A pesar de ser un auténtico exportador de agradables e inteligentes comedias que terminan convirtiéndose en remakes en distintos mercados internacionales (ejemplos recientes son 'Papá o mamá', 'La Wedding Planner' o 'Attention au départ!'), el cine francés también adapta títulos de otros países y tienen no solo la virtud de ofrecer una perspectiva diferente, sino también de exportarlos a otros mercados internacionales, como sucedió con 'Las fantasías', 'Un hombre de altura' o 'El juego'. Ahora, llega 'Baila con la vida', remake de la comedia británica 'Bailando la vida'.
'Baila con la vida' aprovecha los patrones establecidos por la versión original inglesa para llevar al humor propio francés, más cercano en varios aspectos. Para empezar, no sorprende tanto la edad de sus protagonistas, lo que permite romper más prejuicios respecto a la premisa británica. En esta ocasión, Sandra, el personaje principal, encarnado por Michèle Laroque, ve su mundo derrumbarse pero más por los años en los que ha estado casada y no tanto por sentir que tiene una oportunidad para reinventarse y disfrutar de la vida tras pasar los 60 años.
Esa diferencia permite al filme ser mucho más espontáneo; gracias también al carisma de Michèle Laroque, quien dirige y coescribe también la película, la cual ya tiene experiencia en papeles protagónicos femeninos que muestran la vitalidad y el propio camino de la mujer de mediana edad, bien lo demostró en 'Tenor', 'Jubilación: imposible' o 'Una mujer brillante'. Ella forma un tándem formidable con Isabelle Nanty, quien sale de los habituales papeles secundarios para tener un protagónico a la altura de su energía. Es magnífico ver a ambas actrices compartir planos.
Una comedia llena de vitalidad con dos actrices formidables
En menor medida, destacan también Thierry Lhermitte y Patrick Timsit, con papeles con un trasfondo dramático que permite ver el lado más emocional del hombre maduro. Destaca especialmente la subtrama de Timsit, visibilizando la imposibilidad de muchas parejas de rehacer su vida ante un limbo emocional, pues sus cónyuges no están muerto, pero mentalmente es como si lo estuviesen. Ese aspecto le da una mayor profundidad a una cinta que nunca abandona su espíritu feel-good.
'Baila con la vida' tiene el espíritu provenzal y el carácter más espontáneo de la sociedad francesa, lo que le permite ser una versión más ligera y enérgica de su contraparte británica. Logra estar a la altura gracias a unos actores de primer nivel, que se implican y transmiten esa atmósfera 'buenrollera' que logra que toda la cinta sea vea con una sonrisa en el rostro. Una vez más, el cine francés se erige como baluarte de esas producciones de 'clase media' que reivindican su espacio en la gran pantalla.
Nota: 7
Lo mejor: La energía que transmite su tándem de actrices protagonistas, fabulosas Michèle Laroque e Isabelle Nanty.
Lo peor: Es demasiado ligera en sus conflictos, visualmente llega a rozar el telefilme en algunas escenas.