Tras la polémica originada en su proyección en el 68º Festival de San Sebastián, en la que arrasó al lograr el máximo galardón, la Concha de Oro, como también los premios a la mejor dirección, el mejor guion y la mejor actriz, llega a salas comerciales 'Beginning', ópera prima de la georgiana Dea Kulumbegashvili. Un largometraje que aspira a ser uno de los grandes protagonistas de la temporada de premios, pues obtuvo el FIPRESCI en el Festival de Toronto, además de llevar el sello Selección Oficial del Festival de Cannes 2020 y ser la elegida para representar a Georgia en los 93º Premios Oscar.
Ahora bien, ¿qué es lo que ha despertado pasiones tan polarizadas en la cinta? Con el mexicano Carlos Reygadas como productor ejecutivo, lo cual ya es un aviso para navegantes, lo cierto es que se trata un debut libérrimo, con el que la directora da un golpe sobre la mesa, al presentar una obra tremendamente autoral, en la que muestra una personalidad curtida. Esto se aprecia nada más comenzar el filme, con una escena que funciona como magistral carta de presentación.
Kulumbegashvili utiliza planos fijos generales, en los que la trama, en varias ocasiones, es narrada desde uno de los extremos, como si no fuese la protagonista. La cineasta lo contrapone con otras escenas de planos fijos, cuya presencia es menor, pero clave a la hora de abordar una historia de violencia contenida, asfixia emocional y calvario psicológico. La cineasta aprovecha el relato bíblico del Sacrificio de Isaac para plasmar un retrato sobrecogedor de la realidad de una mujer que es testigo de Jehová, considerada una comunidad religiosa fundamentalista pero que es vejada de manera agresiva en la sociedad georgiana, de mayoría ortodoxa.
Una ópera prima hipnótica. La respuesta a la alemana 'Camino de la cruz'
En cada escena de 'Beginning' se percibe una sensación de vulnerabilidad, que es la sufre Jana, la protagonista, interpretada fascinantemente por Ia Sukhitashvili. Kulumbegashvili retrata la inhóspita realidad de la mujer del pastor del templo, de cómo está supeditada a las decisiones de su marido y de cómo se queda en una situación de fragilidad palpable cuando este tiene que marcharse durante una semana. Es ahí cuando Kulumbegashvili desata, de forma dosificada pero salvaje a la vez, esa violencia, ese horror que se presiente en cada secuencia estática.
La cineasta, quien firma el guion junto con Rati Oneli -que interpreta al marido de la protagonista- y Kakha Kintsurashvili, configura una parábola de la crueldad, en la que Jana acaba poseída por el espíritu abrahámico y busca emular el pasaje bíblico, llegando a convertirse en una especie de Medea moderna. Una ópera prima hipnótica, que evoca un estilo hermanado con el de Michael Haneke, Yorgos Lanthimos o Dietrich Brüggemann, en el que se intuye más que se dice y en el que aquello que no se muestra se sospecha peor. Si 'Camino de la cruz' fascinó y horrorizó hace seis años, con 'Beginning' ha encontrado su sucesora a la hora de mostrar el vía crucis femenino. Eso sí, habrá que esperar si se trata de una excepción o Kulumbegashvili ha venido para quedarse.
Nota: 7
Lo mejor: El contraste entre belleza visual y actos violentos y deleznables. Sus planos fijos, la interpretación de Ia Sukhistashvili.
Lo peor: Pese a que se la cataloga de obra maestra, Kulumbegashvili comete un error, equivoca planos largos con escenas que provocan aletargamiento. Hubiera sido mucho más redonda de haber sido más escueta en algunas secuencias.
