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CRÍTICA

'Beautiful Boy. Siempre serás mi hijo': Un drama realista cargado de magia visual

El director belga Felix Van Groeningen nos cuenta en 'Beautiful Boy. Siempre serás mi hijo' la dura historia de un padre que intenta salvar a su hijo de la drogadicción.

Por Laura Ruiz García 15 de Marzo 2019 | 09:44

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Estamos muy acostumbrados a que las películas sobre drogas sean dramas intensos centrados en la experiencia del drogadicto en sí, tratándose de manera complementaria el punto de vista de los que le rodean, su familia y amigos. El hecho de que estos temas aumenten el dramatismo de estas historias es natural e inevitable, pero la perspectiva de quien lo cuenta aún puede variar altamente, tal y como ha demostrado el director belga Felix Van Groeningen en 'Beautiful Boy. Siempre serás mi hijo'.

Beautiful Boy

'Beautiful Boy. Siempre serás mi hijo' se sirve de una historia real para contar la crónica de un padre cuyo hijo es adicto a la metanfetamina y al que intenta salvar una y otra vez. La premisa resulta ya de por sí interesante por esa elección que el creador hace de narrar esta cruda historia a través de un familiar, en este caso, un padre. El lazo padre-hijo, por tanto, es uno de los temas constantes del film que también representa un punto a favor ya que este tipo de relaciones no se tratan mucho últimamente en el cine actual (siempre es mucho más comercial el lazo madre-hijo).

Van Groeningen realiza una declaración de intenciones nada más empezar el film: esta es la historia de un hombre que intenta recuperar a su hijo, no es una historia solo de drogas, es la historia de alguien que ya no sabe quién es su hijo y qué hacer con él. A partir de aquí, con un ritmo ágil y fluido, el creador nos introduce en la vida de estas dos personas, centrándose, ante todo, en la evolución de la relación de ambos.

Para contar esta historia Van Groeningen recurre a un montaje interesantísimo en el que mezcla el pasado y el presente casi sin dejar marca, como si ambos estuviesen entremezclados por naturaleza, y contraponiendo los recuerdos a los hechos actuales, el yo pasado al yo presente. El resultado es un hermoso crisol de momentos padre-hijo que, acompañados de una magnífica banda sonora y una espléndida fotografía (hay planos completamente inolvidables), consigue recrear de forma realista y refrescante un drama tan manido y difícil de narrar.

"Beautiful Boy. Siempre serás mi hijo"

Otro gran punto a favor de 'Beautiful Boy. Siempre serás mi hijo' es su sensacional reparto en el que se juntan tres grandes actores de la talla de Steve Carell, Timothée Chalamet y Maura Tierney. Aunque Chalamet ha sido el más destacado por la mayoría de la crítica, no debemos echar por tierra la interpretación de Carrell con ese complicado papel de padre devoto cuya contención llega a emocionar al espectador. Como curiosidad, en el film también aparece Andre Royo como el padrino que ayuda a que el personaje de Chalamet supere las drogas, un guiño a la consagrada serie televisiva 'The Wire (Bajo escucha)' en el que éste interpreta al inolvidable Bubbles, un ex-drogadicto que colabora con la policía de Baltimore.

Basada en hechos reales

En esta sexta película, Groeningen, vuelve a rescatar una historia real para narrar uno de los grandes dramas actuales de Estados Unidos. 'Beautiful Boy. Siempre serás mi hijo' está basado en el libro 'Beautiful Boy: A Father's Journey Through His Son's Addiction' escrito por David Sheff, un periodista del New York Times que ha dedicado varios libros y artículos a contar su experiencia como padre de un drogadicto, y que, actualmente, coopera con diferentes organismos dedicados a la prevención de las drogas.

Beautiful Boy

Su hijo, Nic Sheff, también escribió dos libros y realizó un documental sobre su experiencia con las drogas y, recientemente, ha coproducido y participado en el guión de diferentes series que también tratan este tema, como 'The Killing' o 'Por trece razones'. Actualmente, es padre de familia y lleva ocho años sobrio. En cuanto a la película, ha declarado: "La vi por primera vez en un visitando privado con un amigo. Lloré durante toda la película. La vi tan realista y con tantos detalles de nuestras vidas que sentí cómo se aliviaban las partes más dolorosas de nuestro pasado."

Nota: 7

Lo mejor: Que no recurre al sentimentalismo facilón. Los recuerdos bonitos de los protagonistas están escritos con cuidado e intentan huir de los tópicos.

Lo peor: El final podría haber sido mucho más redondo si se hubiese acordado del principio. Hay cierta descompensación de estilo y el cierre parece algo precipitado.