Esteban Crespo lleva una larga trayectoria como director de cortometrajes desde 2005, con algunos títulos como 'La propina' en 2014 o 'Aquel no era yo' en 2012. Para 2017 se lanza al mundo del largometraje, con su debut cinematográfico titulado 'Amar'. El realizador madrileño ha optado por un género romántico, dentro del cine independiente español. Pese a contar con un reparto artístico bastante desconocido, cabe decir que también ha trabajado en este film con actores de la talla de Natalia Tena o Nacho Fresneda, entre otros. El guion también está a su cargo, acompañado de Mario Fernández Alonso. Debemos recordar que el realizador ya tuvo un primer contacto con esta historia hace más de 10 años con el cortometraje 'Amar', donde contaba con Aida Folch y Alberto Ferreiro.
La película nos transporta a la adolescencia y al primer amor. Laura y Carlos son una pareja que vive con una gran intensidad su relación. Con la intención de amarse para siempre y una constante vorágine de sentimientos, se desarrolla una relación donde la inestabilidad de la edad, la inmadurez y los sentimientos encontrados hacen que los cimientos de su pareja se tambaleen. Un retrato del primer amor enfermizo y que se vive como si se pensase que fuera el último. Se puede ver cómo cambiará la vida de ambos en un año de relación y lo que les llevará a tomar caminos diferentes en un determinado momento,. El universo que gira alrededor de ellos, con sus familiares y amigos, también influirán en su toma de decisiones y descubrirán que la vida no es solamente su relación, por mucho que se esfuercen en querer crear su propio mundo.
El cortometraje de 2005 se reversiona para darnos la primera toma de contacto con Laura y Carlos y vivimos una situación casi calcada de lo que se pudo ver en la versión protagonizada por Aida Folch. Este comienzo, tal vez, debería haberse pulido de manera en la que las frases edulcoradas y pomposas no hubieran desentonado con la acción que se desencadenaría más tarde. En cierta manera, el problema de 'Amar' es tomarse demasiado en serio a sí misma y eso se puede ver desde esta primera secuencia. El guion es en el que en gran parte se encuentran los errores que hacen flojear a la película en varias ocasiones: se crea esta vorágine de frases "poéticas" que no quedan en ningún momento realistas y bordean en varias ocasiones lo ridículo. Tal vez en 2005 con sólo 11 minutos de metraje funcionase esa fórmula, pero estamos ante una película en la que esa escena ya te da una pista de lo que está por llegar. Tras ese comienzo tan sentimental, sexual y experimental, nos adentramos de lleno en el mundo de Laura y Carlos. Pese a contar algo tan natural como lo que es el primer amor, no consigues empatizar con ellos en la mayor parte de la película. Al haber este problema con la historia principal, hace que el espectador no consiga conectar y participar de forma activa con lo que está viendo. Siempre se da esa sensación de inacabado y de una idea interesante que no ha encontrado su camino, que no significa que la locura del amor en ciertas escenas no esté bien plasmada, es más, son mas creíbles estas escenas que las que son más cotidianas.
Las tramas secundarias funcionan algo mejor. Un ejemplo es el personaje de Natalia Tena, la madre de Laura, con la que más terminas empatizando y una de las tramas mejor trabajadas durante el film. Al igual que el grupo de amigas de Laura, hay que decir que Crespo, en esta ocasión, demuestra ser un gran creador de historias de secundarios, dado que les da el peso y la fuerza suficiente para que no se pierdan en pantalla, aunque no sean lo más importante de la película. Este apoyo ayuda a desarrollar la historia principal, pero tristemente, al no estar las bases bien asentadas, está en una montaña rusa constante de altibajos, donde los bajos son los que más triunfan. El ritmo de la película, a veces lento y errático, tampoco ayuda.
