å

CRÍTICA

'Bitelchús Bitelchús': El más allá está abarrotado

Tim Burton recupera el estilo y la chispa visual de sus primeras películas, pero a veces parece que tampoco le han dejado más opción que copiar su propio legado.

Por Luisa Nicolás Más 6 de Septiembre 2024 | 10:00
Estoy a dos entrevistas de convertirme en mejor amiga de Shyamalan.

Comparte:

¡Comenta!
'Bitelchus Bitelchus'
'Bitelchus Bitelchus' (Warner Bros.)

'Bitelchús Bitelchús' es como la Costa del Sol a finales de julio: está abarrotada de gente exagerando ante una cámara lo mucho que se están divirtiendo.

36 años ha tardado Tim Burton en recuperar el universo de 'Bitelchus', aunque ya desde su estreno se empezó a planear una secuela o dos que nunca se materializaron. Burton regresa a Winter River y también regresa a un estilo gótico, exagerado y más alocado que una vez fue sello de identidad y que había abandonado en la última década (desde 'Frankenweenie' en 2012).

Lo mejor de 'Bitelchús Bitelchús' está en sus ideas más macabras y disparatadas, cuando se adentra en las infinitas posibilidades del Más Allá, cuando nos desconcierta con un flashback en blanco y negro sobre la peste negra y saqueadores de tumbas, o como gestiona que Jeffrey Jones, Charles Deetz en la película original, fuese condenado por posesión de pornografía infantil y no esté de vuelta en la secuela.

Esta es la parte de 'Bitelchuús Bitelchús que celebramos, donde hay sitio para un fragmento animado, las muertes más ridículas y una mezcla de efectos especiales y efectos prácticos, la parte en la que Burton y su equipo creativo se lo pasan en grande con un derroche de imaginación. Haris Zambarloukos ('Misterio en Venecia') es el director de fotografía, Mark Scruton ('Miércoles') el diseñador de producción, Colleen Atwood ('Sleepy Hollow', 'Sweeney Todd, el barbero diabólico de la calle Fleet' o 'Animales fantásticos y dónde encontrarlos') es la responsable de vestuario y Danny Elfman ('Pesadilla antes de Navidad', 'Bitelchús' y todo lo que nunca ha hecho Burton) vuelve a componer la banda sonora original.

'Bitelchus Bitelchus'
'Bitelchus Bitelchus' (Warner Bros. )

El problema de 'Bitelchús Bitelchús' es, como en los trabajos más pobres de Burton, un guion que no se enfoca en lo humano o en el crecimiento de sus personajes, sino en en la estética y el gag, y, perdido el factor sorpresa de antaño, estos no son elementos suficientes para levantar la película por encima del entretenimiento simplón. Para empezar, en el Más Allá hay demasiada gente y cada uno va a lo suyo. Si en 'Bitelchús' el corazón de la historia era una casa encantada que querían habitar a la vez vivos y muertos y un bioexorcista dispuesto a aprovechar la situación para volver a la vida, en la secuela no hay un centro de gravedad sobre el que orbitar, que atraiga y empuje a sus personajes. Todo está disperso.

A Betelgeuse le busca su exmujer, a Betelgeuse le busca un actor reconvertido en policía, Betelgeuse quiere volver al reino de los vivos, Lydia tiene un novio y Lydia tiene que rescatar a su hija del inframundo y necesita la ayuda de Betelgeuse. Ah, y Charles ha perdido la cabeza. Todas estas tramas están tan separadas las unas de las otras que podrían ser episodios independientes de la serie de animación que se emitió entre 1989 y 1991, pero aquí están bien estrujadas, transcurriendo a la vez en una especie de irrelevante carrera contrarreloj hasta la medianoche de Halloween en la que el paso del tiempo y las propias normas internas de este universo son farragosas.

