Tras cortometrajes en los que ya pudo verse su particular visión autoral, en la que combinaban elementos rurales con protagonistas en su senectud, el conquense Enrique Buleo salta al largometraje. Lo hace con 'Bodegón con fantasmas', presentado en la 57ª edición del Festival de Sitges y nominado a la mejor comedia en los 12 Premios Feroz.
Aunque se trata del salto del corto al largo, realmente Buleo mantiene esa esencia tan propia que caracterizó a 'Decorosa', 'El infierno y tal' o 'Las visitantes'. El realizador opta por crear cinco relatos cortos en forma de episodios, todos ambientados en el mismo pueblo, en el que van sucediendo historias sobrenaturales relacionadas con la muerte y los espíritus.
Todo bajo un barniz de comedia negra en la que se lanza una mirada atípica sobre el fin de la vida. Dado el carácter episódico del film, hay ciertos capítulos que logran un resultado más redondo que otros. Son especialmente llamativos el primero, el cuarto y el quinto, siendo los más irónicos y en los que la sátira deja mejor calado. El primero deja en evidencia los problemas de los pueblos, en los que todo el mundo se conoce y de cómo un suceso puede ser la comidilla de la región durante años.
Toques sobrenaturales en la España interior
Un trasfondo que logra un mayor carisma gracias a cómo Buleo envuelve al relato, bajo leyendas y fantasmas. El realizador opta por crear una propuesta sobrenatural en la que aprovecha las tradiciones de la España más profunda. Le da una vuelta de tuerca, dado que no sólo se critica que todo el mundo se conozca en un pueblo, también cómo las creencias pueden provocar un efecto adverso al deseado, cómo buscar el amor puede derivar en una peligrosa y desesperada búsqueda o cómo la muerte se ve enfocada de distinta manera a cierta edad.
La manera en la que Buleo propone su ácida mirada sobre la muerte y los fantasmas bien podría evocar a esa propuesta que planteó Aritz Moreno en 2019 llamada 'Ventajas de viajar en tren'. Comedia incómoda, con cierto toque kafkiano en la que el humor negro termina provocando una experiencia hipnótica, como si de una versión patria y rural del 'Kinds of Kindness' de Lanthimos se tratase.
El resultado es una propuesta interesante en la que Buleo es atrevido, aunque en sus justas dosis. Dado que es una cinta con episodios independientes, realmente el cineasta no ha salido de la fórmula del cortometraje. Esto permite administrar de manera más cuidadosa su propuesta, sabiendo en qué momento lanzarse más al vacío en sus relatos y cuando optar por una parábola más evidente.
Esto provoca que 'Bodegón con fantasmas' sea una propuesta curiosa y atípica, en la que el humor y la muerte se dan la mano, en una vertiente menos comercial que otras producciones contemporáneas españolas (como el caso de 'Muertos S.L.') y cuya mirada ya provoca que cause cierta expectación la próxima propuesta que lance. Una correcta carta de presentación en la que se reivindica también esa mirada rural y con unos protagonistas alejados de lo convencional.