En 2018, el director, guionista, montador y productor Octavio Lasheras dirigió el cortometraje 'Tercera edad', en el que ya narraba la historia de Amalia, una mujer viuda de 77 años que es enviada a una residencia por su hija Isabel, la cual se mudará a Suiza por trabajo. Al contrario de lo que pensaba, la anciana descubre un círculo de amistad y apoyo, en el que se mostraban las virtudes de las residencias y los centros de día, como lugares de ocio y vínculos sociales, tan necesarios a esas edades para combatir la soledad.
Dos años después, Lasheras, junto con Anna Utrecht, ha reciclado el metraje de ese corto y lo ha convertido en largometraje, con el título 'Amalia en el otoño' -galardonada con la Medalla a la Solidaridad del Círculo de Escritores Cinematográficos de España-, con el que amplía esa experiencia en la residencia, enmarcándola finalmente en el contexto de la pandemia del coronavirus. El cortometraje fue una entrañable oda a la tercera edad, dándole el protagonismo que siempre ha merecido, entrando en el día a día de una residencia.
Ahora bien, su adaptación a largometraje tiene un problema, es que depende mucho de las escenas recicladas del cortometraje, al que le faltaban cosas por pulir, especialmente ciertas subtramas que no aportaban nada a la historia y que, además, tocaban muy encima temas sociales que necesitaban su propio relato y con situaciones algo exageradas, más propias de interpretaciones amateurs que de profesionales. Lasheras y Utrecht las mantienen, dejando esa sensación de producción de bajo coste, que terminan desluciendo completamente el resultado final.
Son muchas las producciones de bajo coste que han llegado a salas comerciales, ejemplo de ello son 'Estándar', 'La última primavera' o 'Enjambre'. Justamente esta tres cintas demostraron que la calidad no está reñida con los costes de producción, siendo notables propuestas que supieron ofrecer soluciones creativas a sus limitados presupuestos. No es tanto el caso de 'Amalia en el otoño', cuyas escenas añadidas, las relacionadas con la pandemia, parecen una coda mal puesta con la que enlazar el corto original a la actualidad.
Una película con una temática desaprovechada
Tampoco ayuda que, más allá de los protagonistas veteranos, los secundarios estén excesivamente sobreactuados, pasándole a 'Amalia en el otoño' algo similar a las secuencias ficcionadas de 'Tierra Santa. El último peregrino', provocando la sensación de escenas acartonadas que, encima, muchas de ellas son completamente prescindibles, al no aportar nada a la trama principal, que es la de Amalia, una estupenda María José Alfonso, acompañada por grandes como Máximo Valverde, Manuel Zarzo o Silvia Casanova. Además, dichas secuencias transmite una sensación terriblemente rancia.
'Amalia en el otoño' es una producción bienintencionada, poco reprochable en su apuesta por darle protagonismo a la tercera edad (esa franja con la que la ficción aún tiene una cuenta pendiente). Sin embargo, el resultado final es bastante regular, con demasiados flecos, que la emparentan, sin querer, con dos películas muy desaprovechadas sobre la senectud: 'Oh! Mammy Blue' y 'Salir del ropero'.
Nota: 4
Lo mejor: El aura que transmite María José Alfonso, necesita más papeles protagonistas.
Lo peor: Las escenas con subtramas que no aportan nada, la sensación de estar viendo un cortometraje alargado, las secuencias sobre la pandemia son demasiado escuetas y el tema daba para mucho más, las interpretaciones impostadas y exageradas de los secundarios.
