Santiago Mitre ha ido perfilando su mirada autoral y política en su forma de realizar. Tras dos propuestas independientes y magníficas, que fueron 'El estudiante' y 'Paulina', en las que mostraba un rostro de la política poco complaciente y cómo esta tenía difícil encaje según qué tipo de situaciones; el cineasta argentino dio un paso más con 'La cordillera', mucho más ambiciosa en lo formal y paso lógico a lo que ha venido después, 'Argentina, 1985', con la que el realizador retrata uno de los episodios más importantes de la historia contemporánea de su país: el Juicio de las Juntas.
El Juicio de las Juntas fue el proceso judicial que realizó la Justicia civil argentina en 1985 por decreto del presidente de la República, Raúl Ricardo Alfonsín, sobre los integrantes de las tres primeras Juntas Militares que hubo en la dictadura y que se autodenominó Proceso de Reorganización Nacional. El motivo del enjuiciamiento fueron las graves y masivas violaciones de los derechos humanos y por ello se sentenció, el 9 de diciembre de 1985, a cinco de los militares, incluyendo a Jorge R. Videla y a Emilio Eduardo Massera, presidentes de la República durante el golpe de Estado, los cuales fueron condenados a cadena perpetua por lesa humanidad. Dada la repercusión internacional del proceso, es considerado uno de los más importantes que realizó la justicia civil desde los famosos Juicios de Núremberg.
Tal es la importancia del hecho, especialmente en una democracia renacida de sus cenizas como fue la argentina tras la caída del régimen en 1983, que solo un cineasta con una mirada tan particular como Mitre era capaz de realizar un filme que se salga de lo convencional sin por ello renunciar a la estructura clásica del cine judicial, al cual añade elementos propios del cine histórico. Mitre, quien firma el guion junto con Mariano Llinás, opta por mostrar cómo se formó el equipo legal del fiscal Julio César Strassera, quien tuvo de adjunto a Luis Moreno Ocampo, quien por aquel entonces tenía apenas 32 años.
El filme muestra lo complicado del proceso, dado que se trataba de una democracia todavía frágil, que estaba recuperándose del trauma del régimen anterior. Prueba de ello, es que el fiscal tuvo que tener un equipo increíblemente joven, carente de experiencia y, por tanto, libre del compromiso de enfrentarse a viejos conocidos. La cinta, además, enseña la dificultad que hubo a la hora de hallar documentación, pruebas y testigos. No tanto porque no los hubiera (¡y vaya que los hubo!), sino por el miedo inicial a hablar, a denunciar el terrorismo de Estado que impregnó el régimen de Videla.
Sublime ejercicio de cine judicial e histórico
Mitre logra evitar cualquier atisbo melodramático, en un drama riguroso, solemne, en el que las emociones quedan solo en las declaraciones de las víctimas y los represaliados. Los testimonios de los damnificados hielan la sangre y es ahí donde se ve la experiencia del cineasta en la naturalidad de lo crudeza, tal y como lo plasmó en la ya mencionada 'Paulina'. Por otro lado, sabe dotarle del sentido ceremonioso propio del cine histórico, especialmente cuando el fiscal Strassera pronuncia su informe, en el que dice dos palabras que son historia viva y memoria histórica de la democracia argentina: "Nunca más".
Un filme tan consciente de los hechos que narra, necesitaba tener un protagonista a la altura de las circunstancia. De ahí, que sea más que lógico que Ricardo Darín sea quien lo encarne y quien sabe retratar estupendamente la semblanza del fiscal como hombre que, ante todo, buscaba justicia y que esta se aplicase dentro del sistema democrático, como debe ser en un estado de derecho. El intérprete vuelve a derrochar talento, da gusto ver Darín en pantalla, con un papel que parece estar escrito para él. No había mejor rostro que el de Darín para ser Strassera. Al lado de ese gran titán de la actuación que es Darín, está Peter Lanzani, quien continúa demostrando lo lejos que ha quedado su fama de ídolo adolescente. Desde que protagonizó 'El clan', el joven actor ha ido ascendiendo con papeles cada vez más extremos. Sin duda, pasa con nota medirse con el mismísimo Darín.
'Argentina, 1985' es la consagración de Santiago Mitre como cineasta de prestigio. Un filme que sabe llevar a buen puerto los esquemas clásicos del cine judicial e histórico, con el añadido de su propia mirada de autor. Si 'El estudiante' fue la licenciatura del director, 'Argentina, 1985' es su doctorado. Un título sublime, el cual puede mirar frente a frente a '¿Vencedores o vencidos? (El juicio de Núremberg)', de Stanley Kramer, y que, sin duda, es un claro postulante a la temporada de premios que acaba de comenzar.
Nota: 8
Lo mejor: El discurso que Ricardo Darín pronuncia en el juicio antes del día del veredicto. Una auténtica clase magistral de interpretación.
Lo peor: Dado lo arriesgado de la mirada de Mitre en 'Paulina' o 'El estudiante', se hubiera agradecido que se saliese un poco del corsé clásico de cine histórico y judicial.