Después de que el también actor Scott Cooper haya dejado claro su buen pulso a la hora de dirigir, el cineasta hace su primera incursión en el cine de género junto a dos tótems del fantástico actual: Guillermo del Toro y Nick Antosca.
En sus anteriores propuestas como director, Cooper ya se había acercado en cierto modo a una forma de representación del american way of life, habiendo retratado a un cantante de country en ' Corazón rebelde', una historia de venganza en la América profunda en ' La ley del más fuerte', el biopic de un criminal mafioso que tuvo en jaque al FBI con 'Black Mass: Estrictamente criminal', y el western 'Hostiles'.
Podría decirse que Cooper siente cierta predilección por narrar historias que tienen un carácter marcadamente americano, razón de más para valorar que, con 'Antlers', el director ha seguido explorando la cara oculta de unos Estados Unidos en los que también habitan criaturas monstruosas, las cuales sirven para explorar los miedos de comunidades remotas que tratan de sobrevivir al hastío que supone estar casi al margen de la sociedad actual.
En el caso de 'Antlers: Criatura oscura', llegamos hasta una localidad de Oregón en la que una profesora descubrirá el horror que se esconde detrás del extraño comportamiento de uno de sus jóvenes alumnos. El rol de ella recae en Keri Russell, a quien ya pudimos ver desenvolviéndose en el fantástico de forma brillante en 'Dark Skies'. En aquella, también un ejemplo de terror en la América profunda, Russell debía lidiar con un aterrador contacto extraterrestre. Ahora, lo hará con una criatura mitológica.
El imaginario de las criaturas que habitan en Estados Unidos, ha sido recurrente para el terror desde hace décadas, y ahora Cooper nos regala esta humilde propuesta en la que caben body horror, efectos y maquillaje prácticos que rememoran al del terror de los 80, y una historia con tendencia a lo sórdido como pocas veces habíamos podido ver últimamente en un estreno comercial en salas.
Si algo ha demostrado Nick Antosca durante los últimos años, ha sido su innegable talento a la hora de crear historias que venían a reinterpretar leyendas y creepypastas. El creador de 'Channel Zero', se alía ahora con Guillermo del Toro, quien en las labores de productor, también sirve para que haya parte de su propio imaginario monstruoso en la película.
El resultado acabará siendo una monster movie a la que no le importa abrazar lo sórdido y desenvolverse a través de una situaciones en las que, de alguna forma u otra, también se explora el white trash como metáfora a la hora de representar monstruos en pantalla, unos monstruos que beben tanto de las producciones de Larry Fessenden como de 'La cosa', título al que siempre es inevitable regresar al toparnos con una buena representación de criaturas que sirven para ampliar el imaginario del actual cine de terror.
Nota: 7
Lo mejor: Su maquillaje y efectos old school.
Lo peor: Que parezca que haya veces que la propia película se autocensura.