María Pedraza y Pol Monen han sido los encargados de dar vida a Laura y Carlos, esta pareja que intenta ser un reflejo de lo que el primer amor puede llegar a significar. En primer lugar, María Pedraza realiza una labor interpretativa superior que la de su partenaire, que pese a no ser perfecta, por lo menos llega a conectar en ocasiones con su Laura y esto se puede mostrar en la manera con la que interpreta a su personaje. No pasa lo mismo con Pol Monen, que pese a contar con mayor experiencia en series como 'Isabel' o películas como 'Pasaje al amanecer', tiene una interpretación algo insípida. Sí es cierto que en el último tramo de la película, Monen, interpretativamente, realiza una labor bastante buena y en ese momento, le da humanidad a Carlos y es de los momentos donde sí nos creemos algo de esa relación de amor. Pedraza, en cambio, según va pasando la película va perdiendo intensidad. Parece que para cuando llega ya el final del film, se encuentra demasiado cansada para dar un resultado redondo de lo que intenta transmitir. Las miradas entre ellos es lo único salvable de lo no verbal.
Natalia Tena, en cambio, está estupenda como la madre de Laura; desde el principio da una muestra de naturalidad y dinamismo que otorgan a la actriz británica el puesto de ser la mejor actuación de la película, aunque tampoco lo tenía muy difícil. La manera en la que lleva a cabo su papel hace que sí podamos ver la fragilidad de las relaciones humanas, da esa energía y fuerza que permiten que puedas conectar con su historia, aunque estés o no estés de acuerdo con lo que hace. Da ese espíritu de familiaridad que se suele buscar en este tipo de producciones, hace cómplice al espectador de lo que se está viendo. Otros actores con más tablas, como Nacho Fresneda o Marta Belenguer realizan su trabajo de la mejor forma posible, pero es cierto que al ser más secundarios, tampoco tienen todo el tiempo en pantalla para lucirse. Aun así, como se ha mencionado antes, sus papeles son un gran apoyo y por lo tanto, la manera en la que han sido interpretadas ha sido más que satisfactoria. Y no podemos echar la culpa a las tablas ni a la edad, dado que también parte del elenco juvenil del film hace un trabajo bastante bueno.
Visualmente preciosa
Técnicamente, hay que subrayar que 'Amar' es brillante. Hay unos cuantos planos preciosos que en ocasiones, parecen auténticos cuadros. La iluminación y esos tonos son perfectos para la temática que se está tratando, ese mundo de ensueño de Laura y Carlos. Las miradas, la forma de ejecutar el plano, la perspectiva, el encuadre, ha habido una dirección de fotografía importante, lo que ha permitido un resultado visual sorprendente y de calidad. El gran problema que tiene es que no está acompañada de lo que se dice, dado que a veces se estropea un plano estupendo con una frase ridícula de alguno de los personajes. Es una pena, dado que ese juego de imágenes que se puede ver en el total de la película no estorba en ningún momento e incluso, en las relaciones sexuales, da esa intimidad a la par que invita al espectador a ser partícipe de ver lo que está ocurriendo. Esta profundidad técnica es lo que hace de 'Amar' una película romántica indie diferente, pero el problema es que no es suficiente como para merecer la pena como conglomerado.
La música también es una parte importante de 'Amar'. Por ejemplo, en las secuencias más festivas, sirve de enlace y forma un cóctel brillante con los imágenes. Crespo es capaz de crear atmósferas atractivas.
En conclusión, 'Amar' es una película que intenta ser profunda, sentimental, intensa y un torbellino de sentimientos pero acaba siendo superficial, sentimentalista, ridícula en ciertas ocasiones y no termina de cuajar el realismo de esta relación de pareja. Es más, se hace más creíble durante el último tramo de su historia. Un film que al provenir de un cortometraje, no ha sabido encontrar el equilibrio en su historia y ha ido dando palos de ciego durante su realización. El guion, en especial los diálogos, hacen aguas en varias ocasiones. Una película romántica que no consigue atrapar ni que el espectador se sienta identificado. Un intento fallido de querer experimentar con la sensación del primer amor, que no termina por conseguir su cometido.
Lo mejor: La realización técnica está muy trabajada.
Lo peor: Los diálogos y la poca verosimilitud de esta pareja de protagonistas.
Nota: 4