El cine infantil ha demostrado tener también diferentes tipos de público objetivo. Desde producciones complejas que logran conquistar tanto a los más pequeños como los más adultos -véase producciones de Pixar o Cartoon Saloon como 'Buscando a Nemo' o 'La canción del mar'- a aquellas que apuestan por los espectadores más menudos, sin perder calidad, como el caso de 'La casa mágica' o la reciente 'Los Olchis'. Más en esta línea llega a los cines 'Bella y el circo mágico', un relato entrañable basado en una serie de animación producida en 2011.
Titulada originalmente 'Ella Belle Bingo', la película, realmente, es una especie de condensación de la esencia de la ficción original, creada por los noruegos Frank Mosvold -el cual codirige el filme- y Tom Petter Hansen. A pesar de su título en castellano, que evoca a un universo fantástico, esta producción se aleja de otras propuestas -aparentemente- similares como 'El tiovivo mágico', 'Más allá de la Luna', 'Jana y la piruleta mágica' o 'El parque mágico'.
Animación centrada en educación y valores
Es más, el concepto de "circo" sirve como excusa para narrar una historia mucho más cotidiana, que permite crear una historia más didáctica y pedagógica, pensada para los más pequeños de la casa. En ese sentido, sigue el espíritu de la serie original, emparentada con clásicos de la televisión como 'Caillou' o 'Peppa Pig', pues la aventura está en encontrar al mejor amigo perdido tras una fuerte discusión, con la que el guion de Jeffrey Hylton aprovecha para tocar temas como el materialismo no puede reemplazar el poder de la imaginación y que puede ser más poderoso un "espectáculo con gallinas" que tener la videoconsola de última generación.
Con un animación correcta, que busca enfocarse más en el mensaje del filme que ofrecer un espectáculo visual, 'Bella y el circo mágico' tiene su magia también en otro mensaje igual de importante: el poder de la amistad y cómo este no tiene por qué ser exclusivo y que no es egoísta, sino generoso. Esto convierte al filme en una propuesta enfocada en hacer pedagogía con valores, lo que hace que sus objetivos, más que artísticos, sean educativos.
El resultado en una película correcta, de esas que sabrá encantar a su público objetivo y de las que no abundan en demasía en la industria de animación de Hollywood, en las que la épica y el espectáculo -incluso con un trasfondo didáctico- olvidan esos detalles de lo cotidiano. Un filme ideal para que el público infantil se inicie en el cine.
Nota: 6
Lo mejor: Su mensaje sobre la amistad y la divulgación de valores. Las gallinas, unas auténticas roba-escenas.
Lo peor: Aunque se agradece que sea cine de valores, se echa en falta una producción más trabajada. Denota demasiado ser un filme de bajo coste.
