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CRÍTICA

'Animales Fantásticos: Los secretos de Dumbledore': Jude Law y Mads Mikkelsen brillan en otro episodio de transición

Newt Scamander y Albus Dumbledore regresan con una película más cohesiva que la anterior, pero que no lo da todo de sí para el punto en el que se encuentra la franquicia.

Por Jesús Agudo Más 6 de Abril 2022 | 15:00
El redactor más veterano de esta web. Palomitero y fan de que las series estrenen un capítulo por semana.

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Newt Scamander se enfrenta a su destino. Pero no lo hace en el mundo mágico sino en el muggle. Después de que 'Animales Fantásticos: Los crímenes de Grindelwald' no cubriera las expectativas, viniendo de la saga que venía, la tercera película centrada en el magizoólogo tiene que probar que es capaz de volver a atraer al público al Mundo Mágico creado por J.K. Rowling. Eso sí, lo hace sin arriesgar excesivamente detrás de las cámaras. David Yates repite como director, y la autora de las novelas de 'Harry Potter' sigue al frente de la historia, esta vez acompañada por Steve Kloves, habitual de la saga original, para pulir el guion. Pero tiene pinta que Rowling no le ha permitido meter mucha mano en el libreto, porque esta tercera entrega vuelve a caer en varios de los problemas que se criticaron mucho en la anterior.

'Animales Fantásticos: Los secretos de Dumbledore'

'Animales Fantásticos: Los secretos de Dumbledore' tiene lugar poco tiempo después del final de 'Los crímenes de Grindelwald'. El mago tenebroso (ahora interpretado por Mads Mikkelsen) tiene cada vez más influencia y un mayor número de acólitos, entre ellos Credence (Ezra Miller), que sigue teniendo muchas dudas sobre su supuesto linaje, y Queenie (Alison Sudol), que se ha convertido en una pieza clave para Grindelwald gracias a su habilidad para leer el pensamiento. Mientras, la comunidad mágica mundial se enfrenta a las elecciones que decidirán quién será el nuevo presidente de la Confederación Internacional de Magos. Albus Dumbledore (Jude Law) sabe que Grindelwald querrá aprovechar la situación, y enviará a un curioso equipo, liderados por Newt (Eddie Redmayne), para descubrir qué es lo que traman.

Desde su primera escena, 'Los secretos de Dumbledore' vuelve a recordarnos que los verdaderos magos y brujas de esta franquicia son los profesionales que se encargan de dar forma al Wizarding World. Stuart Craig en el diseño de producción, Colleen Atwood en el vestuario, James Newton Howard en la banda sonora... Todos ellos vuelven a hacer que 'Animales Fantásticos' siga mereciendo la pena solo por volvernos a sumergir en los escenarios de la película. Nueva York, Hogwarts, Berlín y Bután son las localizaciones principales de esta nueva aventura que, a nivel técnico, sigue siendo un portento, con un montón de detalles que crean una atmósfera realmente increíble. Siempre será un gustazo pasear por los pasillos de la escuela de magia o descubrir cómo Craig o los diseños gráficos de Minalima han dado forma al mundo mágico alemán.

'Animales Fantásticos: Los secretos de Dumbledore'

También se mantiene el tono más oscuro en toda la historia, con cada vez menos peso del toque infantil que sí intentó tener 'Animales fantásticos y dónde encontrarlos' para captar nuevas audiencias. Como ocurría con 'Harry Potter', ahora que ya el actual mago tenebroso está moviendo sus piezas para llevar a cabo su plan estamos cada vez menos para bromas. Eso sí, han tomado la decisión correcta al evitar excesivos paralelismos con la Segunda Guerra Mundial (lo que les faltaba estando como están las cosas). Los magos tienen suficientes problemas como para no estar pendientes de un conflicto muggle, al menos de momento. Rowling nos ofrece un nuevo elemento de la política mágica con estas elecciones al líder global de los magos, que será el centro de la trama de la película. Hemos sabido poco de estas Naciones Unidas del mundo mágico, más allá de que fueron quienes instauraron el Estatuto Internacional del Secreto Mágico por el que los magos viven ocultos frente a los muggles. Dado que Grindelwald busca la hegemonía del mundo mágico, era lógico que tarde o temprano pusiera su interés en este organismo. Rowling, de nuevo, vuelve a darnos un interesante world building con estas elecciones llenas de símiles con la democracia actual y el auge del populismo. Sin embargo, resulta muy curioso cómo sigue apoyando elementos tan interesantes en decisiones narrativas muy cuestionables que vuelven a poner en duda la viabilidad del mundo mágico como sociedad, como lo han sido desde el principio de esta franquicia el sistema de castas con los squibs, la nula reacción frente a la xenofobia con los "sangre sucia", la escasa seguridad que ofrece una de las principales escuelas de magia del mundo o... el tema de las "aguas mayores" en un toque más humorístico. El elemento en cuestión de esta película no ayuda a ver el proceso democrático mundial de los magos y brujas como algo tremendamente serio y deja a la comunidad mágica bastante en evidencia. Pero tiene que ser difícil seguir encontrando razones para que la saga se siga llamando 'Animales Fantásticos'.

