Los cómics inspirados en las aventuras de Astérix, el Galo, son mundialmente conocidas, además de haberse convertido en una de las sagas de cómics más exitosas de todos los tiempos. No es extraño que se realicen diferentes adaptaciones a la gran pantalla, sobre todo de animación, como es el caso. Lo característico de esta aventura es que deja un mensaje bastante moderno, que es la deshumanización de las personas a través de la ambición y la avaricia.
La película toma como punto de partida un nuevo plan de Julio César para poder conquistar el único territorio que se opone a su poder, la aldea de Astérix y Obélix, por lo que decide crear unas nuevas instalaciones bajo el nombre de "La residencia de los dioses", para que los galos sucumban a los placeres mundanos de la vida. El plan parece no funcionarles al principio, pero las cosas se complicarán cuando por accidente, una familia romana que ha sido temporalmente expulsada de "La residencia de los dioses" llegue a la aldea y cambie la forma de pensar, tanto para bien como para mal, de los aldeanos.
La estética que utiliza la animación es bastante correcta, sobre todo si se plantea desde la perspectiva a la que está orientada, que es a los más pequeños de la casa. Es una película infantil que consigue entretener a los adultos y permite la diversión de los más pequeños. Es verdad que los chistes fáciles y pueriles apenas provocan la risa en los mayores, pero hay ocasiones en los que produce la risa a todo tipo de espectador, con la inclusión de algunos 'gags' ingeniosos.
El punto más positivo del film es el mensaje que transmite al público, y los valores que desea inculcar a los más pequeños, dejando ver que el entretenimiento también puede ser una manera de enseñar y no únicamente entretener. La codicia y la pretensión están muy bien reflejadas, mostrando que en el momento que se obtiene mayor recompensa, se pide más, pero el problema es como dice el dicho "la avaricia rompe el saco" y todo en exceso es malo. Esta manera original de enseñar que el dinero no da la felicidad y que hay cosas más importantes en la vida permite que la película no se convierta en una pérdida de tiempo.
El contrapunto viene en la manera de narrar, es bastante básica, cayendo en los clichés del cine de animación y creyendo nuevamente que los niños no pueden seguir el hilo de una historia si no está totalmente mascada. Se vuelve a subestimar al espectador como ocurre en muchas películas de animación, dejando la sensación de que se está viendo el capítulo de larga duración de una serie de televisión, algo parecido a los especiales de Navidad que se hacían antaño. La historia tiene un mensaje claro pero se podría haber profundizado un poco más, quedando demasiado superflua en su resultado general.
Claro está que hay que ponerse en la piel de un niño para poder criticar la película, pero inclusive en las películas infantiles se va buscando acostumbrar al espectador a pensar, obviamente, con 5 años no vas a intentar que el niño comprenda 'Origen' o 'Carretera perdida', pero al igual que se utiliza un lenguaje más simple para la comprensión rápida del diálogo, se puede llegar a otros mecanismos para facilitar la comprensión de una historia más engorrosa y esto se ha visto en películas como 'Arrietty y el mundo de los diminutos' o la aclamada 'Frozen: El reino del hielo', historia bastante clara, mensaje directo pero con un poco de "salsa" a la historia, algo que le habría venido bien a este film.
Golpe de lo nostálgico
Recordando algunos filmes en versión real de Astérix como 'Astérix y Obélix: Misión Cleopatra', con Christian Clavier y Gérard Depardieu como el famoso dúo y la presencia de Monica Bellucci, hace pensar que tampoco las grandes producciones son sinónimo de adaptar bien la historia, pese a la apariencia de TV-Movie, comparándolo por ejemplo con la primera película para televisión de 'Phineas & Ferb', sí que consigue mantener la esencia del cómic original y dar un pequeño tributo a todos sus personajes, incluyendo a los miembros de la aldea, por lo que regresa el universo de la Galia pero en su totalidad, y no centrándose en la figura de los guerreros, dando ese golpe de nostalgia para los más mayores.
Una película entretenida y que no se hace eterna, bastante ligera, sobre todo por su corta duración de 82 minutos, consigue establecer una estructura simple pero coherente. Perfecta para llevar a los pequeños al cine, sobre todo si no tienes pensado ver 'Vengadores: La era de Ultrón', o cumples a rajatabla el límite de edad y respetas que solo pueden verla mayores de 13 años. En conclusión, una película animada para niños, corta, conclusiva y didáctica. No apta para personas que no les gusta el cine edulcorado.
