En una época en la que está de moda el true-crime y en la que se adaptan con éxito historias sobre asesinos en serie o crónica negra de distintos países, el último ejemplo de ello es la miniserie 'Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer', en la que Ryan Murphy ha convertido a Evan Peters en el infame psicópata que da título a la ficción. En material de largometrajes, la misma Netflix se ha atrevido a abordar el caso de Charles Cullen, más conocido como 'El ángel de la muerte', un hombre condenado a 18 cadenas perpetuas y que, oficialmente, mató cuando era enfermero en distintos hospitales a 29 personas, aunque se calcula que sus víctimas ascienden a 400.
El proyecto se antojaba interesante. Basado en el libro 'The Good Nurse: A True Story of Medicine, Madness, and Murder', del periodista Charles Graeber y que sí está dentro del subgénero true-crime, la película, presentada en la pasada edición del Festival de Cine de Toronto, está dirigida por el danés Tobias Lindholm, nominado al Oscar al mejor film internacional por la cinta bélica 'A War (Una guerra)', y escrita por la británica Krysty Wilson-Cairns, candidata al Oscar al mejor guion original por la película bélica y épica '1917'. A ello se le suma que tiene como protagonistas a dos ganadores a la estatuilla dorada a la mejor actriz y al mejor actor, Jessica Chastain y Eddie Redmayne.
Con lo cual, 'El ángel de la muerte' tenía todos los ingredientes para ser uno de los filmes potentes de la temporada de premios 2022 - 2023. Sin embargo, el resultado, dista mucho de estar a la altura para competir en galardones como los Oscar. Es más, se acerca peligrosamente al estilo de telefilme de sobremesa de esos que abundan en Antena 3 -solo falta la niñera psicópata para completar el pack-. El problema radica en que la película no ahonda en la compleja psique de su perturbado protagonista, el cual queda en un discreto segundo lugar para poner como personaje principal a la enfermera que lo desenmascaró.
Y eso limita mucho la historia, que se queda enclaustrada meramente en el caso, narrada de forma convencional, tanto con su guion como con su apartado técnico. Es más, de no estar Jessica Chastain y Eddie Redmayne como protagonistas, nadie diría que es una producción pensada para la gran pantalla, pues, aunque en España haya tenido un estreno directo a Netflix, sí que tuvo un pase por salas en otros mercados internacionales.
Jessica Chastain vuelve a salvar el show
Sí, la cinta tiene puntos reseñables. El primero es que deja en evidencia a un sistema sanitario que permitió al asesino actuar impunemente, pues cuando sospechaban de los casos, simplemente, lo despedían. Ninguno de los hospitales, como tampoco de los seguros sanitarios, ha enfrentado sus responsabilidades, pues hubiera podido evitar varias muertes. Precisamente, el film hubiera dejado en evidencia cómo la inexistencia de un sistema sanitario público permitió a Cullen trabajar en varios centros médicos y ambulatorios. A ello se suma la valiente lucha de una mujer, madre soltera, con problemas cardíacos y de clase trabajadora, que fue la que desenmascaró al criminal.
Ahora bien, la cinta tampoco ahonda en esas virtudes, siendo un mero ejercicio de lucimiento para Jessica Chastain. Tras ganar el Oscar por 'Los ojos de Tammy Faye', la intérprete parece que busca hacerse con otro rápidamente, con un personaje que es lo opuesto a la telepredicadora. Y, como sucedió con la cinta de Michael Showalter, el resultado es muy similar, pues la metamorfosis de Chastain vuelve a ser uno de los elementos que salva a la cinta. De hecho, la intérprete logra deslumbrar a Redmayne, quien se queda en un segundo lugar y ofrece una buena actuación, pero que no deja de provocar la sensación de que podría haber ido a más.
'El ángel de la muerte' es un film correcto, lo que dista mucho de los trabajos precedentes tanto de Lindholm como director como de Wilson-Cairns como guionista. Jessica Chastain y, en menor medida, Eddie Redmayne salvan una propuesta que se queda enclaustrada en los códigos propios de las películas que buscan adaptar casos de crónica negra, limitándose a hacer un retrato superficial de Cullen y no explorando más allá de una mente que, a día de hoy, sigue siendo una incógnita.
Nota: 5
Lo mejor: Jessica Chastain, quien sabe encarnar a una heroína mundana solo ante la adversidad.
Lo peor: Película con una trama convencional y una parte técnica muy televisiva.