Estrenada dos días antes del segundo confinamiento en Francia -del cual, en realidad, aún no ha salido, pues las salas de cine y de teatro siguen cerradas-, 'Bajo las estrellas de París' es el segundo largometraje de ficción del documentalista de origen alemán Claus Drexel. Un filme que, aunque a España está llegando en plena primavera, es un delicioso cuento de invierno, con ciertos toques de fábula que lo enlazan con las historias de Charles Dickens o Hans Christian Andersen.
Protagonizada por Catherine Frot y Mahamadou Yaffa; Drexel, el cual también firma el guion junto con el experimentado dramaturgo y guionista Olivier Brunhes, configura un largometraje que, a través de la fábula, realiza un filme con crítica social, al plasmar la realidad de los desheredados de la capital francesa. Por un lado, una sintecho llamada Christine, de la cual se intuye un pasado tormentosa y un drama familiar que le llevó a vivir en las calles; por el otro, está el pequeño Suli, un pequeño erirtreo de apenas 8 o 10 años, el cual sobrevive como puede mientras busca a su madre, la cual tenía una orden de expulsión como inmigrante ilegal.
Debido a su premisa, Drexel hubiera podido realizar un drama social con tintes neorrealistas, que le hubiera colocado como posible relevo generacional del cine de Robert Guédiguian o los hermanos Dardenne; incluso como respuesta europea a esa desoladora cinta llamada 'Cafarnaúm'. Hubiera sido lo lógico, dada la naturaleza del director como documentalista. Sin embargo, quizás en pos de hacer el filme más accesible, Drexel opta por un tono más ligero, que no menos comprometido.
Una fábula que evoca a clásicos de Dickens o Andersen
Y es ahí donde aprovecha los elementos propios de títulos como 'Cuento de Navidad' o 'La pequeña cerillera', cuyo trasfondo es igual de desgarrador, incluso más, que películas como 'Rosetta' o 'El niño'. No obstante, la curiosa dupla protagonista, cuya química es magnífica -a Catherine Frot habría que ponerle un monumento por ser capaz de transmitir humanidad en cada uno de sus papeles y aplauso para el pequeño Mahamadou Yaffa, un maravilloso descubrimiento-, evoca en un tono más amable y en clave materno-filial a aquel fascinante largometraje de Leos Carax, 'Los amantes del Pont-Neuf'. En cierta forma, ese París gélido y actual es la respuesta contemporánea a esa desigualdad y su correspondiente indiferencia social que ya existía y se criticaba en el siglo XIX.
Quizás un tono más solemne, alejado de ese cariz benévolo, hubiera acercado a la cinta a títulos como 'Fortuna' o 'La casa junto al mar'. Sin embargo, el llevar la trama a la fábula familiar consigue que 'Bajo las estrellas de París' conquiste a un tipo de público ajeno, en muchas ocasiones, a una temática que es de actualidad y que pone énfasis en el drama que viven los otros desheredados, que están en una escala menor, si cabe, los inmigrantes sin papeles, los refugiados. Una propuesta notable, de esas que se disfruta e invita a la reflexión.
Nota: 7
Lo mejor: La química de Catherine Frot y Mahamadou Yaffa. La escena de ensoñación del pequeño con el 'Winterreis' de Schubert de fondo.
Lo peor: Su tono amable y ligero ayuda a que su mensaje llegue a más gente, cierto, pero también provoca que sea menos ambicioso de lo que su trama pedía.