No se toma nada en serio la relación entre el inframundo y el mundo de los vivos, pero eso no la hace impredecible como pretende, solo pone en relieve la negligencia de un guion al que no le interesa construir un universo sólido, como una maqueta, sobre el que mover a sus personajes. En su lugar, elige distraernos a base de excesos. Una sobrecarga de información y estímulos para que no te plantees que aquello no tiene ningún sentido. Pero hasta una comedia paranormal, de fantasmas, gusanos de arena y burocracia infernal, necesita normas claras para funcionar.

'Bitelchus Bitelchus'
'Bitelchus Bitelchus' (Warner Bros. )

Otro problema es la construcción de sus personajes. Burton ya intentó lo de tener un elenco coral en 'Sombras tenebrosas' y no salió bien, en 'Bitelchús Bitelchús' tampoco. Lydia, la adolescente astuta y mordaz, ha crecido para convertirse en una adulta insegura, dependiente y confundida. Consecuencia del trauma de aquel encuentro con el mundo de los muertos, dicen, aunque eso no es lo que vimos al final de la película original. Winona Ryder está desaprovechada y poseída por el espíritu de Joyce Byers, su personaje en 'Stranger Things'.

Luego está Astrid, Jenna Ortega, que no soporta a su madre ni cree en los fantasmas. Está enfadada y la culpa a ella de la muerte de su padre. ¿Por qué? Porque sí. Es una chica inexpugnable, pero solo hasta que conoce a un chaval en el pueblo (Arthur Conti) y esto se le pasa. También están Justin Theroux, Monica Bellucci buscando venganza, Willem Dafoe como un actor que lleva el método a otro nivel y Delia Deetz, la madrastra de Lydia con la que ahora se lleva genial, que a ratos está de luto por la muerte de Charles y a ratos no, pero siempre enfocando su dolor en el arte. Hay que reconocer que aunque Catherine O'Hara va deambulando por la historia, entrando y saliendo de escena, y aunque esté completamente descolgada del resto de tramas o personajes, es el recurso cómico que mejor funciona de toda la película. Al menos ella sí parece genuinamente feliz de estar allí.

Y con todo esto todavía no hemos hablado de lo importante, del regreso de Michael Keaton como Betelgeuse. Keaton tiene ahora 73 años, pero le pone la misma energía al personaje que hace tres décadas, se deja las entrañas en ello. También es el papel más jugoso, pero es que hay tantas ramificaciones en esta película que no podemos disfrutar de lo excesivo, soez y frenético que llega a ser.

Tim Buton y Michael Keaton en 'Bitelchus bitelchus'
Tim Buton y Michael Keaton en 'Bitelchus bitelchus' (Warner bros. )

Burton vuelve, aunque él quisiese irse

Más de eso es lo que los fans llevan 36 años esperando, más de Betelgeuse, más chistes insolentes, criaturas extrañas y espectáculo visual, pero la demanda ha terminado chupándole el alma.

El Tim Burton de 1988 solo había dirigido 'Hansel y Gretel' y 'La gran aventura de Pee-Wee', además de un montón de cortos geniales, se esperaba todo y nada de él; el Tim Burton de ahora acumula éxitos y fracasos y se ha hecho un nombre que debe pesar como una lápida. La fama tiene un precio y aunque parte de aquella chispa y su amor por lo raro, lo extraño y lo singular se mantiene viva, aunque te ríes y te diviertes, lo que estamos aplaudiendo es la nostalgia de lo que otra película, en otra época, nos hizo sentir. Celebramos que un cineasta vuelva "a su esencia" cuando lo que estamos haciendo es encorsetarle en una única fórmula, el público se tomó mal que Burton intentase hacer alguna vez algo diferente y el director ha entendido que para que le vuelvan a querer solo tiene que copiarse a sí mismo. Todo eso que es tan genial recuperar durante los 104 minutos de 'Bitelchus Bitelchus' no es suficiente para pasar por alto su falta de foco y tantas ideas buenas y nuevas que podían funcionar y acaban enterradas en una montaña de dejadez narrativa.

5
Lo mejor: Todo el aspecto visual y la dinámica entre Keaton y Ryder en las pocas escenas que comparten.
Lo peor: Le sobran tramas y personajes y a Burton le faltan ganas de innovar.