan globalizado que es 'Altered Carbon'; Ortega introduce la variable más impulsiva y emocional, tan necesaria para equilibrar la serie. Aunque si hablamos de personajes, tenemos que mencionar a Poe, el recepcionista de hotel inspirado en el escritor Edgar Allan Poe. Este secundario, al que da vida un acertadísimo Chris Conner, introduce la componente más cómica en un hotel que parece sacado de 'El resplandor'. ¿Lo mejor de todo? Que no desentona lo más mínimo.
Hay muchos caminos que 'Altered Carbon' podría explorar, y la ficción no enseña sus cartas demasiado rápido. Los neocristianos son un filón que deja con ganas de más, igual que el proceso de creación de fundas. La materia prima para varias temporadas está ahí, aunque todo apunta a que en esta primera entrega el pasado de los protagonistas jugará el papel más importante. Los diez episodios de la serie llegan a Netflix el 2 de febrero y lo tiene todo para convertirse en el pelotazo de esta temporada. Quizá no consiga que todos hablemos de "fundas" en los próximos meses, pero a los fans de la ciencia ficción se los va a ganar.
Nota: 8
Lo mejor: Asomarse a una sociedad en la que la resurrección es algo cotidiano.
Lo peor: La investigación del asesinato es la trama central pero genera bastante poco interés.