De aquí a un tiempo, Mark Wahlberg parece enfocado en realizar largometrajes más cercanos a lo feel-good con cierta moraleja. Tras el taquillazo de 'Uncharted', se vio con 'Tiempo para mí' y, especialmente, 'El milagro del padre Stu'. Después se vio con 'Plan en familia', comedia de acción en la que ya coincidió con el británico Simon Cellan Jones como director. Ambos repiten ahora con 'Arthur', una película inspirada en la historia del ciclista sueco Mikael Lindnord que narró en sus memorias 'Arthur - The Dog Who Crossed the Jungle to Finde a Home'.
Bien puede decirse que la cinta son varias películas en una sola. Primero comienza siendo una cinta de aventuras y de redención, dado que Mark Wahlberg encarna a Michael Light, un corredor estadounidense que decide volver a atreverse con una nueva carrera tres años después de un incidente con su equipo que provocó un terrible conflicto. En este tramo, puede verse lo habitual del cine tanto de aventuras como de deportes, se espera estar en una producción que evoque a 'Everest', 'Límite vertical' o 'A la deriva'.
La cinta sorprende con un giro familiar con la irrupción del can que da nombre a la cinta. Por supuesto, la inclusión del perro no tendría que significar ese cambio de tono. Pero la cinta, cuyo guion está escrito por Michael Brandt, opta por ir hacia lo entrañable y así cambiar la mirada de la aventura. En cierta manera, esto condiciona la historia, en la que impera un mensaje de compañerismo y espíritu de equipo, que este deba ser el auténtico deporte y superar la ambición de la competición. Una moraleja aprendida a través del perro protagonista.
La mezcla entre el cine de aventuras y redención y el familiar al más puro estilo de la saga 'Tu mejor amigo' funciona, pero da la impresión de que quiere quedarse solamente ahí. Esto deja una película correcta, pero poco más destacable. Sí que se aprecia cierta sensación de lo épico, al ambientar la trama en la zona selvática de la República Dominicana. Y esto aumenta en las secuencias de acción. Pero, una vez ahí, el filme no busca que se sientan demasiado dichas escenas, en pos de no quitar protagonismo a la fábula sobre el poder de lealtad del can y en la que se luce especialmente Mark Wahlberg.
Un perro adorable en una película que mezcla aventuras con cine familiar
Aunque Simu Liu destaca, el protagonismo es principalmente entre Wahlberg y Ukai, el perro que se mete en la piel de Arthur. Y, sí, hay escenas muy entrañables que hacen de esta aventura una experiencia para todo el público. Ahora bien, da la impresión de que no busca ambicionar ir más allá, aunque el carisma del can es lo suficientemente fuerte como para conquistar el corazón del público.
'Arthur' es, simplemente, una película correcta. Se disfruta, es ideal para ver en familia, pero no transmite nada más. Si algo han demostrado realizadores como Denis Imbert, Gilles de Maistre o Nicolas Vanier es que es posible crear películas que muestren la unidad entre el ser humano y los animales, sean lobos, perro, caballos, aves, leones o hasta panteras, pueden crear largometrajes con esa mirada ecologista y que logren trascender más allá de lo meramente comercial.
Con lo cual, la propuesta de Simon Cellan Jones y Mark Wahlberg hubiera podido ser mucho más. Sí, funciona, pero da la impresión de que se queda a medias y de que su guion no sabe mantener ese equilibrio entre la aventura, lo entrañable y lo épico . Finalmente, deja esa sensación de que, en Hollywood, todo tiene que pasar por una prensa en la que se evite ser más atrevido y quedarse en lo convencional. Eso sí, se deja disfrutar y puede ser una oportunidad para valorar el nivel de compromiso que logra tener un perro.
