En cuántas series y conversaciones ha salido la mítica lista de una pareja con famosos que no contarían como infidelidad si alguno se acostara con ellos. Precisamente como pareja, tanto romántica como de dirección y guion, Teresa Bellón y César F. Calvillo debutan en el largometraje con 'Buscando a Coque' tras haber contado esta idea con algunos otros famosos en sus cortos 'Cariño, me he follado a Bunbury' o 'Una noche con Juan Diego Botto'.
La vuelta de tuerca está en que el personaje de Alexandra Jiménez no se acuesta con su ídolo, sino con el de su novio. Así es como Hugo Silva comienza esta divertidísima cacería de Coque Malla por Estados Unidos junto a su ¿ex? pareja en un completo viaje cómico y emocional, por fuera y por dentro, para todos los espectadores a partir de San Valentín en cines.
Sí somos
El mejor piropo que se le puede echar a este fabuloso guion es que habla como habla la gente. Parece fácil, pero una comedia es un blanco fácil para personajes en modo cuñado viviendo y recitando clichés, como muchas otras películas de este género que parecen interpretadas desde un escenario más que ante una cámara. 'Buscando a Coque' tiene el potencial de gran público sin remordimientos por ser un pedazo de vida en el que todos nos reconoceremos.
En la elección de palabras y en todas las bromas, es divertida pero sin ser histriónica o excesivamente cinematográfica. Se trata de una comedia muy cercana y realista donde cada chiste surge de manera natural como en una conversación entre amigos. Si fuerza el surrealismo peliculero es ocasionalmente por alguna dinámica, pero no abundan las salidas de tono. Y aunque tampoco se ponga muy profunda (no pretende serlo), sí que tiene fondo y corazón para dejar una moraleja fílmica dentro de ese naturalismo.
Es mal amante la fama
El principal objeto de esa profundidad es la fama, analizada de una manera bidireccional: cómo son los ídolos y cómo son los fans que los crean. Ya seas mitómano instantáneo de Operación Triunfo o de los clásicos ochenteros, esta reflexión tan del día a día sobre la fama tiene algo que te hablará y te hará reír (ya que seguramente habrás caído en algo de sus situaciones, o por lo menos la habrás pensado). Entre risa y risa, llega a apuntar muy sutilmente en algunas escenas los interesantes debates sobre separar la obra del artista o de evitar morirte sin haber hecho algo importante y qué consideramos importante.
Todo eso son añadidos, pero la gran promesa de la película es el regreso a la interpretación de Coque Malla. Y realmente funciona como eso: como destino, como un macguffin perfecto que hace avanzar la trama pero no la define. Teresa y César han sabido perfectamente cuándo, cómo y cuánto mostrar a Coque. Salvo algunos datos biográficos concretos, funciona más como estereotípico cantante rock soñado que como el propio Coque. Pero aunque no conozcamos mucho de su persona, sí se homenajea mucho su figura con esa increíblemente acertada elección de canciones en momentos clave para contar la historia. ¡Parece que las compusieron para ella!
Larga vida a las rom-com
Sí, está todo lo que esperamos de una comedia romántica y todo funciona sin vergüenza ajena. El viaje por Miami dinamiza la ajustada duración de hora y media que le sobra para recorrer todos los lugares esperables. En ellos, los directores sacan a relucir todo tipo de ocurrencias y gags utilizando cada elemento de la puesta en escena, dirección de arte o figuración; cada elemento en pantalla juega a su favor y desde un perro hasta una camarera o un camión pueden sacar la risa.
Estas situaciones clásicas se desprenden también de manera natural de esta conocida premisa con la que tanto nos ha deleitado Jennifer Aniston sobre una pareja forzada a (con)vivir una aventura emocionante en su peor momento. El paraíso durante el infierno, una luna de miel para divorciados. Alexandra Jiménez vuelve a demostrar que es la reina de las comedias españolas con esa ligereza de moverse de manera creíble y volátil entre la comedia y el drama. ¿Cómo puede tener ese manejo de su rostro y su tono de voz? Hugo Silva evita también cualquier posible ridículo con un enfado comprensible pero gracioso y un magnetismo constante.
Esta comedia romántica consigue ser graciosa sin humor cuñado o superficial, y a la vez ponerse profunda con calculadísimo equilibrio de tono. El guion llega a hablar de las relaciones de pareja desplegando en pantalla un certero reflejo social de cómo son en 2024. Porque sí, se pueden hacer bromas a través de dinámicas sanas de pareja, momentos de vulnerabilidad sobre expectativas frustradas y, sobre todo, un hombre y una mujer con una inteligencia emocional para nada habitual en este género. La película da para aprender sobre cómo tener conversaciones. El mejor ejemplo es esa inesperadamente cruda y atrevida escena final, muy consecuente tanto con la trama como con la realidad. Y así, una comedia romántica puede trascender hacia cualquier tipo de relación y edad, y ser realmente para todos los públicos.
Como ha demostrado hace poco 'Cualquiera menos tú', las comedias románticas siguen funcionando en taquilla, pero la química de los actores es crucial. Alexandra y Hugo elevan esta rom-com que no se arrepiente ni lo más mínimo de serlo, que no solo hace reír sino llorar y aprender. Y todo ello hablando nuestro lenguaje, de la manera más real posible, sobre temas tan comunes y virales como profundos y trascendentales.
Lo que 'Ocho apellidos vascos' hizo con las nacionalidades de confrontarlas para reírse de ellas pero analizarlas profundamente, lo hacen Teresa y César con las relaciones de pareja y las de idolatría. Ojalá expandan esta idea en saga con más famosos ('Cariño me he acostado con ___') y más tipos de parejas (padres e hijos, amigos...). De momento, 'Buscando a Coque' es la opción más completa, divertida e interesante para absolutamente todo tipo de público en este San Valentín, ya que está desde el 14 de febrero en cines.