El verdadero protagonista

A estas alturas quedan claras dos cosas: la franquicia no va sobre los animales, aunque sigan introduciendo nuevas criaturas por exigencias del título, y el pobre Newt es cada vez menos protagonista. Todos sabíamos que tarde o temprano Albus Dumbledore y Gellert Grindelwald enfrentarán sus varitas en uno de los duelos más memorables de la historia mágica, por lo que en cierta medida es lógico que el profesor de Hogwarts vaya siendo cada vez más importante y Newt quede como el héroe en las sombras que no recogieron los libros de Historia. En esta entrega Albus gana bastante peso pero sigue escondiéndose detrás de sus aliados gran parte de la película. Por suerte, esta vez Jude Law sí que tiene parte activa en la trama y podemos verlo construir ciertos rasgos que le acompañarán cuando sea el mago más famoso del mundo, como esa predisposición a poner en peligro a sus enviados por un bien mayor. Jude Law es lo mejor que le ha pasado a 'Animales Fantásticos', sin duda. El actor le da un aura de clase, de inteligencia y de cierta humildad (aprendida, por desgracia, a la fuerza) que es una delicia verlo en cada una de las escenas que tiene. Poco a poco va forjando esa presencia de "mago más poderoso del mundo". Y por fin comparte escenas con Grindelwald. Y sí, verbaliza los sentimientos que tuvo, o tiene, hacia su amigo y ahora némesis.

'Animales Fantásticos: Los secretos de Dumbledore'

'Animales Fantásticos: Los secretos de Dumbledore' existe básicamente para lidiar con los obstáculos (autoimpuestos por la propia Rowling anteriormente) que les impedía a los dos plantarse cara. La pantalla se incendia cada vez que coinciden Jude Law y Mads Mikkelsen. Se siente su pasado, esa lucha contra lo que una vez les unió, y se palpa el dolor del presente y la brecha de decepción mutua. Este es el verdadero meollo de esta saga, y aunque ha costado llegar hasta aquí ambos actores están a la altura, como también lo están las escenas clave entre ellos. También merece un aplauso Mads Mikkelsen como el tercer Grindelwald que tenemos en pantalla después de estar camuflado bajo Colin Farrell y de la grata sorpresa que fue Johnny Depp. Su versión es más comedida que la del anterior, más fría y calculadora, como una olla a presión que se va llenando y que a nadie le gustaría tener cerca porque su estallido podría resultar brutal. Mikkelsen da forma a un enemigo interesantísimo, más sutil que Voldemort, buscando entrar en el sistema como un veneno y cargárselo desde dentro.

Es una pena que, a pesar de que lo que se está cocinando tiene una pinta brutal, lo esté haciendo con una cocción tan sumamente lenta. El plan de 'Animales fantásticos' es tener cinco películas si todo va bien, y esta entrega es el paradigma del capítulo intermedio. Tras más de dos horas de metraje la sensación es que la trama no ha avanzado prácticamente nada, dando rodeos para dar pie a set pieces que ya encajan poco con el tono de las películas, como todo lo que ocurre en un calabozo con el hermano de Newt (Callum Turner), recogiendo temas pendientes y dándoles una solución apresurada y poco satisfactoria para quitárselos de encima, aunque por suerte el misterio de Aurelius Dumbledore esté bien resuelto, y metiendo nuevos personajes (o personajes que conocemos bastante poco), volviendo a dar una película bastante recargada. Al menos en esta entrega aprenden del error de Nagini o Leta Lestrange y todos los personajes orbitan alrededor de Newt o de Albus, y no cuentan con una trama propia que pueda entorpecer más el avance de la historia general. De este grupo, el más carismático sigue siendo Jacob (Dan Fogler), que reconfirma su papel como embajador de los fans por todo lo alto, cruzando fronteras que ningún muggle había traspasado, aunque Rowling no se detenga demasiado en detalles. Jessica Williams es la incorporación más interesante al reparto como Lally Hicks, profesora de Ilvermorny, y ojalá podamos ver más de ella en el futuro. Del lado de los villanos, es una pena que el paso al lado oscuro de Queenie esté muy desaprovechado y que parezca que Rowling no sabe ya qué hacer con Credence.

'Animales Fantásticos: Los secretos de Dumbledore'

En general, 'Los secretos de Dumbledore' reconfirma la sensación de que la autora tiene muy clara la novela (que no guion) que quiere contar a lo largo de toda la saga, pero está dando demasiados bandazos por el camino. La película cuenta con un tercer acto muy emocionante e ingenioso y con algún momento que aprovecha muy bien la atmósfera más oscura de la historia, pero tengo la sensación de que 'Los crímenes de Grindelwald', aun con todos sus problemas, arriesgaba más, demostraba el verdadero mal que estaba despertando. 'Los secretos de Dumbledore' es más cohesiva, y da un vital pasito adelante en el camino hacia El Duelo, pero es quizás demasiado pequeño para el punto en el que estamos. Es desconcertante que Rowling no haya ido a por todas en la película en la que tiene que demostrar la solidez de la saga. De nada sirve que el final del camino pinte tan épico si nos cortan el viaje a la mitad.

'Animales Fantásticos: Los secretos de Dumbledore' se estrena en cines el 8 de abril.

Nota: 7

Lo mejor: Jude Law cada vez está mejor como Albus Dumbledore, y su química con Mads Mikkelsen es arrolladora.

Lo peor: Es un capítulo demasiado de transición. Rowling utiliza demasiados atajos o trampas para quitarse tramas de encima pero sigue llenando la saga de personajes y set pieces que no nos acercan a la enjundia.