Desde 2015 llevaba David O. Russell sin dirigir un largometraje. 'Joy' obtuvo unas críticas regulares que parecían augurar un mal momento del director estadounidense nominado al Oscar en tres ocasiones. Algo que, sin embargo, 'Ámsterdam' no certifica, pero tampoco rebate. Lo que parece claro es que queda muy lejos la época dorada del autor con películas mejor valoradas como son 'The Fighter', 'El lado bueno de las cosas' y 'La gran estafa americana', que contaron con la aprobación de crítica y público. Pase lo que pase, parece que Russell no concibe una película sin contar con un elenco estelar de estrellas.
El director norteamericano suele tener actores y actrices fetiche, como es el caso de Amy Adams, Jennifer Lawrence, Bradley Cooper o el propio Christian Bale, que protagoniza esta nueva dramedia de época junto a Margot Robbie y John David Washington, que debutan bajo las directrices de Russell. Pero el reparto no se queda en esta trinidad de oro, sino que se ve tremendamente bien arropado por nombres de la talla de Taylor Swift, Chris Rock, Zoe Saldaña, Michael Shannon, Timothy Olyphant, Alessandro Nivola, Alessandro Nivola, Leland Orser, Andrea Riseborough, Mike Myers, Rami Malek, Anya Taylor-Joy y Robert De Niro.
Detrás de las cámaras, Russell también cuenta con lo mejor de lo mejor, pues de director de fotografía figura el mexicano Emmanuel 'Chivo' Lubezki, asiduo colaborador de sus compatriotas Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu, como demuestran sus tres Oscar por 'Gravity', 'Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)' y 'El renacido (The Revenant)'. A cargo de la banda sonora se encuentra la islandesa Hildur Guðnadóttir, compositora ganadora del Oscar por 'Joker' y del Emmy por 'Chernobyl'. Viendo el impresionante equipo que se encuentra detrás de 'Ámsterdam', se hace todavía más difícil entender lo insustancial y ligeramente vacua que se percibe en muchos momentos. Dejando bien claro que lo mejor se encuentra en el ámbito formal, es en el guion donde encontramos la mayor parte de los problemas.
Realidad y ficción con grandes nombres
La trama entremezcla ficción con un hito de la historia americana con el objetivo de crear un relato semificcionado que genere carcajadas y se adentre en una parte algo más desconocida del país norteamericano. Sigue la historia de tres amigos, Burt Berendsen (Bale), Valerie Voze (Robbie) y Harold Woodman (Washington), un médico, una enfermera y un abogado, que se ven envueltos en una trama conspirativa sobre un asesinato que revolucionó al país en 1930. Sin duda, la buena química entre los tres protagonistas se erige como una de las mayores virtudes de la película de Russell, con un Christian Bale del todo hilarante que borda uno de sus papeles más divertidos e interesantes de los últimos años.
No obstante, la película tiene serias dificultades a la hora de encontrar un tono adecuado. Parece querer englobar muchos géneros distintos, mezclando un evidente humor con sus dosis de drama y thriller, mientras trata de mantener una rigurosidad histórica (que inevitablemente conlleva seriedad) así como el tiempo que cada uno de los (muchos) personajes merece y necesita para su desarrollo. Salvando las distancias en lo que al género de 'whodunit' se refiere, recuerda en muchos momentos a películas como 'Puñales por la espalda' por reunir a tanta cara conocida siendo sospechosa de haber cometido un asesinato, ya que la trama va presentando poco a poco a todos y cada uno de los implicados dentro del asesinato.
Sin tener el brío ni la brillantez de la cinta de Rian Johnson, Russell consigue crear para 'Ámsterdam' personajes suculentos ya que se intercalan en ellos la extravagancia y la excentricidad sin dejar de lado una apacible sensación de familiaridad. Es el caso, por ejemplo, de Myers y de Shannon. Uno conocido por sus comedias, el otro, por sus dramas. Y, al juntarlos, forman un gran dúo cómico que termina siendo de lo mejor de la película. Puede decirse lo mismo de las grandes apariciones de De Niro, Malek, Taylor-Joy y hasta Taylor Swift.
En resumen, 'Ámsterdam' brilla más por su premisa que por su resultado, con un gigantesco y renombrado equipo que no evitan que la trama se diluya en el tramo final. Una estética y humor que recuerda a obras coloridas de Wes Anderson como 'El Gran Hotel Budapest' o 'Moonrise Kingdom' conforman el envoltorio de un caramelo que, una vez abierto, termina por cansarte al rato.
Nota: 6
Lo mejor: El buen hacer de todo su reparto, en especial Christian Bale. La capacidad del director de crear personajes carismáticos.
Lo peor: Quiere ser muchas cosas. No logra encontrar su tono en ningún momento y le pasa factura durante el tercer acto.