Hirokazu Kore-eda, considerado uno de los grandes realizadores del cine japonés actual, sigue con su periplo internacional. Tras dirigir a Catherine Deneuve y Juliette Binoche en la fabulosa 'La verdad', en la que supo captar el encanto de París con esa mirada costumbrista propia de su filmografía; ahora el cineasta salta a Corea del Sur con 'Broker', en la que convierte a Song Kang-ho (reconocido mundialmente por su papel en 'Parásitos') en un tunante con un corazón entrañable, un papel que le valió alzarse con la Palma de Plata al mejor actor en el 75 Festival de Cannes.
La película comienza de una forma tremendamente inhóspita, con una joven, Moon So-young (encarnada por la famosa artista e ídolo pop IU), abandonando al bebé al que acaba de dar a luz. El abandono resulta más cruel de lo pensado, dado que no coloca a la criatura en la cesta donde mujeres anónimas pueden dejar a sus hijos deseados para que sean socorridos por la parroquia. Sin embargo, el pequeño se salva, gracias a que dos policías de la brigada de Asuntos de Familia y de la Mujer (interpretadas por Doona Bae y Lee Joo-young), vigilan a la iglesia, dado que sospechan que uno de los voluntarios trafica con menores.
Kore-eda crea un escenario más propio del thriller que del costumbrismo en su vena slice-of-life. A priori, parece acercarse más a la mirada que tuvo en 'El tercer asesinato' que la mostrada en 'Nuestra hermana pequeña'. Sin embargo, el cineasta sorprende con un largometraje cuyo estilo de acerca más a la mirada de drama social que tuvo en 'Nadie sabe' o 'Un asunto de familia', dos de sus filmes más aclamados. Eso sí, a pesar de tener un tono que se acerque a estos títulos, 'Broker' juega en otro tipo de liga, al tener, al final, un enfoque más ligero.
Song Kang-ho derrocha carisma en este film que mezcla thriller, costumbrismo y denuncia social
Precisamente, el que tenga un tono más ligero hace que 'Broker' se convierta en una producción simpática, que va encontrando poco a poco su camino, gracias, especialmente, al carisma de sus actores. Merecidísima Palma de Plata para Song, quien ofrece un papel muy entrañable. El actor siempre ha derrochado carisma en sus papeles y tiene esa habilidad para encantar a pesar de que su trasfondo no sea amable, como se pudo ver en 'Parásitos', por ejemplo. En este caso, Song brilla con un personaje que bien podría calificarse de 'delincuente con corazón'.
Song no está solo, pues cuenta con un perfecto partenaire, Gang Dong-won, quien bien podría ser su Sancho Panza en esta extraña odisea en la que los traficantes de bebés resultan ser los buenos. Mención especial tanto para Lee Ji-eun como para Doona Bae, dos contrapartes de lo que significa ser madre, dentro, además, de la mirada sui generis de la sociedad surcoreana. La primera tiene un papel que bien podría ser el de la madre ausente de 'Tokyo Godfathers'; mientras que la segunda tiene un papel más introvertido que permite ver, especialmente en su parte final, sus costuras. Bae ya había trabajado con Kore-eda en 'Air Doll' y vuelve a recordar su posición como actriz internacional en la primera incursión del cineasta en un film rodado en coreano.
Quizás no sea esa gran joya cinematográfica de Kore-eda, quien había malacostumbrado al público al haber traído dos ejercicios magistrales seguidos, las mentadas 'Un asunto de familia' y 'La verdad'. Sin embargo, el realizador vuelve a demostrar que lo suyo es un trabajo de fondo, de mantenimiento, puesto que 'Broker' resulta ser un notable drama familiar con tintes de thriller y de denuncia social, al dejar en evidencia la dejación de funciones del Estado en lo referente al destino de los menores que acaban abandonados a su suerte siendo apenas unos bebés. Un film, que además, se ve elevado gracias al carisma de sus protagonistas.
Nota: 7
Lo mejor: La interpretación de Song Kang-ho. Los momentos más ligeros en los que se respira ese estilo de drama familiar de Kore-eda.
Lo peor: Da demasiadas vueltas, especialmente al inicio. Da la impresión también de que Kore-eda no sabe cómo plantear su conflicto ni tampoco cómo resolverlo satisfactoriamente.