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CRÍTICA

'Bienvenidas a Brasil': Juerga entre balas

Crítica de 'Bienvenidas a Brasil', comedia dirigida por Patrick Mille. Protagonizada por Margot Bancilhon, Christine Citti y Vanessa Guide.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 27 de Julio 2018 | 15:20
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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La comedia francesa sigue viviendo una luna de miel con la cartelera española. Con varios títulos estrenos a lo largo del año, en este mes de julio se han estrenado cinco títulos, esta semana han coincidido tres, 'Vacaciones con mamá', 'Llenos de vida' y 'Bienvenidas a Brasil'. De esta última toca ahora hablar, una comedia gamberra que engaña a primera vista, ya que sorprende con un giro dramático que la convierte en una propuesta sugerente.

Bienvenidas a Brasil

Katia lleva un año desaparecida. De la noche a la mañana, le envía una invitación de boda a sus tres amigas, Agathe, Lily y Chloé. Las tres dejan Francia para viajar a Río de Janeiro y reencontrarse con su amiga, que está embarazada. Las tres amigas, nada más llegar a Brasil, deciden irse de juerga. Lo que parecía una noche para el desenfreno se convertirá en una huida hacia adelante después de que Lily mate accidentalmente a un joven que intentó violarla en una fiesta. El drama será gigante cuando se enteren de que el chico que quería forzar a Lily era el prometido de Katia, que verá cómo su suegro, un tipo peligroso, querrá quitarle a su hijo. Las cuatro harán lo posible por regresar a Francia, sobre todo cuando vean que sus vidas corren peligro.

Una loca huida hacia delante

Sin duda, la trama llama la atención, ya que la cinta inicia como una auténtica juerga, digna de Philippe Lacheau y Tarek Boudali, los actores de 'Se nos fue de las manos'. Sin embargo, lo que parecía una comedia femenina sobre desmadre y una despedida de soltera digna de 'La boda de mi mejor amiga', se torna en una película con una trama peligrosa. Es de agradecer que Sabrina Amara, Julien Lambroschini y Patrick Mille (que dirige y aparece en la película) hayan escrito un guion en el que el lugar exótico y paradisíaco tiene una realidad concreta, que es la delincuencia y la violencia en las calles del Brasil de los suburbios, aquella que el turista no quiere ver, aunque en algunos momentos sea evidente.

Bienvenidas a Brasil

Pero ese giro, que en un principio llama la atención, se pierde en una serie de secuencias desubicadas, que no se sabe si el director, Patrick Mille, quiere hacer reír o dar algo de adrenalina al público con huidas dignas de cintas de acción, pero lo quiere hacer a la vez. Lo que convierta a la cinta en un popurrí irregular, el que no se sabe si se quiere poner en evidencia la ignorancia de Occidente respeto a las desigualdades de los países emergentes, mostrar cómo el machismo sigue siendo impune en los países sudamericanos o, simplemente, mostrar las terribles consecuencias que pueden llevar una juerga llena de descontrol.

Humor extremo

Bienvenidas a Brasil

Las chicas hacen lo que pueden con unos personajes que hubiera podido ir a más, sobre todo el de Katia. Sin embargo, no se logra empatizar con ninguna de estas jóvenes, como tampoco con los secundarios, Mille, que hace de un cónsul francés algo perdido, se antoja desaprovechado, el suegro, interpretado por Chico Díaz, es terrorífico, quizás el mejor retratado pero, aun así, su imagen contrasta demasiado con las protagonistas. Es imposible no pensar qué hubiera hecho Harmony Korine, director y guionista de 'Spring Breakers', con una propuesta así. Con todo, la película tiene momentos en los que sabe mezclar la comedia con el drama.

Nota: 5

Lo mejor: El giro dramático, que hubiera podido dar para una película mucho más ambiciosa.

Lo peor: No sabe exactamente qué quiere decir.

Rostros