Tras la dividida acogida de 'Escuadrón Suicida', había mucha expectación por el nuevo trabajo de David Ayer. El cineasta fichó por Netflix, que distribuye su última película, 'Bright', una buddy movie llena de acción que tiene la diferencia en que el mundo urbano que presenta el director tiene seres fantásticos como hadas, elfos, enanos y orcos. Una de las adquisiciones más caras de Netflix, 90 millones de dólares.
Ambientada en un presente alternativo en el que los humanos y criaturas fantásticas como orcos, duendes, hadas, elfos o centauros han convivido desde que el mundo es mundo, aún existen ciertos recelos por según qué tipo de criatura fantástica. El oficial LAPD, Daryl Ward, es un veterano policía humano al que le han asignado patrullar con Nick Jakoby, el primer orco policía. En una noche de trabajo, se descubre la existencia de una varita mágica que posee gran poder y que se creía destruida. Esa varita puede alterar el mundo tal y como lo conocen.
Las criaturas fantásticas también son personas
El que Ayer fichase por Netflix se traducía, supuestamente, en mayor libertad creativa. 'Bright' pretende ser una respuesta fantástica al cine de acción canónico del cineasta y del que 'Sin tregua' ha sido su mejor exponente (su mejor película hasta el momento). Es más, se podría decir que la película protagonizada por Will Smith y Joel Edgerton convertido en orco desprende la misma adrenalina que tenía el drama policíaco con Jake Gyllenhaal y Michael Peña. Sin embargo, esa tensión entre bandas en 'Bright' se cambia por la búsqueda de una varita mágica.
Original podría parecer ante ese planteamiento de traer criaturas que podrían haber protagonizada una versión actual de los libros de J.R.R. Tolkien. Sin embargo, detrás de esos seres fantásticos no hay más que una película de acción más, predecible y cuya trama acaba siendo un McGuffin del que no se sabe si lo es porque Ayer y el guionista Max Landis (guionista de 'Chronicle' pero también de otros títulos como 'Victor Frankenstein' o 'American Ultra') lo pretendían porque, al final, la trama se les va de las manos.
Will Smith sigue en su papel de tipo duro con corazón visto en 'Dos policías rebeldes', 'Yo, Robot' o en 'Escuadrón Suicida'. No es un reproche, es más, es algo que se espera de una película de este tipo. El problema viene cuando esto se entremezcla en una película de polis corruptos, seres fantásticos con los que se pretende denunciar el racismo y la diferencia de clases (como si no fuera necesario mostrarlo ya entre personas) y dilemas de lealtades. Todo ese maremágnum de elementos no funciona conjuntamente.
Predecible buddy movie
Ni siquiera Noomi Rapace, en su papel de hada mafiosa malévola logra levantar una película carente de interés, más allá de sus escenas de tiros y acción, hechas más para cine que para ver en casa, todo sea dicho. Eso sí, a los fans del género de acción les puede parecer atractivo y hasta original una película que repite la misma trama ya vista en anteriores películas de Ayer (un pizca de 'Vidas al límite', un toque de 'Dueños de la calle' y esencia de 'Sin tregua') y, además, pretende ser un homenaje a películas similares que triunfaron en los 80 como 'Alien nación'.
'Bright' no es una buena película pero seguro que funcionará como mero entrenamiento, máximo si no hay que pasar por la caja de una taquilla de cine. Ese punto es el que, quizás, haga de esta película un nuevo éxito para Netflix, que ya ha anunciado una secuela. Otra cosa es que el público quede satisfecho con lo que ha visto.
Nota: 4
Lo mejor: Sus efectos visuales, especialmente en lo referente a Joel Edgerton.
Lo peor: Una trama predecible y que no ofrece nada distinto.
