Basada en la novela homónima de Manel Loureiro, 'Apocalipsis Z: El principio del fin' es un alarde del nivel de producción que se puede llegar a alcanzar en nuestro país. Cuando una plataforma como Prime Video pone el dinero para rodar una película de zombis en España, desata la curiosidad de cómo viviríamos una situación así en nuestras propias carnes y más si el protagonista es una persona normal que vive en Galicia alejado de las grandes ciudades.
Carles Torrens es el encargado de mostrarnos cómo el sistema español va cayendo poco a poco debido a una peligrosa enfermedad. Ya se puede adelantar que esto es de lo mejor de la cinta, ya que dedica la inmensa mayoría del metraje a enseñarnos los primeros miedos, escepticismos y tomas de poder que se producen en una emergencia como esta.
Para contarlo, la película sigue a Manel, un abogado que tras perder a su pareja en un accidente de tráfico se encuentra deprimido sin salir de su casa y solo acompañado por su gato. Este personaje interpretado por Francisco Ortiz incumplirá las normas del ejército y comenzará una larga travesía con el objetivo de reunirse con su hermana en Canarias, donde el virus no es un problema.
Esta aventura y la forma en la que va viajando de un sitio a otro es el mayor problema de la película, ya que podría asemejarse a los niveles de un videojuego, donde el escenario y personajes van cambiando según avanza la trama. Podría haber estado dividida en cinco capítulos semanales que no hubiera chirriado en cuanto a su estructura.
Pese a ello, algunas de estas divisiones son bastante sólidas, especialmente las primeras. Son donde más tensión se genera y se siente más empatía con los personajes, especialmente por el interpretado por Amalia Gómez, que logra elevar la película siempre que aparece en pantalla.
Según avanza la cinta, el personaje de Ortiz se encuentra con Pritchenko (José María Yazpik), un hombre con grandes principios que se desperdicia hacia el final de la película por culpa de la trama; y con Lucía (Berta Vázquez), una enfermera bondadosa que no duda en sacar el hacha si es necesario. Ambos hacen un buen trabajo en sus papeles, consiguiendo mantener la parte más humana de la película.
Sin duda, esa parte humana es el motor de la película. Torrens construye grandes personajes de reparto que completan al principal, que resulta ser el peor desarrollado: la rápida transformación del protagonista de un don nadie a un héroe valeroso capaz de matar, hace que no termine de ser del todo convincente.
Zombies a la española
La caracterización y efectos especiales de los infectados es también uno de los puntos fuertes de la cinta. Separándose de otros proyectos donde se nota que están generados por ordenador, los zombies de esta película están claramente interpretados por actores y bailarines reales de una forma salvaje, transmitiendo completamente la sensación de peligro que supone acercarse a uno de ellos. Además, es de agradecer que no se haya seguido el prototipo de monstruo débil y lento, sino que son tan fuertes y rápidos que son capaces de perseguir a una moto por un bosque.
Junto a los infectados, las escenas de acción se han comido el presupuesto (en un buen sentido): motos, lanchas, metralletas, arpones, hachas y sangre en plano general hacen que esta película se salga de lo que estamos acostumbrados a ver en España y que, junto a una muy buena organización de medios, el director brinda acción y suspense a un buen nivel.
Torrens consigue así una película que se disfrutaría bastante más en pantalla grande debido a sus grandes escenas de acción y al desolador paisaje que se muestra a lo largo de toda la cinta, pero desgraciadamente se estrenará directamente en streaming.
'Apocalipsis Z: El principio del fin' llega a Prime Video el 31 de octubre.